Con la compra de Bodegas Irius en 2014, la familia Costa, propietaria de un importante grupo agroalimentario en Aragón, dio nueva vida y nombre a este proyecto fundado en Somontano en el año 2000. A esta siguió una segunda adquisición vinícola en Calatayud en 2016, Vinae Mureri, que se rebautizó como Sommos Garnacha.
Con alrededor tres millones de botellas en producción y 350 hectáreas de viñedo en propiedad, Sommos es hoy uno de los grandes actores del Somontano, solo superado por Viñas del Vero en cantidad de uva procesada.
Ubicada en el municipio de Barbastro, la bodega es inconfundible por el llamativo edificio de vidrio y acero diseñado por el arquitecto Jesús Marino Pascual, quien se inspiró en las formas del pico pirenaico de Cotiella, de 2.912 metros de altitud.
Las instalaciones de elaboración, diseñadas para trabajar por gravedad, alcanzan los 27 metros de profundidad. La tecnología está presente en todo el proceso, incluyendo el uso de seleccionadoras ópticas o de depósitos ovis para evitar los bombeos.
El viñedo se extiende por tres zonas diferenciadas. Con 155 hectáreas, la Finca Torresalas que rodea la bodega es su propiedad más extensa. En estos suelos ricos en yesos se cultiva sobre todo chardonnay, gewürztraminer, pinot noir y tempranillo. El centenar de hectáreas de Finca Montesa se extienden a los pies de la sierra de Guara sobre suelos de arcilla con buena acumulación de carbonatos. Cultivada en secano, muchas de sus uvas se destinan a elaborar los monovarietales de merlot, syrah y cabernet sauvignon de su gama premium Sommos Colección. La última zona, más agreste y septentrional, está en el municipio de Güel: 100 hectáreas cultivadas a cerca de 1.000 metros de altitud sobre suelos ricos en fósiles y conglomerados, y destinadas a variedades blancas como sauvignon blanc y garnacha blanca.
Las variedades más abundantes en la actualidad son chardonnay y gewürztraminer en blancas y merlot y cabernet en tintas.
La bodega produce unas 20 etiquetas diferentes empezando por vinos jóvenes de entrada de gama bajo la marca Glárima. Sigue la colección de “robles” con un chardonnay con breve paso por madera, un tinto de merlot y cabernet, y un rosado de syrah y garnacha, esta vez sin intervención de madera. Por otro lado, convive una gama con indicativos tradicionales de envejecimiento que incluye un Crianza y un Reserva (la base en ambos casos es cabernet y syrah, combinados con merlot para el crianza y con tempranillo para el reserva) con los Sommos Varietales, vinos de ensamblaje de variedades en versión blanca (chardonnay, gewürztraminer y pinot noir vinificado en blanco) y tinta (syrah, garnacha, tempranillo) con tiempos de envejecimiento más cortos y mezcla de recipientes en el caso del tinto.
La gama alta es Sommos Colección, una serie de monovarietales de prácticamente todas las variedades que utilizan (gewürztraminer, sauvignon blanc, garnacha blanca, tempranillo merlot, cabernet, syrah y pinot noir) con producciones variables que van de las 4.700 botellas de un chardonnay (35 €) de estilo opulento y tostado, a las 80.000 del gewürztraminer (13,5 €) al que se la da un pequeño paso por barrica. Muy interesante el potencial que muestra la garnacha blanca (9.200 botellas, 13,50 €), con consistencia en boca, interesante evolución aromática en botella y muy buena relación calidad-precio. Si la golosidad del merlot contrasta con el perfil sutil y bien reconocible del pinot noir (ambos en el entorno de los 18,5 €), los tintos de cabernet y tempranillo (26,50 €) buscan algo más de madurez y consistencia, mientras que la syrah, en el mismo rango de precio, da una versión más fresca y texturizada.
También se elabora Sommos Premium, un vino de alta gama y perfil extractivo heredado de Irius que se ha mantenido en aquellos mercados internacionales que lo siguen demandando. Aproximadamente, un 30% de la producción se destina a la exportación.
La bodega está llevando a cabo una apuesta muy fuerte por el enoturismo, con cifras que rondan ya las 20.000 visitas anuales. Cuenta con wine bar y restaurante, abre todos los días del año salvo fechas señaladas en Navidad o especiales y ofrece visitas guiadas en castellano, inglés y francés. Además de la visita con cata, se ofrecen distintas opciones de maridajes, recorridos en segway o bicicleta eléctrica. Las actividades de temporada incluyen el día de poda con brasa en viña, vendimia manual y nocturna o las catas al atardecer.
