Fundada en 2005, Losada se encuentra en el alto de Pieros, en plena ruta del Camino de Santiago entre las localidades de Cacabelos y Villafranca.
La bodega, diseñada por el arquitecto Jesús Manzanares, se inspiró en la muralla que delimita el castro romano de la Ventosa frente al que está situada. Losada cuenta con 12 hectáreas propias divididas en numerosas pequeñas parcelas (en la zona se conocen como “piezas”) que se han ido recuperando progresivamente y se encuentran en el entorno de Valtuille y Pieros. Tienen en común el carácter arcilloso de los suelos, una textura que la bodega ha convertido en seña de identidad de la gran mayoría de sus vinos frente a la mayor estructura y potencia que aporta la pizarra.
Al frente de los vinos desde los inicios está Amancio Fernández, nacido en la zona y de familia de viticultores. Es también el impulsor del cambio estilístico de las últimas cosechas, que se ha hecho especialmente patente a partir de la añada 2015. Se ha renunciado a la extracción y se ha limitado el aporte de la madera trabajando con barricas de mayor tamaño (500 litros) consiguiendo vinos más frescos, expresivos y con más capacidad aromática en boca.
En la actualidad se producen unas 250.000 botellas anuales. La gama arranca con El Pájaro Rojo (8 €), una mencía totalmente despalillada con un leve paso de tres meses por madera. Sigue su buque insignia Losada (11 €), que podría considerarse su vino regional, elaborado con viñedo propio y de terceros, cepas viejas de suelos arcillosos y puede llevar porcentajes pequeños de raspón al igual que Altos de Losada (20.000 botellas, 16 €). Este último, que comenzó a evolucionar hacia un estilo más fresco y con menor extracción en la cosecha 2013, culmina el proceso en la 2015. Se elabora con viñedo viejo propio cultivado en suelos arcillosos (en total algo más de 20 parcelas recuperadas) y criado en barricas de roble francés de 500 litros. Elaborado con uvas de Valtuille de Arriba, se convertirá en vino de municipio dentro de la nueva normativa de zonificación de Bierzo.
Hasta la fecha se han elaborado también tres vinos de parcela. El más consolidado es La Bienquerida (unas 5.000 botellas, 32 € en España). Procede de un viñedo plantado en 1906 sobre suelos de pizarras férricas con en torno a un 5% de otras variedades junto a la mencía. Con algo más de raspón (en torno a un 20%) ofrece más concentración y mineralidad. En la cosecha 2015 se lanzaron Altos de Losada Pobladura (1.000 botellas) y Altos de Losada La Senda del Diablo (1.200 botellas, 45 €) con crianza al 50% en tinaja (solo con capa de tartárico) y 50% en barrica. El primero es una mencía fragante y delicada de suelos arcillosos; el segundo (que refleja un paraje más que una parcela concreta), una garnacha tintorera de carácter algo salvaje y potencia tánica.
En la añada 2016 se ha salido al mercado El Cepón (1.150 botellas, 32 €), que procede de una ladera con suelos de arcilla y algo de arena en la parte superior. Tiene forma de anfiteatro y orientación este y la uva aquí madura bien y pronto. Es, probablemente, la expresión más delicada y profunda de la gama.
Desde la cosecha 2014 elaboran también un blanco de godello (algo más de 5.000 botellas, 12 € en España) con un 30% del vino criado en barrica y el resto en acero inoxidable. Las uvas proceden de viñedos viejos de viticultores de la zona. Cierra la gama el rosado sobre lías 5 Rosas (unos 8 €).