El Reflejo de Mikaela 2020 Tinto

Esta semana viajamos a territorio bobal. Aurelio García es un enólogo conocido por su trabajo en Valquejigoso (Villamanta, Madrid) y por sus asesorías en bodegas como Valdepotros (Carabaña, Madrid) o Lagar de Isilla en Ribera del Duero. Pero su corazón está en Cuenca, su tierra natal, donde junto a su mujer,  Micaela Rubio, ha puesto en marcha un proyecto que se abastece de uvas de Ribera del Júcar, pero que elaboran fuera de DO en su pueblo de La Alberca de Záncara.

El Reflejo de Mikaela (14.000 botellas, unos 18 €) es su tinto de entrada de gama, un bobal que busca dar placer inmediato gracias a una vendimia de fruta crujiente. Envejece unos pocos meses en vasijas poco porosas de arcilla y sílice, y en roble con cierta presencia de madera nueva, ya que es el vino que se utiliza para envinar las nuevas barricas que se van incorporando a la bodega. Nos gusta su frescura y paso fácil, que no están reñidas con la profundidad e intensidad de sabores. 

Una etiqueta muy recomendable para adentrarse en una región dominada por cooperativas y cuyos graneles están entre los más apreciados de Castilla-La Mancha, pero que necesita posicionarse en el mercado con vinos de corte más actual y, sobre todo, que pongan el foco en un patrimonio de viñedo viejo en riesgo de desaparición (en este vino hay cepas de más de 75 años) y en la personalidad de un terreno pedregosos que asegura una buena maduración, pero también permiten conservar la humedad del suelo.