Ubicada en el municipio de Serrada, De Alberto es una de las bodegas de Rueda con una gama de vinos más amplia, ya que, junto a una nutrida colección de verdejos, también produce rosados y tintos. Los aficionados, sin embargo, sienten especial devoción por sus generosos, un estilo de elaboraciones tradicionales que estuvo a punto de desaparecer en la región.
Desde 1941, la familia Gutiérrez, que va ya por la quinta generación de tradición vinícola, elabora estos vinos en una antigua casa de labranza fundada por los dominicos en el siglo XVII que cuenta con una red de galerías subterráneas de un kilómetro de longitud.
La marca de mayor producción es Monasterio de Palazuelos, que incluye una colección de tres blancos varietales a base de viura, verdejo y sauvignon blanc. Por encima está la gama de verdejo De Alberto que consta de un joven ecológico, un blanco con lías y otro fermentado en barrica.
Pero la joya de la corona son los generosos. El Dorado (25,5 € en España) es un vino de crianza oxidativa envejecido en botas por el sistema de solera. El proceso es menos complejo que en Jerez, ya que se limitan a rellenar las sacas que destinan al embotellado (en torno a un 10% del contenido de la bota) con vinos que han permanecido a la intemperie en damajuanas de cristal al menos durante seis meses. Con 17% vol. es un vino potente, reconfortante y con mucha persistencia.
El Pálido (34 € en España), lanzado al mercado en 2021 tras la recuperación de este estilo en el pliego de condiciones de la DO, se somete a crianza biológica bajo velo de flor durante tres años en botas de roble. Está además en preparación un Dorado Dulce. Todos estos vinos se comercializan en botellas de 50 cl.
