Un destacado exponente del movimiento natural en España, Maestro dio el salto de aficionado a elaborador a finales de los noventa en su Peñafiel (Valladolid) natal. Prácticamente desde entonces se ha dedicado a la recuperación de viejos y pequeños majuelos (con tempranillo, garnacha y albillo sobre todo) tanto en esta zona como en el valle del Botijas y en Valtiendas (ya en Segovia). También elabora garnachas de suelos graníticos en Ávila (Sierra de Gredos) y otros tintos a base de tempranillo y garnacha en Navalcarnero (Madrid). Se mantiene fuera del ámbito de las denominaciones y comercializa la mayoría de sus etiquetas como vinos de mesa o VT Castilla y León.
Su tinto de referencia, mayor producción (unas 20.000 botellas en 2013, 6 €) y gran relación calidad-precio es el tempranillo del Duero Viña Almate, que recuerda a los mejores tintos jóvenes que se podían encontrar en la Ribera hace 15 años. Muy recomendables también sus dos vinos de pago de Peñafiel con pequeñas adiciones de sulfuroso, La Olmera (20 €) y la Guindalera (20 €), y el monovarietal que elabora con garnachas del Duero bajo la marca Viña Almate (16 €). Hay otras curiosidades como un rosado de garnacha tintorera (Amanda, 10 €) o un maceración carbónica con garnacha (El Rey del Glam, 10 €).
Si en el viñedo se trabaja de forma ecológica y biodinámica, en bodega se fermenta siempre con levaduras naturales y se practica una filosofía de no intervención, a menudo utilizando raspón en las vinificaciones y realizando maceraciones de hasta una semana con los hollejos en el caso del albillo Lovamor (10 €). Para envejecer, sólo barricas usadas con capacidades de entre 225 y 500 litros para asegurarse una presencia muy discreta del roble en los vinos.