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1. El restaurante Maxwell, en Washington DC. 2. Brent Kroll (derecha), propietario del restaurante Maxwell, y parte de su equipo. 3. Una de las tiendas de la cadena Binny's Fotos cedidas por el restaurante y la cadena de tiendas

Estados Unidos

Tintos españoles para el otoño americano

Bill Ward | Martes 24 de Octubre del 2017

Con la llegada del otoño, crece el apetito de los americanos por los tintos españoles. De costa a costa, comerciantes y restauradores observan un repunte en las ventas, no solo de Rioja sino de una creciente selección de tintos españoles que están presentes en el mercado estadounidense desde hace unos años.
  
“Se nota un repunte en todos los tintos españoles”, asegura Brent Kroll, propietario del restaurante Maxwell en Washington DC, y director de vino para la región en Neighborhood Restaurant Group. “Rioja todavía domina el mercado, pero hay regiones como el Bierzo, Ribeira Sacra o Monterrei que también funcionan bastante bien”.

Sus palabras tienen mucho sentido. Estos vinos, generalmente potentes pero sin ser pesados, son muy bebibles y serios y especialmente adecuados para la gastronomía otoñal.

“La garnacha es una buena opción para comenzar. Las que tenemos aquí son más concentradas y con más potencia que otros vinos con base de garnacha de otros países. Y con platos más contundentes, ese peso de boca es perfecto para maridar”, asegura Bill Abrahamson, veterano comprador de la cadena Top Ten con siete establecimientos en Minneapolis-St. Paul. “El tempranillo es más elegante y va muy bien con guisos y sopas, con esas notas de hierbas y aromas especiados”.

De hecho, los tintos con la palabra Rioja en la etiqueta son siempre muy buscados, asegura Kroll. “Rioja siempre se ha vendido bien. Lo ponemos en la lista de vinos por copas y nunca falla; tiene muy buena rotación”. Pero tras años de oscuridad, otras regiones van ganando reconocimiento. “Quizás hace cuatro o cinco años no era tan fácil encontrar vinos de estas regiones”, afirma Krull.

Los Baby Boomers y Rioja

El impulso desde el país de origen también ha sido considerable. “España está invirtiendo agresivamente en promoción y marketing”, asegura Bob Calamia, comprador de la cadena Binny’s, con 37 tiendas en Chicago. “Gran parte de esa inversión se destina a catas para consumidores y personal profesional. Organizar catas para los profesionales ayuda a que recomienden lo último que han probado y les ha gustado”.

En Binny’s, las ventas de tintos españoles crecieron 1,5 millones de dólares en el último trimestre del año pasado. Calamia explica que la popularidad de Rioja ha aumentado desde que Cune Rioja Imperial Gran Reserva 2004 se convirtió en el Vino del Año de la revista Wine Spectator en 2013. “Rioja siempre ha sido la categoría más fuerte, pero desde entonces todavía lo es más,” afirma Calimia. 

Según Kroll, Rioja es especialmente popular entre la generación Baby Boomer, que ahora tienen entre 50 y 60 años. Los consumidores más jóvenes se atreven a probar vinos diferentes.

“Esta generación tiene muchas ideas preconcebidas sobre los vinos españoles,” afirma Kroll. “Los Millennials sin embargo quieren probar cosas nuevas por lo que es mucho más fácil traer vinos de lugares alternativos que se venden sin problemas”.

Los Millennials buscan vinos que se salen de la norma, incluyendo los llamados “vinos naturales”. Los vinos de Escoda Sanahuja de la Conca de Barberà tienen demanda en sus restaurantes entre las generaciones más jóvenes pero Kroll advierte que en esta categoría de vinos hay variación de botellas. “Hay buenos vinos 'naturales' pero a veces los jóvenes se empeñan en buscar 'arte' cuando los vinos no están correctos. Es como querer ver un Picasso en una pintura infantil”.

Un factor que contribute a que los tintos españoles sean populares en esta época y en cualquier otra es su coste. Abrahamson destaca el Río Madre Graciano de Jorge Ordóñez, que exhibe la etiqueta de Rioja y cuesta apenas 12 dólares.

Evidentemente, el precio puede ayudar a que muchos consumidores compren una botella, pero es el contenido lo que les llevará a adquirir de nuevo una segunda botella. “Estos vinos no solo son asequibles, sino que además son interesantes”, asegura Abrahamson. “Ofrecen notas terrosas, especiadas, de cueros y fruta. No son simples, tienen acidez y taninos agradables y son equilibrados”.

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