Fundada en 2002 en la pequeña localidad orensana de Éntoma, en el valle del río Galir, Virgen del Galir ha iniciado una importante expansión desde que fuera adquirida por Cvne en 2017 pasando de 20 a las 40 hectáreas actuales. El grupo vinícola riojano ha mantenido el nombre originario de la bodega que hace referencia a la virgen protectora del viñedo y ha continuado con la elaboración de blancos de godello y tintos de mencía.
El grueso de las plantaciones se encuentra en el propio valle del Galir, uno de los afluentes de la margen norte del Sil en el extremo oriental de la DO Valdeorras donde manda la pizarra. Pero Cvne también ha adquirido parcelas muy pequeñas en el valle del Bibei, el río que marca el límite occidental de la región con la Ribeira Sacra y que se caracteriza por sus suelos graníticos. Están concentradas en la zona de As Ermidas, un paisaje de gran belleza con escarpadas laderas que descienden hacia el santuario del mismo nombre situado junto al río y donde los viñedos alcanzan los 700 metros de altitud.
En el valle del Galir destaca la extensa finca de A Malosa, con más de 20 hectáreas, la mayor parte en terrazas, toda una rareza dentro del minifundismo que caracteriza a Galicia. Situada entre los 400 y 600 metros de altitud, las primeras vides se plantaron en 2015 y cada año se van ampliando unas pocas hectáreas. Aquí se juega con las distintas orientaciones y particularidades del suelo para conseguir diferentes perfiles de uvas.
Los vinos blancos se elaboran con uvas del valle del Galir, mientras que para los tintos se utilizan uvas de las dos zonas. La producción se sitúa en el entorno de las 100.000 botellas.
La gama actual arranca con dos monovarietales jóvenes de godello y mencía de buena relación calidad-precio bajo la marca Maruxa (7,50 €, 26.000 botellas el tinto y 9,5 €, 40.000 botellas el blanco). Siguen los Virgen de Galir, con una selección más específica de suelos (más pizarra frente a la mayor presencia de arcilla en los anteriores) y algo de crianza: 10 meses en barrica en el caso del tinto de mencía (9,5 €, 13.000 botellas); y cuatro meses con lías en acero inoxidable para el godello (12,5 €, 20.000 botellas).
El resto son vinos parcelarios y se venden en el entorno de los 29-32 € en España. El blanco Regueirón (2.500 botellas) procede de una parcela abancalada sobre suelos pizarrosos situada en el valle del Galir con fermentación y crianza en barricas de 500 litros y algo de tiempo en foudre. Hay además dos tintos que se elaboran con dos viñedos viejos parcialmente replantados de As Ermidas. Ambos tienen forma de anfiteatro, están situados en la ladera sur del Bibei y se trabajan con racimo entero y fermentación y crianza en barricas de 500 litros. Pero si en A Villeira (1.900 botellas) manda la mayor consistencia de la mencía, Los Carismáticos (1.200 botellas) se apoya en una merenzao que termina la crianza con un toque de hormigón y tiene un perfil más aéreo y evocador.
La última incorporación en la misma línea de precio es Sede e Fame (hambre y sed, inspirado en su representación a través de dos caras en la fachada del monasterio de As Ermidas), un blanco que se escapa de la centralidad de la godello en Valdeorras para trabajar cepas de palomino repartidas en distintas parcelas de esta zona del Bibei. El vino, que fermenta y se cría en ánfora y bota, tiene un cierto deje que mira al sur y ofrece nuevos caminos para una palomino que fue dominante en la zona hasta que se inicia la recuperación de la godello en la década de los 80.
Los vinos pueden adquirirse en la tienda online de Cvne. La elaboración está a cargo del enólogo de Contino, Jorge Navascués, y de Miguel Tienda..