Situada en Haro, lleva el nombre de su fundador. Ramón Bilbao fue un cosechero pionero en la crianza de vinos que probablemente estaría contento con la buena imagen de marca de la que goza actualmente la bodega y que responde a la estrategia emprendida por Zamora Compnay (un peso pesado en el sector de bebidas con marcas como Licor 43) desde que se hiciera con ella en 1999. Además de convertirse en un buen referente en la región, crear una nueva línea de tintos modernos y actualizar convenientemente su gama tradicional, la firma ha sido el punto de partida para crear un pequeño conglomerado de bodegas que incluye Mar de Frades (Rías Baixas), Cruz de Alba (Ribera del Duero) y Ramón Bilbao Rueda.
Si la potencia comercializadora de Zamora Company ha hecho de Ramón Bilbao una marca especialmente visible en el mercado, Rodolfo Bastida, actual director general de la división de vinos, ha sido el artífice de la evolución de estilos, el diseño de nuevas etiquetas y la expansión hacia otras regiones vinícolas. El punto de partida fue la creación de un concepto de selección (viñedos de alta calidad, fermentación en tinos de madera, más presencia de roble francés) trasladado a dos vinos: el top Mirto (45 €, en torno a las 35.000 botellas) se llevaba las mejores partidas y el resto iba a parar a un muy asequible Ramón Bilbao Edición Limitada Crianza (16 €, por encima de las 200.000 botellas) que incorporaba una calidad de vendimia y procedimientos de elaboración propios de vinos de mayor precio.
Ramón Bilbao produce anualmente unos cuatro millones de botellas, de las que más de la mitad corresponden al Crianza (9-10 €), un tinto que ha ido ganando fruta y definición con los años; equilibrado, sin pretensiones y altamente disponible.
Los tintos se apoyan totalmente en la tempranillo y sólo los Ramón Bilbao Reserva (15 €) y Gran Reserva (28 €) incluyen pequeños porcentajes de mazuelo. La excepción es Viñedos de Altura, una original propuesta que combina al 50% tempranillo y garnacha de dos extremos de la región (la primera variedad de Villalba en la vertiente occidental y la segunda de Tudelilla, en Rioja Baja) que distan 80 kilómetros, situados a 700 y 650 metros de altitud respectivamente. El resultado es un tinto mucho más fresco, ligero y fragante que pone de relieve el enorme potencial de estilos en una denominación tan extensa como es Rioja.
Cuando Zamora Company compró Ramón Bilbao en 1999, la bodega solo tenía dos hectáreas de viñedo en propiedad. Desde entonces la cifra ha ascendido a 255 y ahora existe una trazabilidad específica entre el campo y los distintos estilos de vinos. Así el Gran Reserva se elabora a partir de dos fincas de Labastida, el Reserva Selección de la Familia, llamado inicialmente Reserva Original (21 €) que intenta recuperar el espíritu de los riojas originarios de la bodega a partir de dos fincas de Villalba, municipio de Rioja Alta situado en zona límite de cultivo. Edición Limitada es un perfil de Rioja Alta y para Mirto se elije cada año el pueblo que ofrece el mejor patrón de calidad para el estilo del vino.
Además de varias fincas de Villalba y otros municipios de Rioja Alta, dos de las adquisiciones más importantes de los últimos tiempos incluyen una finca de 90 hectáreas en las faldas del Monte Yerga con viñedos cultivados hasta los 720 metros de altitud, y otra de 23 hectáreas en San Asensio, en un meandro del río Ebro.
El último y ambicioso proyecto de Ramón Bilbao es Lalomba, una colección de viñedos singulares que buscan posicionarse entre los mejores vinos de la denominación. La elaboración se realiza en una bodega independiente de tipo boutique en su complejo de edificios en Haro con la particularidad de que los vinos fermentan y realizan toda o parte de su crianza en hormigón. La gama está integrada hasta el momento por el rosado Lalomba Finca Lalinde (90% garnacha y 10% viura) de su finca de Yerga, un tinto de tempranillo y garnacha, Lalomba Finca Ladero, de la parcela más alta de esa misma propiedad, y Lalomba Finca Valhonta. Este último vino procede de un viñedo situado a más de 100 kilómetros de distancia, en Villalba, en el extremo noroccidental de Rioja, zona casi límite de cultivo. Las etiquetas evocan la situación en ladera de sus viñas y el trabajo en hormigón. Los precios de los tintos oscilan entre los 65 y 70 €.
El trabajo en Yerga ha servido para consolidar la apuesta por los viñedos en altitud y dar más visibilidad a la garnacha en el porfolio de la compañía con el lanzamiento de dos monovarietales: Límite Sur (garnacha de Yerga criada en distintos recipientes, 22 €) y Edición Limitada Garnacha (17 €). No hay que extrañarse de que uno de los vinos con los que se ha celebrado el centenario de la bodega en 2024 sea una garnacha criada 100 meses en hormigón.
La primera incursión blanca con aspiraciones premium en Rioja ha sido Límite Norte (22 €), un reserva atípico que mezcla tempranillo blanco y maturana blanca.
La innovación, apoyada en un potente departamento de I+D, está en la base de muchos de estos lanzamientos recientes y especialmente de la nueva línea Early Harvest de grado alcohólico bajo (11% vol.) que se han lanzado este año. Con una presentación muy cuidada, consta de un verdejo de Rueda y una garnacha de Rioja en versión rosada.
La bodega está abierta diariamente a visitas y organiza también catas comentadas. Los vinos pueden adquirirse en la tienda online de la bodega.