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Los riojas del Barrio de la Estación se miden con Borgoña

La semana pasada, el Barrio de la Estación de Haro vivió una jornada particularmente bulliciosa durante la tercera edición de sus encuentros internacionales. Tras Burdeos y Piamonte, la zona invitada en esta ocasión fue Borgoña.

La región francesa estuvo representada por Olivier Leflaive, Joseph Drouhin, Albert Bichot, Louis Jadot y Ropiteau, además de Laroche y Maison Champy, estas dos últimas bajo la misma propiedad. Cada casa presentó tres vinos, todos ellos con categoría de 1er cru. Predominaron las añadas recientes, con excepción de dos 2018 de Bichot y un 2019 de Olivier Leflaive. Hay que destacar el claro dominio de los blancos: 11 de un total de 18 etiquetas. 

Aunque la copa Riedel 001 elegida por los organizadores favoreció más a los tempranillos riojanos que a los pinot noir borgoñones, el evento consiguió atraer a más de 600 profesionales del vino, estableciendo así una cifra récord de asistencia. 

La proximidad de las bodegas dentro de ese cogollo vinícola único construido en torno a la estación de tren convierte al Barrio en el gran protagonista del evento, con los asistentes fluyendo cómodamente entre una casa y otra.


Este año, Cvne y Muga albergaron las zonas de cata, pero todos los productores realizaron algún evento independiente en sus instalaciones: Muga ofreció una vertical de su Selección Especial; Roda pasó revista a las tres últimas añadas de Cirsion y Roda I Blanco; La Rioja Alta, S.A. presentó las nuevas añadas de sus Grandes Reservas; Gómez Cruzado exploró el ensamblaje de Montes Obarenes; Bilbaínas mostró en directo la técnica del degüelle; y Cvne combinó la cata de sus vinos de gama alta con un recorrido por la nueva exposición del artista Jaume Plensa (foto inferior). La propuesta, bastante alejada de sus conocidas figuras de grandes dimensiones, es una sucesión de gongs que aluden a actividades básicas del ser humano (incluido smell and drink, escritas en inglés), cada uno con un sonido diferente. Hay más que vino en el Barrio de la Estación de Haro.


Para nuestros lectores de SWL, hemos seleccionado un vino que nos gustó o sorprendió especialmente en cada una de las bodegas riojanas presentes en el evento.

Asúa Reserva 2019 Tinto. Cvne parece tener una capacidad inagotable para crear nuevas etiquetas. Con el nombre Asúa, tomado de una parte del apellido de los dos hermanos fundadores (el nombre completo, Real de Asúa, va para su tinto top que se vende en La Place de Bordeaux) la casa riojana lanza una gama dirigida solo a hostelería, con un diseño moderno que rompe con el estilo tradicional de sus etiquetas. Disponible en Crianza y Reserva, este último se estrenó con la cosecha 2018, y se presenta además como un vino de pueblo, con mayoría de uvas de Haro y un porcentaje inferior al 15% (tal y como establece la normativa) de viñedos en Villalba. El corte es más moderno que la línea de Cune, con más roble francés que americano. Balsámico, especiado, sabroso y con un final seco.


Montes Obarenes 2021 Blanco. Gómez Cruzado ha firmado una de las añadas más equilibradas e interesantes de este blanco que mezcla viura (65%) con tempranillo blanco (25%) y pequeños porcentajes de malvasía, garnacha blanca y calagraño. Es un vino que lo tiene todo: complejidad aromática (anisados, ahumados, fondo meloso), elegancia, la acidez justa, y fluidez y cremosidad en boca. Tendría que mantenerse en forma por lo menos una década.


Gran Reserva 904 2016 Tinto. La Rioja Alta ofreció una avanzadilla de la nueva cosecha del 904, aún sin fecha de salida oficial ya que depende de la finalización de la venta del 2015. Aunque 2015 fue la primera añada en la historia de 904 en recibir la distinción de Selección Especial, la 2016 no se queda atrás. Fue una cosecha generosa, pero de maduración muy lenta que premió a quienes supieron esperar. El propio director técnico, Julio Sáenz, la definió en su momento como la vendimia “de la paciencia”. El vino se siente aún joven, pero se mantiene fiel al decálogo de finura y sutilidad de la marca, con agradables notas especiadas y un paladar sápido y aterciopelado.


Viña Pomal Gran Reserva 2016 Tinto. Con el término Pomal llevándose ya todo el protagonismo, el Gran Reserva estrena etiqueta con aire retro y la seriedad que pide la categoría. El ensamblaje, curiosamente, es el mismo que el del 904 de La Rioja Alta: 90% tempranillo y 10% graciano. La graciano viene de Vicuana, el mismo viñedo que le da una personalidad tan característica al parcelario Viña Vicuana, pero aquí el concepto es más clásico, con envejecimiento de las dos variedades por separado en roble americano y un año de crianza conjunta en fudre. Buena carga especiada (clavo, nuez moscada), con buena tensión en el paladar, acidez y cierta potencia tánica. Un tinto para guardar.


Aro 2021 Tinto. De Muga hemos elegido su tinto más moderno y difícil de probar porque no se elabora todos los años. También es el más caro (unos 270 €) y escaso (poco más de 6.000 botellas en esta añada). Aunque se repiten las variedades, aquí la graciano tiene más peso y, de hecho, la elaboración de Aro está condicionada por la calidad y maduración que se consigue con esta uva. Hay que decir que, pese a ser un tinto profundo e intenso, los niveles de extracción se han moderado notablemente con respecto a sus primeras cosechas. La combinación de notas cárnicas y toques herbales y de hojarasca de la graciano es magnífica. Hay sitio también para la mina de lápiz y los toques florales. En boca es potente, tenso y brillante. 2021 es una cosecha magnífica y éste es un excelente vino de guarda.


Roda I 2019. Sin cambiar el ensamblaje, en esta añada se reduce la presencia de graciano a un 5%. Es increíble los estilos tan distintos que pueden nacer de combinaciones similares. Lo que más nos gustó de este 2019 fue su entereza y abundante presencia de fruta negra y algo de fruta roja. La discreción en el uso de la madera da más protagonismo si cabe a la fruta. En boca destaca la frescura, más de la que cabe esperar de la cosecha 2019, la tensión y el perfecto equilibrio. Otro vino con vida por delante.


Firma

Amaya Cervera

Periodista especializada en vino con más de 25 años de experiencia. Fundadora de Spanish Wine Lover y Premio Nacional de Gastronomía a la Comunicación Gastronómica 2023