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El ambicioso camino de la sumillería española, cada vez con más voces de mujer

La percepción del papel de la mujer en la sumillería española ha dado un salto de gigante tras la celebración del último Campeonato de España en el que Marta Cortizas (a la izquierda en la imagen), del triestrellado El Celler de Can Roca (Girona), se alzó con el primer puesto, y Anna Casabona (derecha), sumiller y formadora de la bodega Juvé & Camps en Penedès, ocupó la segunda posición. 

A sus 33 años, Cortizas se convierte en la tercera mujer en hacerse con el máximo galardón tras Henar Puente, que lo consiguió en 2004, y Pilar Cavero, actual crítica de vinos en el diario ABC, quien se hizo con el título en 2013 mientras trabajaba en El Celler de Can Roca. Sin embargo, es la primera vez que dos mujeres comparten las dos primeras posiciones del podio.

La competición, celebrada el pasado mes de abril en Madrid en el marco del Salón de Gourmets, también ha supuesto un punto de inflexión respecto a su dinámica y objetivos.

Momento de cambios

Mejorar la formación, subir el listón de la sumillería española y reforzar su presencia internacional son los principales objetivos de la entidad organizadora del campeonato. La recién rebautizada UES (Unión Española de Sumilleres; antes UAES -Unión de Asociaciones Españolas de Sumilleres) cuenta desde hace poco más de un año con una nueva junta directiva particularmente dinámica encabezada por el presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones de Sumilleres, Rafael Bellido. El cambio de perspectiva se empezó a notar ya el año pasado con la celebración en Sevilla de la edición 2024 del Bootcamp de la ASI (Association de la Sommellerie Internationale) para Europa, África y Oriente Medio. Se trata de una formación intensiva de tres días con master classes, talleres y catas impartidas por sumilleres de primer nivel como el actual campeón mundial, el letón Raimonds Tomsons.

Esta nueva visión se ha reflejado también en el campeonato nacional, al que se ha querido dar un carácter más internacional, tanto en las preguntas del examen teórico, como con el hecho de otorgar puntos adicionales a quienes realizaran esta prueba en inglés. Detrás de estos cambios está un renovado Comité Técnico que ha incorporado a ganadores de pasadas ediciones como Josep Pelegrin, Ferran Vila, Jon Andoni Rementeria, Manuel Jiménez, Álex Pardo y a la veterana Henar Puente. Carles Aymerich, que ejerce de director del comité, se clasificó entre los 12 primeros del mundo en el campeonato mundial de 2010 celebrado en Santiago de Chile.


Diego Alfonso Tornel, sumiller canario de 37 años que oficia en el Hotel Paradisus Gran Canaria by Meliá y tercer clasificado en el campeonato nacional de este año, ve con buenos ojos que las pruebas se orienten a alcanzar una mejor preparación para los concursos internacionales. Con una larga experiencia en restauración, tanto en la parte de cocina como de vinos en distintos países de Europa y Asia, esta era su tercera participación en el certamen nacional y su favorita hasta ahora. “Me ha parecido más divertido que en años anteriores; tener pruebas sorpresa te mantiene vivo; me gustó que nos hicieran improvisar porque eso te obliga a estar más atento”. 

Dos generaciones de mujeres sumilleres

Tornel, quien ya había coincidido con Marta y Anna en otras competiciones, se siente orgulloso de compartir podio con ellas y de que haya una mujer en el primer puesto. “Más que competitividad, hay mucho compañerismo; compartir experiencias nos hacer crecer a todos”, señala.

Paulatinamente, las mujeres van ganado peso en la profesión. La actual junta directiva de la UES tiene a Anna Vicens, presidenta de los sumilleres catalanes desde 2016, como vicepresidenta y a la enóloga Cristina Osuna, de Toro Albalá, como vicesecretaria. Vicens, primera mujer en liderar la asociación en Cataluña, la más grande de España con 673 socios, de los cuales 232 son mujeres, señala que antes de la llegada de la nueva junta nunca se había planteado que hubiera una mujer en la UAES. “Hace falta trabajar con nuevas visiones para cambiar las cosas. No tenemos que ocupar cargos por ser mujeres, sino por ser buenas profesionales, lo que pasa es que no nos daban la oportunidad. Ahora podemos demostrar que tenemos ganas, criterio, visión y que no nos asustan los cambios. Necesitamos buenos profesionales, hombres y mujeres, para dar voz, presencia y valor a la profesión. Y nosotras quizás somos más prácticas y resolutivas, menos personalistas”, apunta.

El último Campeonato de España, que ha aupado a dos generaciones de mujeres profesionales del vino, ha sido la escenificación perfecta de esta evolución. Si Anna Casabona es el imagen de la constancia y la experiencia, Marta Cortizas refleja el entusiasmo, la energía y la profesionalidad de los jóvenes sumilleres que vienen pisando fuerte.

Nacida en A Coruña, las primeras pasiones de Cortizas fueron el arte, la danza y el teatro, pero su pareja, cocinero profesional, le animó a estudiar sumillería en el INGAVI (Instituto Galego do Viño). “Desde el primer día sentí que esto era para mí. Me encanta estudiar y el vino es geografía, historia, climas suelos, variedades… Además, siempre he tenido la parte sensorial muy desarrollada”, explica. Fue la primera de su promoción y en 2021 entró en prácticas en El Celler de Can Roca, donde encontró un gran mentor en Josep “Pitu” Roca. “Nunca pensé en presentarme a un concurso; solo me veía competitiva y exigente hacia mí misma, pero Josep me convenció de que era una buena manera de seguir estudiando y preparándome”.


No le pudo ir mejor. En 2023, en su debut en el Campeonato de Sumilleres de Cataluña, quedó tercera; en su segunda participación al año siguiente ganó el concurso. Lo que más disfruta de estas competiciones es la parte práctica de sala, que relaciona con el teatro y la danza. “Exige dosis de improvisación, me permite moverme, estar en contacto con la gente y cuidar de ella”. También le gusta el contraste entre los estudios reglados (tiene el certificado de la Master Court of Sommeliers y ahora está en lista de espera para a cursar el Advanced), en los que sabe que si domina el temario al 100% va a aprobar, y los concursos, mucho más abiertos y sin reglas fijas.

Anna Casabona, 53 años, puede presumir de una regularidad inquebrantable desde su primera competición en 2017 en el Campeonato de Sumilleres de Cataluña, donde quedó tercera y se ganó una plaza para la competición nacional. Lleva con buen humor el calificativo de “eterna finalista”, con seis segundos puestos consecutivos en el campeonato catalán, dos terceros en el nacional, en 2022 y 2024, y ahora una segunda plaza.


Casabona cree que ser enóloga le ha proporcionado una base de conocimiento muy importante. Sin embargo, cuando acabó la carrera en 1992, la situación económica no era buena y había muchas menos bodegas que en la actualidad, por lo que acabó creando un negocio de catering con su hermana que le llevó a interesarse cada vez más por el servicio del vino. “Me atrapó la parte comunicativa, el trato con la gente y poder compartir vinos y conocimientos. El sumiller es un puente entre las bodegas y los consumidores y me siento muy identificada con esta parte del trabajo”. Defiende además a quienes, como ella, realizan esta labor más allá de la sala y de la alta restauración, en tiendas especializadas y desde la parte de comercialización o de las bodegas. La mayor evolución que percibe en los últimos años es que “los sumilleres están cada vez mejor formados”. 

Orgullo y referentes

También ha sido testigo de la presencia creciente de mujeres en la profesión. “Antes era prácticamente la única mujer en los concursos. Ahora es muy bonito porque, al menos en Cataluña, hay casi una paridad real. Y en el resto de España estoy viendo cada vez más mujeres y además en posiciones destacadas”, señala. Aunque, como gran veterana, también reconoce: “Para destacar tenemos que ser muy buenas”.

Cortizas, por su parte, ha vivido experiencias de todo tipo. “No veo diferencias entre compañeros y eso me pone el alma contenta”, dice. Aún así, sigue enfrentándose a comensales que le confunden con una camarera y le piden que avise al sumiller. Pero sabe mirar hacia adelante: “He conseguido cosas, no necesariamente por cambios en la sociedad, sino por los míos propios: saber poner límites, estar orgullosas de nosotras y que nos lo creamos. Es bonito que estemos ahí y que seamos más”, afirma.


También destaca la importancia de tener referentes. Como la propia Anna (“no hay nadie como ella”) o Audrey Doré (“ha sido mi fuerza y mi modelo; todo el mundo la respeta”), actualmente al frente del bar Vii de Girona tras haber sido jefa de sumilleres en El Celler de Can Roca y la primera mujer en ganar el Campeonato de Sumilleres de Cataluña. “Hace unos días estuvo en el restaurante Pascaline Lepeltier y me ha dado mucha fuerza ver que una puede conseguir lo que se proponga. También me estoy dando cuenta ahora de la importancia de lo que he conseguido porque puede animar a chicas jóvenes que igual no habían pensado nunca en presentarse a estos concursos”.  

Ambas alaban el buen nivel de la sumillería en Cataluña. Cortizas destaca las actividades de la Asociación de Sumilleres y la energía especial que irradia en la profesión. Y Casabona “el gran número de escuelas de hostelería que dan formación, además de tener un gran referente como Pitu Roca, que es responsable del gran nivel de los sumilleres que trabajan con él”. Anna Vicens está muy de acuerdo en este punto. “Pitu Roca es una escuela en sí misma. Él siempre intenta que una o dos personas de su equipo participen en los campeonatos. Otros restaurantes de nivel deberían mandar también a sus sumilleres para que tengan su espacio en el podio”. 

Las ambiciones de la última campeona de España están en sintonía con el nuevo impulso de la UES. “Seguir dando los pasos necesarios para continuar hacia el campeonato europeo y el mundial. No tengo prisa, quiero disfrutar el camino y ver todo lo bonito que te trae”.

Firma

Amaya Cervera

Periodista especializada en vino con más de 25 años de experiencia. Fundadora de Spanish Wine Lover y Premio Nacional de Gastronomía a la Comunicación Gastronómica 2023