Situada a los pies de Laguardia (Rioja Alavesa) desde 1894, es una de las joyas centenarias de la denominación con marcas (Castillo de Rioja, Glorioso) que datan de principios del siglo XX y una rica historia llena de guiños y hechos trascendentes. Como que su fundador, Cosme Palacio, alquilara una bodega en la zona del Duero para abastecerse de vino cuando la filoxera asoló Rioja. La bodega era Vega Sicilia y el enólogo que se desplazó hasta allí para supervisar las elaboraciones, el riojano Txomin Garramiola, acabó quedándose y sentando las bases de lo que hoy es el mítico Único. O que en la década de los ochenta tuviera un papel determinante en la modernización de los vinos riojanos.
Con asesoramiento de un jovencísimo Michel Rolland, nace el tinto Cosme Palacio, criado totalmente en roble francés. Si el protagonismo frutal marcó un nuevo estilo, por primera vez el mejor vino de la bodega no era un reserva o un gran reserva, sino un simple crianza. La razón: que al emplear barricas nuevas se redujeron los tiempos de envejecimiento.
La familia Palacio conservó la bodega hasta su compra por parte de Domecq (que enseguida se integraría en el grupo Seagram). En 1985 pasa a un grupo de inversores liderados por el francés Jean Gervais y en 1998 al grupo Hijos de Antonio Barceló. Como el resto de bodegas del grupo Hijos de Antonio Barceló pasó a integrarse en Acciona, el peso pesado de las infraestructuras y las energías renovables en España. En 2017, los intereses vinícolas del conglomerado se relanzaron como Grupo Bodegas Palacio 1894 y en 2021 con el de Entrecanales Domecq al pasar todo el control a manos de esta familia.
El grupo actual incluye bodegas en Ribera del Duero (Viña Mayor), Toro (Bodegas y Viñedos Anzil), Rueda (Finca Caserío de Dueñas) o Castilla y León (Barceló Estates y Peñascal). Además, se ha comenzado a producir en Valdeorras (Galicia).
La línea Cosme Palacio se caracteriza por la mayor consistencia de los vinos, dentro de un concepto general de equilibrio. El Crianza (13 €) que inauguró la marca en homenaje a la figura del fundador es una opción de tinto serio de gran relación calidad-precio en Rioja, con un perfil superior a la media de los crianzas y que se mide mejor con los buenos genéricos de la denominación. Hoy existe también un Reserva (22 €) y un blanco fermentado en barrica (7-8 €) y, más recientemente han aparecido dos etiquetas de gama más elevada y sin indicativo de envejecimiento bajo la marca Cosme Palacio 1894 que conmemora la fecha de fundación de la bodega. Con producciones muy reducidas, el tinto (55 €) incorpora graciano en el ensamblaje, mientras que el blanco (40 €) de viura y malvasía con fermentación y crianza en barrica apuesta por un estilo un tanto opulento. Se elabora a partir de un viña muy vieja plantada en 1920 que ha sido reconocida como Viñedo Singular
Existe también un Bodegas Palacio Reserva Especial, un tempranillo elaborado con la uva de los viñedos más viejos y criado 20 meses en roble francés, anterior a la creación de los “1894” que han complicado notablemente la gama alta de la bodega, especialmente si se considera la excelente actuación del Cosme Palacio Crianza añada tras añada.
Más allá de los vinos, la visita a Bodegas Palacio es especialmente recomendable por el encanto de las instalaciones originarias, donde se ofrecen distintas catas y propuestas de enoturismo.
