Bryan MacRobert es un joven elaborador sudafricano al que su relación con Clara Canals, enóloga de Ysios, le ha llevado a asentarse en Rioja y a iniciar un proyecto propio en la zona que compatibiliza con los vinos que sigue elaborando en su país, en la zona de Swartland.
Su trabajo para uno de los productores de referencia de esta región, Eben Sadie, que durante varios años fue copropietario de Terroir al Limit en Priorat, ya le había traído antes a España y fomentado el hábito de hacer dos vendimias al año, una por hemisferio.
El proyecto de Rioja arranca con la cosecha 2013 con uva comprada a terceros y elaboración en instalaciones alquiladas en Rioja Baja, pero desde hace un tiempo cuenta con una bodega propia en Logroño. También se ha hecho con algo de viñedo en propiedad: parcelas plantadas en 1935, una muy pequeña en Villabuena y otra de dos hectáreas de tempranillo entre Laguardia y Elvillar en un barranco con sol de mañana. Su idea es desarrollar un proyecto a la borgoñona con un vino básico y varias elaboraciones de parcela. De Rioja le sorprende especialmente que todavía hay bastante viña vieja y lo bien que envejecen los vinos de la región.
Elabora bajo la marca Laventura y, de hecho, el lema de su proyecto es “Quien no se aventura no ha ventura”. De momento tiene en el mercado un interesante blanco de viura con fermentación y crianza de un año en barricas de 600 litros que destaca por su notable acidez y viveza (unos 20 €, 3.000 botellas) y un jugoso tinto de tempranillo (unos 20 €, 5.000 botellas). Con muy poca presencia aún en el mercado, la forma más fácil de conseguir sus vinos es a través de La Tavina en Logroño y el distribuidor Cuvée 3000.
Bryan es miembro del grupo de jóvenes elaboradores que han constituido recientemente el grupo Rioja’n’Roll para defender unos vinos más libres, que reflejen terruños más concretos.
