Un raro palo cortado de Montilla-Moriles donde, a diferencia del amontillado a cuyo nombre dio origen, rara vez se encuentra esta categoría. Con una vejez superior a 50 años, ofrece unos niveles de concentración superiores al amontillado. Nariz muy compleja y especiada (canela, vainilla), piel de naranja, frutos secos y balsámicos. Concentración extrema (casi duele) y con menos persistencia que el amontillado. Toda una experiencia sensorial, pero no un vino para todos los públicos. 95 puntos
Fecha de cata | Lunes 27 de Octubre del 0206 |
Catador | Amaya Cervera |
Uva | 100% Pedro Ximénez |
Botella | 75 cl. |
Consumo | 2016-2022 |