Barcelona se convirtió la semana pasada en el centro del vino en España gracias a Alimentaria, la feria de alimentación que tiene en Intervín un importante capítulo dedicado al vino. Desde hace algunos años, se aprovecha la presencia masiva de profesionales del sector en la ciudad para organizar interesantes eventos paralelos. Lo que se ha venido en llamar el “off” de Alimentaria no deja de crecer y está claro que en esta edición se han batido todos los récords.
El formato de feria tradicional se asocia inevitablemente a las grandes bodegas que montan sus enormes stands, a menudo con catering propio para agasajar a clientes y distribuidores, y a los pabellones de comunidades autónomas o denominaciones de origen que agrupan un alto número de productores más modestos de sus respectivas zonas. La nota divertida y de color la ponen los grupos de pequeños productores alternativos que han comenzado a unir esfuerzos para acudir en grupo a ferias como Alimentaria o Fenavin, normalmente con stands más informales como el de los Inkordia, con chillones globos morados y barricas en lugar de mesas, o los Roca Madre, con fotos de James Bond y la reina de Inglaterra o Julio Iglesias como decorado.
Alimentaria tenía este año una sólida programación de catas y ponencias en Vinorum Think, un gran reclamo para mantener la atención diaria. Por este espacio pasaron casi todos los grandes prescriptores de vino español, desde los internacionales Pedro Ballesteros (en una comida inaugural en Monvínic), Luis Gutiérrez o Ferrán Centelles, en representación de Decanter, The Wine Advocate o JancisRobinson.com respectivamente, a líderes de las guías nacionales como José Peñín y Carlos González de Guía Peñín, Pilar Molestina, del Anuario de Vinos de El País, Andrés Proensa de la que lleva su nombre o Juan Fernández Cuesta por la de ABC, además de Víctor de la Serna y Juancho Asenjo en representación de elmundovino.com.
Lo que sigue es el recorrido de Yolanda Ortiz de Arri y el mío, a menudo realizado por separado para poder abarcar más, a lo largo de cuatro días más que intensos y un tanto frustrantes (imposible llegar a todo) por el on y el off de Alimentaria.
Un año más, la imponente Llotja de Mar, en los aledaños de los locales que Quim Vila regenta en la calle Agullers, fue la sede de la 9ª edición de la cata-concurso de vinos más popular del país. Allí, 130 parejas —10 más que el año pasado, dada la impresionante demanda— se batieron el cobre para adivinar origen, variedades, añada y marca de los siete vinos de cada eliminatoria y conseguir los 20.000 € del primer premio, que finalmente fue para Rafael Salas y José Antonio Díaz. Estos dos ingenieros de Repsol, enamorados del vino desde hace 20 años y habituales de las catas en La Ruta del Vino de Santander, demostraron que la cantera cántabra sigue en plena forma. Quizás, como dijo Philippe Cesco, co-ganador el año pasado junto con Jean Marcos Núñez, y compañeros de cata de los ganadores, la razón estribe en que tienen “una metodología buena”.
El segundo premio, dotado con 7.000 €, fue para el sumiller Rafael Sabadí y el profesor de hostelería David Martínez, ganadores de la primera edición en 2008, mientras que los 3.000 € del tercer premio se los llevaron Jaime Fernández, más conocido por su alias tuitero Jimmy Bubbles, y Santiago Rivas, autor de las irreverentes y refrescantes #instacatas de Colectivo Decantado.
En el camino se quedaron muchos aficionados y profesionales como Pilar Cavero, Luis Gutiérrez, Eulogio Pomares, Jonatan García o Armando Guerra. Jesús Barquín, del Equipo Navazos, es un habitual de la final, pero este año se le volvió a resistir la victoria. La que escribe y su pareja, @dr_tannin, no estuvimos muy acertados en la quiniela que supone la Cata por Parejas. Sí que acertamos en lo importante que es, sin duda, participar y disfrutar. Y.O.A.
Los integrantes de esta pequeño grupo de elaboradores demostraron que, además de ser capaces de hacer vinos con alma y autenticidad, también son unos artistas a la hora de organizar fiestas.
Los hermanos Arturo y Kike De Miguel (Artuke), Tom Puyaubert (Exopto), Óscar Alegre y Eva Valgañón (Alegre&Valgañón), Bárbara Palacios (Barbarot), Bryan MacRobert (Laventura), Sandra Bravo (Sierra de Toloño) y Olivier Rivière, recién aterrizado de Japón, se vieron desbordados por el interés que generó su convocatoria en la Fábrica Moritz de Barcelona.
Con un formato poco habitual y que los asistentes agradecimos, los vinos de los siete productores estaban juntos pero no revueltos, organizados por origen —de Rioja, de pueblo, de parcela y de finca— sin notas de cata y con autoservicio. Los productores estaban todos a mano, pero conscientes de que la gente había ido a disfrutar del vino, el jamón y la música de The Bonnie and Clyde Revue. Un éxito de naturalidad y frescura, en consonancia con este grupo de elaboradores empeñados en demostrar que en Rioja pueden convivir distintas sensibilidades y formas de hacer vino. Y.O.A.
Es el evento más multitudinario e imprescindible del off y en el que Vila Viniteca muestra su poderío y su impresionante portfolio de bodegas nacionales e internacionales. Aquí está literalmente “todo el mundo” tanto en lo que se refiere a productores deseados (ya sea por fama, originalidad, descubrimiento…) como a visitantes ilustres. Las salas se llenan con rapidez, los vinos más deseados se acaban o se abren a una hora concreta, acercarse a una escupidera puede implicar perder el sitio en una mesa…
Optamos por las novedades y por los vinos que tenemos menos al alcance y pivotamos por el Empordà desde la cariñena blanca y la garnatxa roja en clave natural de Cosmic Vinyaters a las muy interesantes etiquetas de Espelt: el frutal y fresco tinto de entrada de gama Sol i Vent y la fantástica cariñena vieja Coma Bruna que se retrata en la etiqueta en lenguaje internacional (¿fracatanglish?) como “Très Old Vinyes”.
Ningún nombre tan llamativo sin embargo como la nueva garnacha Manda Huevos de Norrel Robertson MW (El Escocés Volante) en Calatayud, muy fina y expresiva pese a lo que pueda sugerir la etiqueta. En clave más atlántica, impresionante la jugosidad y precisión de fruta de La Dama 2012 que pone muy alto el terruño de San Martín de Unx en la Baja Montaña navarra.
Si tuviéramos que dar un premio a las etiquetas más originales, se las llevaría Máquina y Tabla, el proyecto multirregional pero sin salir de Castilla y León de Oriol Illa y Susana Pastor, que describen la lucha entre el hombre y la naturaleza. Nos gustaron especialmente sus verdejos de Rueda y su garnacha de Gredos, donde cada día aparecen nuevos productores como es el caso de los Prieto Pariente, siguiente generación en el seno de la bodega José Pariente de Rueda, que también apuesta por elaborar en distintas zonas de Castilla y León.
Entre muchos otros vinos, nos encantó probar los nuevos proyectos “sin sulfuroso” de dos pesos pesados de Rioja, Abel Mendoza y Finca Allende, tan diferentes como sus propios estilos de vinos, ambos apostando por la fruta y en el caso del que elabora Miguel Ángel de Gregorio en Briones con fecha de caducidad en la etiqueta. Y los tintos con raza y estilo propio que elabora Jorge Monzón en La Aguilera (Ribera del Duero) dentro de Dominio del Águila. Esta fue parte de nuestra “Música del Vi”, pero seguro que hay tantas rutas y experiencias como asistentes. A.C.
Este año faltaba uno de los eventos más especiales y con más solera del off de feria: los "12 autores y sus vinos" que Carles Esteva viene puntualmente celebrando en su masía de Can Ràfols dels Caus. Tras el ictus que sufrió hace unos meses y pese a que se recupera favorablemente este año no se sentía con ánimo de un evento tan multitudinario, así que decidió invitar a sus distribuidores e importadores más cercanos y presentar su nueva bodega excavada en la roca de la que escribiremos con más detalle en breve.
Entre todo lo que pude probar del personal universo de variedades y elaboraciones de Esteba, siempre matizado por la geografía del Garraf y la fuerza de sus suelos calcáreos, me sorprendió su Gran Caus Blanco 2013, una muestra de la nobleza de la xarel.lo (aquí en compañía de chenin blanc) y su capacidad para evolucionar en botella pese a su elaboración aparentemente sencilla en acero inoxidable y sin trabajar las lías. La versión más compleja venía con el Xarel.lo Pairal 2006, un vino en el que sí interviene la barrica y que mostraba notas melosas y de hidrocarburo, textura suavizada en boca y un delicado final con esas resonancias calcáreas de la finca. 10 años parece ser una muy buena medida para este vino procedente de uno de los viñedos más viejos de la propiedad.
En tintos, sorprendente la finura del Sumoll 2013, que dejaba atrás la estela característica de rusticidad de la variedad para hacerse jugosa, fresca y primaria. Y muy fino también el vino conmemorativo del 30 Aniversario, un monovarietal de cabernet franc, de perfecta madurez y textura sedosa.
No muy lejos de allí, en Sant Sadurní d’Anoia, Raventós i Blanc celebraba una cena para prensa, clientes e importadores. Me encantó poder ver antes el Clos del Serral, el viejo viñedo de xarel.lo del que salen algunos de sus mejores cavas y vinos. Al estilo de los anfitriones, a los invitados se nos propuso una cata a ciegas en la que se mezclaron dos vinos de la casa (De la Finca y su nuevo blanc de noirs Textures de Pedra) con varios champagnes de pequeños productores, todos ellos elaborados a base de chardonnay.
El discurso de Manuel Raventós fue especialmente emotivo. Anunció a todos los presentes que el mítico roble de 500 años que presidía la bodega no había florecido esta primavera y que interpretaba este hecho como una invitación y un impulso al cambio. Su objetivo de liderar una DO centrada en la elaboración de espumosos de calidad en la Conca del Riu Anoia (aunque falta por ver la continuidad del nombre si este se convierte en una de las nuevas subzonas de la DO Penedès) sigue intacta aunque reconoció que requiere esfuerzo y paciencia y que quizás él no la llegue a ver. A.C.
Otra demostración de que con poco dinero, ganas y buena sintonía entre productores se pueden organizar eventos interesantes e integrados en la ciudad. Los productores Fredi Torres y Marc Lecha, con el apoyo de la tienda online Gourmet Hunters y los distribuidores Barcelona Vinos y Cuvée 3000, consiguieron juntar en una luminosa e íntima galería del Eixample a 21 bodegas alternativas y emergentes que dibujan el potencial y el talento de muchos jóvenes que elaboran vinos en toda la geografía española.
Nos gustaron:
La Asociación catalana Terra de Garnatxes organizó por tercer año en el hotel Omm una fiesta dedicada a la uva mediterránea por excelencia. En un ambiente nocturno, un tanto abarrotado y con luz tenue, una veintena de bodegas, principalmente catalanas, presentaron sus vinos a la concurrencia.
René Barbier sirvió Espectacle hasta que se agotó, lo mismo que el equipo de Scala Dei. De lo que pudimos probar destaca Finca La Genuina (garnacha) y La Personal, un especiado y sutil monovarietal de viñedos viejos de garnacha peluda de Edetària en Terra Alta o la mineralidad y frescura de Masdeu Scala Dei 2012. Y.O.A.
El día 26 se conoció la triste noticia del fallecimiento a los 61 años de Manuel Lozano, enólogo de Bodegas Lustau, por lo que César Saldaña, director del Consejo Regulador de Jerez y Jesús Barquín, del Equipo Navazos, comenzaron su cata de joyas del Marco con un minuto de silencio y un emocionado aplauso final de una sala repleta a este veterano de la flor y las soleras.
Tras este pequeño homenaje, recorrimos el Marco de Jerez con 13 vinos que representan la diversidad de estilos de estos grandes vinos que han vuelto a despertar el interés de muchos profesionales y aficionados.
La hora de cata se quedó muy corta para disfrutar de tanto gran vino pero nos maravillamos con el Williams & Humbert Fino 2009, un vino que recupera la tradición de las añadas y con un atractivo punto de oxidación que le da el reposo de los años, con la nueva saca primaveral de Solear en Rama, el amontillado VORS de Lustau, la finura de los palos cortados de Bodegas Arfe y de Fernando de Castilla o el contraste entre el poderío del Urium Oloroso VORS frente a la sobriedad elegante del Hidalgo La Gitana Oloroso añada 1986 de Bodegas Hidalgo en Sanlúcar. Jerez existe, revive y debe aprovechar este nuevo tirón porque tiene artillería pesada para conquistar millones de paladares. Y.O.A.
El día 27 se celebró la cata y conferencia compartida por Fernando Martínez de Toda y Antonio Palacios sobre el potencial vitícola y enológico de España.
Por la parte vitícola, el catedrático de viticultura de la Universidad de La Rioja Fernando Martínez de Toda pasó revista al viñedo español y defendió el viñedo en vaso tanto por su alta funcionalidad (mejor realización de la fotosíntesis y exposición) como por lo que representa de patrimonio propio. También lanzó algunas cifras espeluznantes como el hecho de que sólo las uvas del 1% de la superficie vitícola española se pagan a 1,5 € kilo, mientras que un 10% se puede considerar viñedo de calidad (100.000 hectáreas, uva a 0,80 € kilo) y el resto (0,50 € kilo o por debajo) es una viticultura de mínimos. En este sentido señaló que la sostenibilidad también se ha de entender cómo viabilidad económica, ya que sólo si el precio de la uva es suficiente se puede practicar una viticultura de calidad. Desde su punto de vista, los puntos fuertes del viñedo español son la gran superficie de viñedo, la diversidad climática y el potencial varietal que es posible gracias al factor humano.
Antonio Palacios recomendó el crecimiento y la innovación como elementos para combatir la crisis aunque también pasó revista a los precios escandalosamente bajos de los vinos españoles frente a los de países competidores como Francia. Dijo que equivocamos el proceso con el producto y que las decisiones tiene que tomarse pensando en el disfrute del consumidor y sus necesidades; de ahí la enorme importancia del estudio de preferencias de los consumidores. A.C.
Como, a pesar de nuestra pasión, seguimos siendo humanas, se nos escaparon varios eventos interesantes como Magnificat, un salón organizado por Primeras Marcas y Juve y Camps en Sant Sadurní d’Anoia con catas y conferencias con productores nacionales e internacionales; los eventos paralelos de Gramona y Recaredo, la cata de Mujeres del Vino, que congregó a 22 elaboradoras de diversas regiones catalanas y del resto del país en la Fábrica Moritz o el Terroir Breakfast organizado por el distribuidor Oriol Pérez de Tudela en la Taula de Vi de San Benet, una intrigante propuesta de maridaje de ostras, clotxa y jabalí, elaborados a medida por el restaurante Manairó para los distintos terroirs de los que nacen Camí de la Font, Mesies Garnatxa Blanca y Gatzara Trepat. ¡Intentaremos estar allí en 2018!