El simposio organizado por el Institute of Masters of Wine en Logroño el pasado mes de junio expuso a todos sus asistentes a una notable representación de vinos españoles. Tres de las cinco catas programadas tuvieron claro sabor local: la celebrada previamente a la cena de bienvenida en la Plaza de Toros, la que reunió a la nueva generación de pequeños elaboradores seleccionados por la experta en vino español Sarah Jane Evans MW bajo el título “La Nueva España” y la de productores de prestigio dirigida por Pedro Ballesteros MW bajo el sugerente lema de “Inspirational Spain”.
Pero además hubo representación española en la cata de vinos elaborados por Masters of Wine, en las cenas ofrecidas por bodegas de la zona y en la de clausura celebrada en Marqués de Riscal con vinos de los miembros del principal patrocinador del evento, la Fundación para la Cultura del Vino.
Hemos pedido a cinco de los asistentes al simposio, todos ellos de países diferentes y con distintas visiones del mundo del vino, que nos cuenten en qué medida su paso por Logroño ha cambiado su percepción del vino español, qué es lo que más les ha sorprendido y qué vinos y variedades les han encandilado. Al final del artículo podéis consultar un breve perfil de cada uno de ellos.
David Forer MW: Sinceramente, el simposio no ha cambiado mi percepción; más bien ha ratificado lo que ya pensaba del vino español. Catar vinos de López de Heredia o PX viejos de Toro Albalá confirman lo increíbles que pueden ser los vinos tradicionales españoles. También disfrutamos de una fantástica cata que mostró la fuerza y diversidad de “La Nueva España”: vinos de regiones que resultaron nuevas para la mayoría de nosotros y con variedades que muy pocos habíamos probado; elaborados por productores con talento, comprometidos con su trabajo ¡y muy apasionados!
Alex Hunt MW: Me ha abierto los ojos a nuevas regiones y ha servido para confirmarme que los estilos que estaba esperando desde hace años por fin empiezan a cobrar fuerza en España.
Eugene Mlynczyk MW: Hay una gran diversidad de regiones y vinos españoles de los que, en cierto modo, ya era consciente, pero algunas de las catas del simposio, incluida la de variedades y estilos menos habituales, me abrió mucho más la mente hacia todo lo que está cambiando en el vino español.
Kenichi Ohashi MW: La tendencia de elaborar vinos de terruño que reflejan la personalidad de viñedos concretos es especialmente emocionante.
Madeleine Stenwreth MW: Me sorprendió mucho la cata de descubrimientos. Sarah-Jane Evans MW y Pedro Ballesteros MW hicieron un trabajo increíble para reunir todos estos vinos que sirvieron para abrirnos los ojos a todos y cada uno de los que estuvimos allí. Debo decir que la cata “Inspirational Spain” de Pedro Ballesteros fue una de las más emocionantes a las que he asistido nunca. Por un lado, estuvo la gente, su pasión y sus historias; por otro, la forma en que mostraron su apoyo al Instituto al traer algunas de las joyas más increíbles de sus bodegas; parecía demasiado bueno para ser cierto.
David Forer MW: Me sorprendió mucho la diversidad de estilos. Los aficionados de fuera de España tienen la idea de que los vinos españoles son en general potentes como reflejo de un clima cálido. Pero, por ejemplo, los vinos del Bierzo pueden tener una gran elegancia, los de las Islas Canarias una asombrosa acidez, mientras que los del País Vasco pueden ser muy ligeros y divertidos. ¡España es un país con una gran diversidad!
Alex Hunt MW: La evidencia creciente de que se está cuestionando el estilo de potencia (“macho” es la palabra que utiliza Hunt) favorecido por muchos críticos durante las décadas de los 90 y 2000. Los excesos de extracción y concentración, el dominio de la madera y la oxidación están retrocediendo. La idea de que un vino tiene que ser “muy importante” para justificar un precio elevado está dando paso a un concepto de belleza. Esto es bueno para los consumidores y para el sector; los vinos frescos animan a la gente a disfrutar de una segunda copa.
Eugene Mlynczyk MW: Quizás más que sorpresas, diría confirmaciones del potencial de calidad y envejecimiento de muchos estilos de vinos de España. Los cavas de más calidad, jereces y blancos y tintos de Rioja fueron mis favoritos. ¡Creo además que los consumidores españoles deberían disfrutar de algo tan suyo como son los vinos de Jerez!
Kenichi Ohashi MW: Es fantástico poder ver tintos tradicionales de largas crianzas todavía en el mercado.
Madeleine Stenwreth MW: El enorme potencial de numerosas variedades y subregiones de las que nunca había oído hablar, ¡todas ellas con expresiones muy diversas y con mucho carácter!
David Forer MW: No dejo de asombrarme con Canarias. ¿Cómo es posible elaborar vinos de tanta calidad en una latitud tan meridional donde se cultivan plátanos y café?
Alex Hunt MW: Sí: el precioso Bierzo de Raúl Perez, la frescura y precision de vinos de zonas poco conocidas como Asturias, Arlanza, Salamanca, Manchuela, incluso Tenerife. También parece haber una evolución positiva de estilos en Priorat y Navarra, al menos a juzgar por los vinos que presentes en el simposio. Y el Rosado 2008 de Viña Tondonia fue una gran revelación: tan complejo y delicado y ocultando completamente su edad y elaboración.
Eugene Mlynczyk MW: Me encantó encontrar algunos vinos gallegos realmente frescos, los riojas de primer nivel (blancos incluidos) que he mencionado anteriormente y tintos muy equilibrados del sureste y centro del país, que fueron todo un descubrimiento para mí. Además, no me canso de decir que soy un gran defensor de la complejidad y elegancia de Jerez.
Kenichi Ohashi MW: En lo que se refiere a riojas tradicionales, además de Tondonia disfruté mucho de los vinos de Cvne (Viña Real, Imperial, Contino) y Remelluri. Y encontré gran cantidad de vinos excelentes en la cata organizada por Sarah Jane Evans MW.
Madeleine Stenwreth MW: Algunas variedades de las que no había oído hablar como mandó, manto negro, brancellao, baboso negro, albarín blanco, albarín negro, carrasquín… Y DOPs como Cangas, Arlanza o Ycoden-Daute-Isora. Me encantó cómo puede brillar la garnacha en las manos adecuadas consiguiendo un estilo fresco, fragante y consistente en zonas de altitud de Priorat, Navarra, Gredos, Valdejalón o Calatayud. Respecto a los blancos de rioja, tengo grandes esperanzas en que cada vez más productores intenten llevar la viura al siguiente estadio de calidad. Probé ejemplos de clase mundial como Añadas Frías y Anteportelatina de Pujanza. También me impresionó la calidad de los vinos de Tenerife y del que ha sido mi primer vino de La Palma. Los vinos de Ribeira Sacra, Monterrei y Bierzo son capaces de crear auténticos vínculos emocionales; son referentes de algunas de las más grandes expresiones del terruño de España.
MADELEINE STENWRETH SOBRE RIOJA
Siempre me ha apenado que Rioja se hubiera quedado atascada en esa imagen de “cuanto más tiempo en barrica, mejor el vino” y que las mezclas que están en la base del estilo de una marca o una bodega ahogaran la singularidad de viñedos concretos. Esto no ha beneficiado a la region a la hora de competir con los grandes vinos de terruño del mundo. Por eso estoy encantada de ver que por fin se han puesto en marcha cambios en este sentido que darán un mayor atractivo a la zona. Es hora de que Rioja hable el lenguaje de sus terruños más destacados. Imagínense el día en que descriptores del tipo “vainilla dulce del roble” dejen de identificar a un rioja en cata a ciegas y en su lugar se utilicen términos relacionados con la expresión del terruño.
David Forer MW: Creo que es muy difícil explicar a los mercados extranjeros la diversidad de estilos del vino español. Con una dilatada historia productora y de exportación, los consumidores extranjeros asocian España a estilos muy concretos. Muchos productores tradicionales, a menudo también de gran tamaño, quieren centrarse en la “vieja” España, mientras que los elaboradores más creativos, casi siempre pequeños, apuestan por la “nueva” España. Sería fantástico si los productores y las DOs pudieran trabajar conjuntamente para explicar al mundo lo fantásticos y variados que son los vinos españoles.
Alex Hunt MW: En Reino Unido se da una combinación de factores: una imagen asociada a precios bajos, demasiados vinos aburridos, la obsesión histórica por Rioja que anula todo lo demás y la saturación del mercado.
Eugene Mlynczyk MW: Proyectar una única imagen y un único mensaje con semejante diversidad de estilos y conseguir ir más allá de la percepción de vinos de relación calidad-precio frente a Francia e Italia. España debe presentarse en igualdad de condiciones y con un mensaje nacional claro.
Kenichi Ohashi MW: Establecer una reputación para sus terruños. Por ejemplo, Yarra Valley es una zona muy conocida en el mercado japonés, pero Aragón no lo es en absoluto. Es importante poder conseguir ese reconocimiento regional.
Madeleine Stenwreth MW: Muchos más productores deben apoyar a los viticultores que cultivan viñedos de calidad en distintos puntos del país y pagar un precio más alto por sus uvas, de modo de que se asegure la conservación de este patrimonio a largo plazo. España ha descuidado el segmento situado entre los vinos muy asequibles y las etiquetas de prestigio. Este vacío podría llenarse muy bien con vinos con carácter que reflejen esa diversidad de orígenes y estilos a un buen precio. Sin embargo, esta estrategia necesita el apoyo de un órgano de promoción innovador y con visión de futuro que pueda difundir todo el entusiasmo y la energía de esta realidad vinícola.
Los elaboradores españoles deberían atreverse a medirse con los grandes vinos de terruño del mundo e inspirarse unos a otros en la consecución de sus objetivos. Muchos de ellos necesitan estimular la confianza en sí mismos, creer en sus viñedos y dejar que hable el terruño en lugar de caer en la tentación de seguir tendencias en el corto plazo dictadas por mercados específicos.
David Forer MW nació en Inglaterra, se crió en Canadá y desarrolló su pasión por el vino en san Francisco. Desde hace unos meses reside en Barcelona, lo que le está acercando notablemente a los vinos españolas. Participa en distintos proyectos relacionados con la consultoría, diseño y formación.
Alex Hunt MW es director de compras en Berkmann Wine Cellars, el agente/mayorista más grande de Reino Unido, y asiduo colaborador de publicaciones especializadas. Durante mucho tiempo tuvo su propia columna en la web de Jancis Robinson.
Eugene Mlynczyk MW. Con una sólida formación artística, este canadiense acabó optando por el vino y es el actual director de la división de lujo de Arterra Wines Canada (la antigua Constellation Brands), una actividad que compatibiliza con la codirección del programa del Diploma WSET en Toronto.
Kenichi Ohashi MW. Primer y único Master of Wine japonés, Ohashi es también un experto en sake con el título de Master of Sake y tercera generación en la distribuidora familiar Yamajin Co., Ltd. Tiene su propia consultora (Red Bridge Co., Ltd.) que, entre otros servicios, ayuda a elaboradores a introducirse en el mercado japonés.
Madeleine Stenwreth MW tiene su propio negocio de consultoría en Suecia que compatibiliza con conferencias, tareas de formación y su participación como jurado en numerosos concursos. Ha sido directora de calidad y desarrollo para una gran importadora de los países nórdicos, compradora del monopolio sueco Systembolaget y directora de marketing de Wines of South Africa.