Referencia imprescindible para los amantes de los vinos blancos. Los viñedos están ubicados en la provincia de Segovia (Castilla y Léon) a una altitud media de 900 metros. Se extienden por el municipio de Nieva, donde se ubica la bodega y otros pueblos cercanos: Nava de la Asunción, Moraleja de Coca, Santiuste de San Juan Bautista, Bernuy de Coca, Villagonzalo de Coca, Aldeanueva del Codonal, Aldehuela del Codonal, Codorniz, Melque de Cercos y Ochando. Territorialmente entran dentro de la demarcación de la DO Rueda pero todos los vinos se comercializan en la actualidad como VT Castilla y León.
El proyecto nació en 2005 por iniciativa del viticultor local Ismael Gozalo y del antiguo director del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero Javier Zaccagnini. El objetivo era poner en valor el gran patrimonio de viñedo viejo de verdejo que había resistido a la filoxera gracias al carácter arenoso de los suelos de la zona. De hecho, éste es uno de los focos más importantes de viñas prefiloxéricas y en pie franco que se conservan en España porque durante gran parte del siglo XX las nuevas plantaciones se realizaron directamente y sin injertar. Los vinos se distinguen de otros verdejos de Rueda por su mayor corpulencia y mineralidad, y perfiles aromáticos más comedidos con notas de frutas blancas y hierbas.
Desde enero de 2016 la familia Ruiz, propietaria de Pago de Carraovejas en la Ribera del Duero, controla el 100% de las acciones tras haber adquirido la totalidad de las de Zaccagnini y una parte de las de Gozalo en 2013, y posteriormente las restantes del viticultor de Nieva.
Desde sus inicios, la bodega se ha distinguido por su trabajo ecológico en viña utilizando sólo abonos orgánicos y productos naturales obtenidos de extractos de plantas. En los últimos años se han adquirido nuevos terrenos hasta alcanzar las 115 hectáreas en propiedad. De éstas, 50 hectáreas se corresponden con parcelas de viñas prefiloxéricas o en pie franco, 20 hectáreas son viñas jóvenes y el resto se irá plantando progresivamente. Todos los vinos se trabajan con fermentaciones naturales.
Con la cosecha 2017 se estrenan nuevas etiquetas de todos los vinos y un cambio importante en el estilo del blanco de entrada de gama Quintaluna (110.000 botellas, 15 €) que pasa a tener más crianza con sus lías (de cuatro a nueve meses) y a combinar el acero inoxidable con partidas trabajadas en barrica y fudre.
El vino central del proyecto, Ossian (50.000 botellas, unos 33 €), es un verdejo con buen recorrido en botella que procede en su totalidad de viñas prefiloxéricas y/o en pie franco y se cría en recipientes de roble francés de distintos tamaños (desde barricas bordelesas a foudres) durante unos nueve meses. El top Capitel (1.500 botellas, unos 110 €) es un blanco de limitada producción con mineralidad (salinidad) especialmente marcada. Procede de uno de los viñedos más viejos asentado en un suelo con afloraciones de pizarra en el llamado Cordel de las Merinas.