La última vez que estuve en Australia, en febrero de este año, me encantó ver el gran entusiasmo que despiertan allí la comida y el vino español. En realidad, no fue una gran sorpresa, porque desde la primera vez que pisé el país pensé que el gusto por nuestra cocina y nuestros vinos no podía sino crecer con el tiempo.
Australia es un país geográficamente enorme y culturalmente diverso. El 27% de los residentes no son nacidos en Australia y alrededor de una cuarta parte de la población procede de una familia extranjera, fundamentalmente de origen europeo o asiático. Todos ellos han contribuido a formar un mosaico cultural y social tremendamente abierto del que los propios australianos están especialmente orgullosos. Y obviamente, esta actitud abierta y siempre dispuesta ha llegado a la comida (¡y al vino!).
Comer en Australia es sinónimo de agradables sorpresas. La comida es tan fresca, sana y variada como la propia gente, y los paladares están abiertos a una amplia gama de sabores. Esto ha ayudado enormemente a la cocina española, que a su vez se ha hecho acompañar siempre de vinos españoles. Sin embargo, en mi visita de febrero pasado, pude comprobar que los vinos españoles habían ido un paso más allá para ganar presencia en todo tipo de mesas y no ya meramente en las españolas.
La situación general en lo que se refiere al consumo no puede ser mejor para nuestras etiquetas: el vino es la bebida alcohólica favorita de los australianos (38%) y los vinos importados están creciendo de manera constante con una cuota de mercado del 16%. Pero dejando las estadísticas de lado, la realidad es que hay toda una nueva hornada de bares, restaurante, tiendas de vino e importadores en los que los vinos españoles están en plena efervescencia. Esta es una buena muestra.
Para muchos (yo incluida), Melbourne es la capital de la gastronomía y el vino en Australia. Cuenta con una amplia variedad de bares y restaurantes aderezada por la cercanía de las regiones vinícolas de Yarra Valley y la península de Mornington.
Deberíamos empezar hablando de Movida, que se ha convertido en una especie de embajada española de la gastronomía y el vino en Australia. Fundada por Frank Camorra, español de nacimiento, es uno de los locales de moda de Melbourne (y de Sydney como descubriréis más abajo). La comida tiene esos frescos y vibrantes sabores inconfundiblemente españoles. La lista de vinos incluye algunos de nuestros nombres más importantes junto a rarezas como txakolís, Tondonia Blanco del 90, garnachas de Méntrida, rosados y moscateles dulces de Celler Espelt (Empordà-Costa Brava) y otras joyas dulces y fortificadas.
The Robert Burns, que se define a sí mismo “el hogar de la auténtica cocina tradicional española” abrió en 1984 y está gestionado hoy por un joven y dinámico equipo de españoles. Su carta de vinos está dominada por los top españoles (digo “top”, que no “caro”) y está clasificada por cuerpo, color y textura de una forma muy accesible y fácil de entender. ¡Bien por ellos!
En lo que respecta a los bares de vinos, merece la pena conocer Bellota, que queda justo detrás del fabuloso Prince Wine Store, tienda de vinos y centro educativo certificado para los títulos del WSET con una selección realmente interesante de vinos españoles entre los que merece la pena echar un vistazo a su lista de mencías. Otra tienda interesante es Rathdowne Cellars, donde se puede comprar The Wanderer, una interesante cariñena elaborada por el enólogo australiano Andrew Marks en la D.O. Empordà-Costa Brava.
Bomba es otra dirección interesante para probar vinos españoles y tapas. Un bar de vinos de ambiente relajado, genial y servicio amable y cordial. Recomiendo subir a su terraza si el tiempo lo permite para tomar una copa de vino después del trabajo.
Los amantes del vino español también pueden disfrutar mucho en la capital financiera, turística y mediática de Australia. Hay otro Movida en Surry Hills con ambiente divertido y grandes vinos. Más pequeño pero también más acogedor que su equivalente de Melbourne.
Delicado Foods & Wines se define como “restaurante, café y bar de vinos y tapas con una tienda adosada, un negocio fundado por una familia enamorada de la gastronomía, el vino y la cultura españolas”. Han construido una carta de vinos muy completa con numerosas referencias de todo el país.
Muy cerca de la estación Circular Quay, en el corazón del distrito financiero de la ciudad, se encuentra TapaVino, con una impresionante selección de 300 vinos y 80 jereces, por lo que no es raro que esté considerado como el primer Sherry bar de Australia.
Si lo que se busca son tiendas de vino, merece la pena visitar un trío de detallistas independientes en los que disfrutar con grandes referencias y una buena charla sobre vinos: Annandale Cellars, Best Cellars, Five Ways Cellars.
Y ¿qué pasa con el resto del país? La escena vinícola es mucho más activa en Nueva Gales del Sur y Victoria que en cualquier otro lugar, pero existen direcciones interesantes para disfrutar y aprovisionarse de buenos vinos españoles en las grandes regiones de Australia Meridional y Occidental sur como East End Cellars en Adelaida o Toro Wines Wholesalers y Pata Negra en Perth.
Por último, creo es importante mencionar la apuesta que está realizando la cadena Dan Murphy’s en sus tiendas repartidas por todo el país. En fin, ¡parece imposible moverse por Australia sin encontrarse con un vino español!
