Una recopilación de artículos sobre mujeres profesionales del vino

Durante las semanas previas al 8 de marzo, nuestro buzón de correo se llena con propuestas de entrevistas a enólogas, responsables de bodegas y, en general, mujeres profesionales del vino. ¿No sería mejor -pensamos con frecuencia- que esta fuera una tarea de 365 días del año?
Cuando se dice que a las mujeres les queda mucho camino por recorrer en el sector, no es un cliché. Aunque están presentes en todos los ámbitos del vino, desde la viticultura y la enología a la gestión, la comercialización y la investigación, su visibilidad y acceso a puestos de decisión no es, de ningún modo, proporcional a esa presencia. Esto es evidente en a catas, congresos y ferias.
El granito de arena de SWL al Día Internacional de la Mujer es una recopilación de artículos que reflejan el trabajo de las profesionales del sector. Hay muchísimas más que no aparecen aquí, pero sí en nuestras reseñas de bodegas, selecciones de vinos y posts en redes sociales -y las que nos quedan por conocer. Nos gustaría celebrar recordando lo que queda por conseguir. Es el mejor homenaje a las mujeres, fuertes y luchadoras, que nos precedieron. Como Pilar Pla Pechovierto, de Maestro Sierra, que falleció un 8 de marzo de 2020.
Intentamos que la voz de las mujeres esté representada en nuestra actividad informativa a lo largo del año y rara vez hemos escrito historias específicas sobre género. Una excepción es el artículo Mujeres que mandan en el campo, publicado el año pasado por estas mismas fechas. En él se destacaba la labor de seis profesionales de la viticultura para mostrar cómo, poco a poco, las mujeres van ganado terreno en este ámbito: una viticultora (Ascensión Robayna), una responsable de viñedo (Natalia Olarte), una consultora (Bárbara Sebastián), una gestora de finca (Clara Herrero), una profesional multidisciplinar (Maribel Bernardo) y una investigadora (Pilar Baeza).
Referentes
Pascaline Lepeltier. “Los títulos [mejor Sumiller de Francia y Master Sommelier] me permitieron acceder a un montón de oportunidades increíbles, pero en realidad no fui la primera mujer. En los años 80, dos mujeres ganaron en la categoría de restaurante/sumiller, pero nunca se les reconoció su triunfo. Una de ellas fue al concurso de Mejor Sumiller del Mundo de 1992 como suplente y tampoco se la mencionó. Aquello fue una tremenda decepción para mí. Estas mujeres se merecían un reconocimiento porque rompieron el techo y fueron las verdaderas pioneras”.
Sarah Jane Evans MW. “Trabajaba para la revista BBC Good Food cuando conseguí mi diploma WSET en 1997 y en las catas de vino en Londres había hombres con trajes de rayas que me miraban con desprecio. Sentía que tenía que justificarme de alguna manera, mientras que ahora una tarjeta que dice MW es suficiente. El Master of Wine me ha abierto todo tipo de puertas.”
Almudena Alberca MW, primera mujer española en acceder al selecto club de Master of Wine. “Tuve la suerte de empezar en una empresa moderna que había contratado una enóloga neozelandesa. Creo que he tenido que trabajar mucho al ser joven y de primera generación. El factor mujer joven se nota, pero en Nueva Zelanda conocí gente con estudios que había hecho 12 vendimias en distintos lugares del mundo y allí estábamos todos como peones. Me di cuenta de lo importante que era formarse y trabajar bien”.
Bodegas lideradas por mujeres
Estas son algunas de las bodegas sobre las que hemos escrito con detalle en SWL, cuyo posicionamiento no se entiende sin el impulso, la energía y el excelente trabajo realizado por destacadas profesionales del vino.
Maestro Sierra. Con un fundador dispuesto a superar todo tipo de dificultades para cumplir su sueño de ser almacenista de vinos, esta admirada bodega jerezana ha acabado dirigida por mujeres expertas en remar a contracorriente. “Mi madre tenía que ir a trabajar con la abuela, de 80 años. Decían que las mujeres no podían estar solas en una bodega con cuatro hombres”, recuerda Carmen Borrego Pla.
Victoria Ordóñez. Una referencia en el sur por su trabajo, sus conocimientos y compromiso con la recuperación de los blancos de pedro ximénez de los Montes de Málaga. “Las mujeres nos hemos dedicado toda la vida a la crianza y el vino es precisamente eso; necesita mimo, cuidado y atención, casi como una persona y además cambia a lo largo del tiempo”.
Sara Pérez. Heredera de Mas Martinet en Priorat, comparte Venus La Universal con su marido René Barbier en Montsant. Le parece tan interesante recuperar tradiciones perdidas como llevar a cabo su propia lectura: “Cada generación tiene que poder hacer su propia interpretación”, defiende, pero no sin condiciones.
Victoria Torres Pecis. Es la heroína de la isla de La Palma (Islas Canarias), donde el cultivo está lleno de retos y dificultades. “Las mujeres aquí tenemos que ganarnos el respeto”, dice.
Berta Valgañón. En Pretium Viñedos Centenarios (Cuzcurrita del Río Tirón, Rioja), Berta es un poco mujer orquesta. Aunque cuenta con ayuda puntual en vendimia y para el embotellado, ella sola se encarga del trabajo en bodega y en el campo, donde cuenta con 10 hectáreas cultivadas en ecológico —algunas plantadas por ella misma— de nueve variedades diferentes en Villaseca y Fonzaleche.
La del Terreno. Violonchelista y productora, Julia Casado sacó adelante un mini-proyecto de vinos naturales en Murcia con la monastrell como protagonista. ¿Cómo? Pidió un crédito de 35.000 euros para construir una diminuta bodega modular a partir de materiales prefabricados.
Barco del Corneta. Barco del Corneta es el nombre del pinar que enmarca el viñedo de cinco hectáreas y media que la enóloga Beatriz Herranz y su madre María Antonia Sanz plantaron en 2008 en el paraje de Cantarranas, en La Seca (Valladolid), a partir de esquejes de verdejo de una viña vieja del municipio. El terreno era una herencia del abuelo.
Sandra Bravo. Le hastía que definan sus vinos de Rioja como femeninos. “Yo prefiero ser invisible y que los vinos hablen y expresen el trabajo y la pasión que pongo en hacerlos, pero me horroriza que me clasifiquen por género. Yo quiero jugar en la misma división que los demás y que hablen de mis vinos.”
Parès Baltà. Marta Casas dirige la elaboración de todos los espumosos (DO Cava) y vinos tranquilos (DO Penedès) de la bodega que suman 20 referencias.
Las Pedreras. Bárbara Requejo está al frente de esta bodega que comparte con su pareja Guzmán Sánchez y que busca revitalizar la tradición vitícola de Ávila (Cebreros, Sierra de Gredos). “Todavía hay opciones de recuperación, pero se necesita un cambio en la legislación a favor de los que vivimos en el mundo rural”, dice.
Vignerons de la Sonsierra. En San Vicente (Rioja), Vicky Fernández comparte con su pareja, José Gil, todas las tareas desde embotellar a podar o conducir el tractor y labrar. “He tenido la suerte de que José me ha querido enseñar todo y ha contado conmigo siempre. Me ha animado a montarme en el tractor y no le ha importado que me llevara alguna cepa por delante al principio. Siempre ha confiado en mí y eso te anima a hacer de todo”.
O Cabalín. Teresa López Fidalgo lidera el día a día de este proyecto de recuperación de viñedo viejo en Valdeorras. “Mi abuelo siempre hablaba de O Cabalín y decía que tenía las mejores viñas de la zona para hacer vino tinto”.
Bodegas San Alejandro. Yolanda Díez, lleva desde 1997 en esta cooperativa modélica de Calatayud, primero en exportación y desde 2003 como gerente. “Ahora somos capaces de hacer vinos de manera casi artesanal, pero también productos de rotación y volumen con una precisión comparable a los de producción limitada”, señala.
Amaren. “Ángeles no fue, como dice el tópico, esa gran mujer que siempre hay tras un gran hombre,” explica su hijo Juan Luis en el prólogo del libro Luis Cañas, Labrador de un Sueño, escrito por Javier Pascual para conmemorar el 90 cumpleaños del patriarca riojano, fallecido en 2019. “Mi madre fue la gran mujer que, codo con codo junto a mi padre y aportando cada uno lo mejor de sí mismos, contribuyó a poner los firmes cimientos sobre los que hoy en día nos apoyamos”.
Doniene Gorrondona. Itziar Insausti es la enóloga y alma máter de esta ejemplar bodega de txakoli de Bakio (Bizkaia). Muy activa a la hora de explorar las posibilidades de la zona y sus variedades, confiesa que no le gusta sobrepasar “la barrera de que el producto no parezca txakoli”.
La Gravera. La llegada de Pilar Salillas, como directora general y enóloga de la bodega en 2018, marcó un cambio de rumbo encaminado a la recuperación de viñedos olvidados en la zona de influencia de la Serra Llarga en Lleida.

Amaya Cervera
Periodista especializada en vino con más de 25 años de experiencia. Fundadora de Spanish Wine Lover y Premio Nacional de Gastronomía a la Comunicación Gastronómica 2023
Viñedos de La Provincia 2021 Tinto
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