Como parte del famoso "cinturón del vodka" la cultura sueca del beber se ha asociado tradicionalmente a los destilados de alta graduación, como el akvavit local. Todavía hoy el producto agrícola más exportado del país es el vodka Absolut. Pero las campañas emprendidas por el gobierno sueco y la evolución del gusto están convirtiendo al vino en una bebida cada vez más popular entre los consumidores suecos.
El consumo de vino superó al de los espirituosos por primera vez en 1977 y la tendencia ha continuado durante los casi 40 años posteriores, explica Johan Franco Cereceda, un conocido periodista y experto sueco especializado en España.
En la década de los setenta y ochenta, el vino era casi sinónimo de Rioja. Cereceda cree que el furor de estos vinos suaves y fragantes se debió en gran parte a la popularidad de España como destino turístico.
Los suecos regresaban de sus vacaciones en España con un gusto adquirido de los vinos de Rioja que, sin duda, eran los mejores de la época en el país, explica Cereceda. Estos vinos envejecidos en barrica no sólo armonizaban bien con la cocina tradicional del país conocida como husmanskost; también ofrecían unos precios muy competitivos. Por desgracia, las bodegas de Rioja incrementaron los precios sin hacer lo propio con la calidad y tras el récord de ventas experimentado en 1985 los suecos se han dejado seducir cada vez más por otros orígenes. De hecho y según señala Cereceda, "los consumidores de vino suecos son infieles y curiosos, y están siempre pendientes de lo que viene después".
Los sumilleres suecos tienden a ser francófilos o eurocentristas en sus selecciones. La gran mayoría de las cartas de vinos se apoyan en tintos y blancos de Borgoña y rieslings alemanes y austriacos, con el productor del Loira Clos Rougeard como el nuevo nombre de culto que está en boca de todos.
Los sumilleres son aún bastante inexpertos en lo que toca a España. Olly Bartlett de WineTrade, un importador con sede en Estocolomo, cree que esto se debe al escaso número de importadores especializados en vinos españoles. Los sumilleres suecos son conscientes de que están pasando cosas interesantes en España, pero no tienen claro qué. Están sedientos de información sobre los vinos españoles, pero evidentemente hay restaurantes que destacan especialmente en este capítulo. Los que siguen, según las recomendaciones de Cruz Liljegren y Olly Bartlett, son algunos lugares im-prescindibles para quienes quieran probar buenos vinos españoles en Estocolmo.
(Jakobsbersgatan 17. Tel.: +46 8 30 74 00)
Boquería sirve auténticas tapas como jamón de bellota, pimientos del padrón y boquerones en vinagre. Su carta de vinos ofrece una equilibrada selección de nuevas marcas y otras más clásicas. Se puede disfrutar una copa de manzanilla La Goya XL En Rama de Delgado Zuleta (120 kr /13 € / 15 cl.) mientras se echa un vistazo al menú y a la clientela hipster.
(Hornbruksgatan 24 Tel.: +46 8 22 00 21)
Este bar de reciente creación sirve una gran selección de vinos europeos en una atmósfera sin pretensiones. Ideal para compartir un ribeiro de Luis Rodríguez Vázquez (750kr / 80 €/ 75cl) y dejarse asesorar en todo lo que concierne a marcas españolas más modernas por los muy conocidos sumilleres Robert y Fredrik.
(Kronobergsgatan 37 Tel.: +46 8 410 681 00)
Un restaurante especializado en carnes y famoso por sus cortes de vaca bien madurados. Aquí se puede pedir un buen entrecot con media botella del oloroso VORS de Maestro Sierra (875kr). No te olvides del pañuelo porque la combinación de la grasa de la carne y este sápido y muy persistente vino generoso te hará derramar lágrimas de satisfacción. La factura también te hará llorar porque las buenas carnes cuestan lo suyo en Suecia.
(Kungsholms Strand 157 Tel.: +46 409 09 640)
El chef de origen catalán de este restaurante elabora impecables tapas en su preciosa ubicación junto al río y frente al palacio Karlberg. Para ponerse a tono con la elegancia del entorno se puede pedir el siempre muy especial y buscado cava Kripta de Agustí Torelló (850kr/75cl). La carta de vinos es algo más corta que la de Boquería y está centrada en vinos catalanes.
(Regeringsgatan 44 Tel.: +46 8 796 98 10)
Una de las mejores opciones para comprar vinos españoles en Estocolmo es esta tienda del Systembolaget (el monopolio sueco) que ofrece la mayor selección de vinos y destilados del país. El gobierno sueco implantó el monopolio del alcohol en 1955 como una medida para reducir los altos niveles de consumo. Sería injusto decir que a los consumidores no les gusta este sistema porque, de hecho, la mayoría es contraria a su supresión aunque no está claro si se trata de una decisión razonada o fruto de los millones de euros que el Systembolaget invierte en publicidad en televisión y medios de comunicación.
Volviendo a la tienda de la calle Regeringsgatan, auténtico buque insignia del monopolio, aquí se pueden encontrar más de 130 referencias de vinos españoles capaces de satisfacer casi todos los gustos. Los viejos clásicos como el Gran Reserva 904 de La Rioja Alta (299kr/75cl) están casi siempre en stock. Mientras que en la estanterías de “selecciones temporales” pueden encontrarse propuestas mucho más novedosas como la garnacha de Gredos La Mujer Cañón de Uvas Felices (579kr/75cl) o el rioja Altos de Lanzaga de Telmo Rodríguez (599kr/75cl). La selección incluye por supuesto blancos y espumosos españoles y gracias a las enormes dimensiones de la tienda también más de 30 referencias de jereces.
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