Catas
“No tiene sentido decir que una viña es vieja solo por cumplir 35 años”
Quizás por la expectación generada por los protagonistas o por la oportunidad de probar algún unicornio líquido, "Viñas viejas, más allá de la belleza" fue una de las catas que más asistentes congregó en la Barcelona Wine Week. Con ocho tintos delante de cada asistente, se buscó centrar el debate en lo que realmente define a una viña vieja.
Desde el principio, el moderador de la charla, Fernando Mora MW, puso sobre la mesa la decisión de la OIV de considerar viña vieja a aquella de más de 35 años, una definición que generó cierto escepticismo entre los ponentes. "No tiene sentido decir que una viña es vieja solo por cumplir 35 años", señaló Raúl Pérez, referente de los vinos del Bierzo. "Lo importante es su sistema radicular y el espacio que ocupa en el suelo".
Ricard Rofes, enólogo de Scala Dei, la bodega más antigua del Priorat, coincidió con el productor berciano y añadió que la velocidad de desarrollo de las cepas depende del suelo. “Las viñas viejas en pizarra del Priorat tienen unas raíces muy profundas y han sufrido más que las jóvenes. Con la sequía que venimos arrastrando, este año hicimos una cata de suelos a dos metros de profundidad y solo encontramos polvo".
Carlos Cerdán, de Bodegas Cerrón, que trabaja con más de 70 hectáreas de viña vieja, muchas de pie franco, trasladó la discusión a los suelos de Jumilla, donde las condiciones extremas ponen a prueba tanto a las cepas como a los viticultores. "La colonización del suelo es más lenta en suelos arcillosos que en los arenosos, lo que hace que la viña tarde más en coger agua y nutrientes y establecerse. Como las personas, hay viñas viejas con 30 años y otras jóvenes con 60".
Viñas viejas vs jóvenes
La cata aportó una dimensión tangible a la conversación. Se probaron etiquetas de altura –en metros sobre el nivel del mar, aunque alguna también en puntuación, clase y precio– y de diferentes procedencias, pero el contraste más didáctico fue el que propuso Ricard Rofes con sus Garnatxas de la añada 2023. Ambas procedían de la finca Masdeu, pero una era de viñas viejas plantadas en 1974 (complejo y con más capas, parte del futuro Scala Dei Masdeu 2023) y otra de viñas jóvenes replantadas en las faltas (fresco, expresivo y parte del futuro Cartoixa 2023). Ambos vinos demostraron que la finura y la bebilidad no están reñidas con el carácter mediterráneo, en un mundo donde la globalización tiende a estandarizar estilos.
"Todos queremos hacer Borgoña y eso va a ser un problema", lamentó Pérez. "Los vinos antes se hacían para beber, pero ahora se hacen para catar. Estamos perdiendo identidad".
Aunque concedió que las cepas viejas permiten enfocar mejor el trabajo, matizó que la verdadera diferencia no está entre viña vieja y viña joven, sino en el manejo del viñedo. “Donde se ve realmente la diferencia es entre una viña bien trabajada y una que no lo está". Y dejó otro mensaje claro: "Otro elemento muy importante es el material vegetal que se está plantando en las viñas jóvenes. La selección genética antes duraba 50 años; ahora dura uno".

Otro punto de debate fue el momento de la vendimia. "Existe la creencia de que las viñas viejas deben vendimiarse más tarde, y es al revés", aseguró Pérez. "Lo bueno de una viña vieja es que puedes vendimiar a 9-10% de alcohol y el vino sigue siendo equilibrado". Rofes coincidió y precisó: "La ventana de vendimia es más estrecha en una viña vieja; de entre dos y tres días. En una joven vas más holgado. El viñedo viejo da equilibrio y estabilidad, pero no tiene por qué ser mejor; eso sí, en la viña joven necesitas más trabajo".
Con su estilo directo y claro, Raúl Pérez dejó una de las frases más comentadas de la sesión: "La no intervención es la gran intervención". Un recordatorio de que la viticultura no es solo dejar hacer a la naturaleza, sino entender sus tiempos, formas y límites.
Fernando Mora cerró la sesión con un mensaje optimista y orgulloso, que recibió un aplauso del público: "El patrimonio de viña vieja que tenemos en España nos diferencia del resto del mundo. Defendamos el vino intelectual".
Vinos catados:
Garnatxa de Masdeu Viña Joven 2023 (Cellers Scala Dei)
Matas Altas 2023 (Bodegas Cerrón)
Ultreia Villegas 2022 (Raúl Pérez)
Garnatxa de Masdeu Viña Vieja 2023 (Cellers Scala Dei)
Supersónico Garnacha 2022 (Frontonio)
Los Yesares Pie Franco 2022 (Bodegas Cerrón)
Viariz Vino de Altura 2021 (Raúl Pérez)
Psicodélico Mezcla de Variedades 2022 (Frontonio)
Firma
Yolanda Ortiz de Arri
Periodista con más de 25 años de experiencia en medios nacionales e internacionales. WSET3, formadora y traductora especializada en vino
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