El vino es solo uno de los negocios de la familia Sumarroca, que está detrás de la constructora Teyco y tiene una importante participación en el gigante de las infraestructuras y la ingeniería Comsa Corporación. Los orígenes de la familia sin embargo sí están relacionados con la viticultura aunque se sitúan en la comarca leridana de Pallars Jussà. La rama de alimentación del grupo incluye la firma de conservas Aranca en Navarra, el aceite La Boella y la distribuidora Selfoods que, además de los productos de la casa, incorpora otros vinos y artículos delicatessen.
La familia se mudó al Penedès en la década de los ochenta del siglo pasado donde fue adquiriendo fincas en Subirats (Molí Coloma, 36 ha.) y Banyeres del Penedès (Heretat Sabartés, 25 ha.) aunque la compra más importante llega en 1999 al hacerse con la finca del marqués de Monistrol, situada entre los municipios de Sant Sadurní y Monistrol d’Anoia. Rebautizada como Sumarroca, comprende 400 hectareas, de las cuales 220 son de viñedo en producción. Esto les permite prácticamente autoabastecerse para la elaboración de sus cavas y vinos con DO Penedès. La finca, que se ha pasado a cultivar en ecológico, se beneficia de la brisa del mar que llega algo más seca tras pasar por el macizo del Garraf y permite cultivar la parellada en una latitud algo más baja de lo habitual, aunque la variedad más abundante es la xarel.lo; el viento también ayuda a evitar la botrytis si se producen lluvias en vendimia. Los suelos son pobres y calcáreos.
Sumarroca produce algo más de dos millones de botellas, de las cuales un millón son cava del que se exporta la mitad. El Sumarroca Brut Reserva (12 €) es probablemente la marca más conocida y desde hace años es además el cava de The Wine Society en Reino Unido, el club de vinos más antiguo del mundo.
En su amplísima gama destaca por su relación calidad-precio el Brut Nature Gran Reserva (unos 16 €, 100.000 botellas), de estilo más clásico frente al más cremoso Gran Cuvée Brut Nature Gran Reserva con base de chardonnay. La gama top lleva el nombre de la madre, Núria Claverol, y las botellas de formas muy llamativas inspiradas en ánforas están firmadas por los tres hijos. Incluye un rosado de pinot noir (unos 30 €) jugoso y con buena acidez; el consistente Allier Brut (34 €) con un 30% del vino base fermentado en barrica y dos etiquetas más: el Blanc de Negres (32 €) que nace de un viñedo de la finca Sumarroca de pinot noir con personalidad afilada y suelo pobre y calcáreo combinado con otro de chardonnay que aporta algo de amabilidad; y el excelente monovarietal de xarel.lo Homenatge (52 €). Este último procede de un paraje casi bucólico: un viñedo en vaso plantado en los años sesenta muy cerca de la ermita de Santa Creu de Creixà, en la antigua finca del marqués de Monistrol sobre un suelo muy limoso de sedimentación aérea muy diferente a todo lo que le rodea.
A la gama de vinos tranquilos, muy centrada en jóvenes y monovarietales de uvas foráneas, se ha incorporado recientemente el xarel.lo Il.logic (9 €) con tres meses de lías.
La bodega está abierta a visitas, donde se imparten catas y cursos de cata y también se realizan eventos personalizados. La oferta incluye recorridos en bicicleta y 4x4 por el viñedo, y vendimias diurna y nocturna. La antigua casa-palacio de la marquesa de Griny ubicada en la Heretat Sabartés ha sido rehabilitada para acoger bodas y eventos. El grupo también elabora vinos en Montsant y Empordà.
