Bodega Viñedos Olvidados | Spanish Wine Lover

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Viñedos Olvidados es el nuevo proyecto de la firma de Ribera del Duero Valtravieso que explora el potencial de regiones que están un tanto alejadas de los circuitos comerciales pero que cuentan con un importante patrimonio de viñedos tradicionales. La propuesta arranca con tres ubicaciones bien diversas en Arlanza, Ribera del Júcar y Jumilla.

El trabajo en Arlanza se concentra en el municipio de Covarrubias, la zona más elevada de la DO con viñedos que superan los 1.000 metros de altitud cultivados en un valle que cuenta con un microclima propio y en el que aún quedan ejemplos de cultivo mixto con cerezos plantados entre cepas. Es una zona un tanto extrema por el riesgo de heladas y la alta exposición de la viña a la fauna salvaje. Trabajan conjuntamente con Luis Martín, distribuidor de Valladolid que había formado parte de Sabinares y ha seguido elaborando en esta zona. En la viña domina la tempranillo, pero hay mezcla con otras variedades (mencía, garnacha, mazuelo, albillo, viura, alarije…).

Aquí elaboran el blanco Muñadona (poco más de 300 botellas, 94 €), untuoso y borgoñón, con alrededor de un 65% de albillo más un popurrí de variedades (viura, alarije, hebén, castellana blanca, cayetana blanca) y dos tintos. El fragante Las Mamblas (algo más de 3.000 botellas, 40 €) que se elabora como field blend vendría a ser el vino de villa, mientras que el más profundo Cerro Cerezo procede del paraje Los Lirios con suelos de arenas con canto sobre una base de arcilla limosa, en la margen izquierda del río Arlanza.

De Ribera del Júcar (Cuenca) se busca destacar la personalidad de sus suelos arcillo-calcáreos cubiertos totalmente por cantos rodados. Hay un único vino, Milcantos Bobal (34 €), cuyo nombre hace referencia a este hecho precisamente. Es un tinto potente y profundo que incorpora un pequeño porcentaje de airén de cepas viejas en el ensamblaje.

En Jumilla, trabajan con viñas de plantación directa (pie franco) en suelos calizos, rodeados de zonas boscosas y cultivados a gran altitud (casi 1.000 metros) en el municipio de Fuenteálamo (Albacete). El tinto Pie Firme Monastrell (42 €, 2.000 botellas) se trabaja en foudre de 2.000 litros y barricas de 500 litros con maceraciones largas; es fragante, sápido y balsámico.

Una propuesta diferente respecto al punto de mira habitual de las bodegas de Ribera del Duero que ha estado tradicionalmente centrado en Rueda y Toro y con incursiones más recientes en Bierzo, Rioja o Galicia.

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