Más de una década después de que el vino español fuera “el último grito” en la costa oeste de Estados Unidos, los consumidores profundizan un poco más en ese descubrimiento. La buena noticia es que están encontrando muchas cosas que les gustan. Los hosteleros y comerciantes de California han mantenido su gama de vinos españoles pero ahora es aún más variada. Por otro lado, los favoritos de siempre se mantienen porque a veces lo viejo vuelve a ponerse de moda.
“Sólo hemos cambiado nuestro enfoque, no los vinos”, dice George Cossette, propietario y gerente de Silverlake Wine, una tienda de vinos de Los Ángeles. “Hay etiquetas especialmente consistentes que mantenemos todo el año, pero nos gusta explorar nuevas regiones y productores. Descubrir nuevos vinos es parte de nuestra filosofía, y descubrimiento además equivale a cambio”, explica Cosette. Las “nuevas regiones” incluyen Canarias (“tan tradicional que es vanguardista”) y el Bierzo. “Ambas zonas tienen la suficiente diversidad y expresividad como para crear una categoría confortable de modo que los consumidores puedan encontrar un productor cuya interpretación de la variedad se aproxime a sus gustos”, explica. “Si al cliente le gustan los vinos naturales, probablemente se sienta atraído por el exotismo de algunas variedades canarias,” añade este californiano. “Hay otros vinos que no son tan rompedores y son más adecuados para conseguir que alguien con gustos más convencionales se atreva a probar algo nuevo”.
Para Taylor Parsons, director general del restaurante République en Los Ángeles, el Bierzo “está surgiendo con fuerza… y con algunos vinos fantásticos” mientras que los blancos de Galicia y el País Vasco se están convirtiendo “en algo habitual”, mientras que para Stephen Gelber, uno de los socios del restaurante smoke.oil.salt. en Los Angeles, los vinos más interesantes en este momento proceden de Canarias y de Castilla-León, “especialmente Bierzo y Toro”.
En San Francisco, Ian J. Adams, subdirector del restaurante 15 Romolo, explica que ellos seleccionan “productores jóvenes, atrevidos y conscientes del medio ambiente en regiones como Terra Alta, con variedades como la garnacha y la cariñena, y en la zona montañosa y remota de la Sierra de Salamanca, con vinos ligeros y elaborados con una variedad aromática como la rufete”.
A Adams también le atrae Rías Baixas, una región consolidada pero que está forjando una nueva identidad. En su opinión “los vinos de mesa producidos en masa y sin expresión” están en retirada mientras que están surgiendo “docenas de pequeños viticultores centrados en el terroir y que están dando el salto al plano internacional”.
Otras regiones tradicionalmente fuertes en Estados Unidos están aguantando bien. “Priorat todavía tiene tirón con los seguidores de [Robert] Parker”, comenta Parsons, mientras que a Cossette le sorprende la popularidad de vinos como el txakoli: “La oferta se agota antes que la demanda”. En opinión de Adams, “Rioja, Ribera del Duero y Priorat siguen siendo los grandes pesos pesados y los más fáciles de vender”. Las bodegas tradicionales son más populares que nunca. “Bodegas Muga, López de Heredia, Remelluri y Marqués de Murrieta se están beneficiando de esa vuelta tan evidente hacia los riojas más tradicionales por parte de los sumilleres, y por ende, del público”, asegura Adams.
Cossette y Parsons mencionan asimismo la popularidad continuada de los vinos de López de Heredia, a los que Cossette suma Viña Saturnia de Bodegas Ramón Ayala y Parsons, La Rioja Alta y Cvne. “Estos vinos ofrecen una gran calidad a precios asequibles”, explica Parsons. “Son vinos finos de guarda, fabulosos con gran cantidad de platos”.
El consumo de vino en Estados Unidos se ha incrementado un 50% durante este siglo y los vinos españoles han jugado un papel importante en este crecimiento. Al aumento del interés y de las ventas —las importaciones han mantenido una subida en torno al 10% anual en los últimos cinco años— ha contribuido la renovada popularidad del jerez, ya sea en cócteles o sin mezclar, especialmente entre los jóvenes.
Adams y Michelle Matthews, la chef de 15 Romolo, fueron los mejores de Estados Unidos en la Copa Jerez, un concurso internacional de maridaje de jerez y gastronomía, y volverán a competir de nuevo en junio por el título mundial. En opinión de Adams, el jerez es “el vino de mejor relación calidad-precio en crianzas prolongadas”.
Gelber, por su parte, hace “todo lo posible por promocionar el jerez y educar al paladar americano en las peculiaridades de esta región. A pesar de que las ventas de jerez han disminuido en el mundo, en Estados Unidos siguen al alza”.
Algo similar ocurre con las ventas de cava, un vino que se está convirtiendo “en una palabra genérica para los espumosos baratos” en opinión de Cossette. “Esto puede ser bueno y malo. Para vender un cava de precio más elevado hay que explicárselo bien a los clientes, pero si ya se ha establecido un relación de confianza, a la mayoría se le acaba convenciendo para que den el salto cualitativo”. En lo que respecta al cava Adams destaca su “textura increíble, fina burbuja y esas notas clásicas de brioche en nariz, pero sin el precio extravagante del champagne”.
A pesar de su popularidad, Cossette cree que todavía hay margen de crecimiento para el cava: “Es un buen momento para que los nuevos productores se pongan las pilas”. Los consumidores jóvenes están más abiertos que nunca a probar cosas nuevas y buscan productos artesanos. Y añade convencido: “Creo que en España o se ha intentado buscar el nivel de los grandes vinos de Burdeos o el objetivo ha sido el de vender mucho y barato, pero realmente hay bastante margen entre estos dos extremos. Hay mucho mercado para un cava bien elaborado con un precio de venta al público entre 15 y 25 dólares”.
Gelber, cuya carta de vinos recoge más de 100 referencias de nuestro país, considera que, en general, a los consumidores americanos los vinos españoles les parecen fiables y a menudo incluso emocionantes. “Lo bueno de los vinos españoles –concluye– es que puedes encontrar gran calidad a muy buenos precios en casi todos los niveles y, por tanto, para todos los bolsillos”.