Hemos preguntado por el posicionamiento de los vinos españoles en EE.UU. a una gran conocedora de este mercado, pero que, en lugar de ser especialista en España, lo es en algunos de sus grandes competidores.

El polifacético Master Sommelier y Master of Wine habla de la evolución de los vinos españoles en Estados Unidos y del enorme potencial de muchas variedades y regiones que son aún desconocidas.

Eric Solomon, propietario de European Cellars, importa a Estados Unidos algunas de las marcas españolas más prestigiosas, como Clos Erasmus o Comando G. En esta entrevista, charla con Bill Ward sobre el presente y el futuro del vino español.

Katie Button y Félix Meana se conocieron en El Bulli de Ferrán Adrià. La pareja, que se ha convertido en una gran embajadora de la gastronomía y el vino español en EE.UU, desvela las claves de su próspero negocio.

Con el retroceso de la pandemia, los estadounidenses regresan de nuevo a los restaurantes. Para el vino español es una gran noticia, ya que los platillos, tapas y los vinos por copas recuperan el protagonismo anterior a la crisis del Covid.

Aunque de forma temporal, el fin de la disputa arancelaria aporta un poco de luz a la complicada situación que han tenido que afrontar los vinos españoles en Estados Unidos.

Ha sido un matrimonio vínico perfecto: uvas tintas españolas y madera de roble americano. Aún hoy en día, venerables bodegas de Rioja como López de Heredia y La Rioja Alta apuestan firmemente por barricas que nacen en los bosques de Estados Unidos.

Las bodegas y distribuidores más pequeños y los vinos de precio medio (15 a 25 dólares) serán los más perjudicados por las tarifas del 25% impuestas por Washington, según los distribuidores y restauradores americanos.

Uno de los importadores de vino español más respetados en Estados Unidos, Tamers ha compartido con SWL su visión sobre la evolución de nuestros vinos en su país, los estilos que se imponen en el siglo XXI y la amenaza de los nuevos aranceles.

Catan y reseñan miles de vinos al año, pero es la calidad y no la cantidad lo que motiva a críticos como Joshua Greene (Wine & Spirits), Michael Schachner (Wine Enthusiast), Josh Raynolds (Vinous) y Luis Gutiérrez (The Wine Advocate).

La lealtad hacia una marca se basa en gran medida en conseguir que los compradores sepan que van a encontrar la misma calidad en cada compra. Pero no es lo único que se necesita para que los aficionados al vino compren vinos españoles en el segmento pr

Una pequeña parte de los vinos españoles que se consumen en las principales ciudades americanas no utilizan botella de cristal. El formato bag-in-box va en aumento, pero hay otros envases que van ganando terreno y popularidad.

El vermut se está haciendo un hueco entre las bebidas preferidas de muchos americanos, deseosos de repetir en su país las experiencias vividas durante sus vacaciones en España.

Bill Ward entrevista a restauradores y comerciantes de Estados Unidos para descubrir qué relatos o historias con alma del mundo del vino emocionan y convencen más a sus clientes.

Con la llegada del otoño, se despierta el apetito de los americanos por los tintos españoles. De costa a costa, comerciantes y restauradores observan un repunte en las ventas, no solo de Rioja sino de una creciente selección de tintos españoles.

Desde Florida a California, la popularidad de los cócteles con cava va en aumento. No solo es un digno sustituto del champagne en clásicos como el Mimosa; también es un ingrediente clave en mezclas más complicadas que gustan a los consumidores.

Aunque la presencia de variedades españolas en Estados Unidos no es una novedad, en los últimos años han experimentado un crecimiento considerable, tanto en cantidad como en calidad.

Hemos preguntado a tres expertos en restauración de Estados Unidos qué vinos españoles acompañarían mejor los platos más populares entre los americanos. Éstas han sido sus respuestas

No es exagerado decir que la "Fiebre Española" ha llegado a Estados Unidos. A medida que incrementa la popularidad de los vinos españoles y el número de marcas importadas, las cartas de vino de los restaurantes americanos reflejan ese interés.

Los blancos españoles tienen más presencia en Estados Unidos que hace una década, escribe nuestro colaborador Bill Ward, pero queda mucho trabajo por hacer después de los tropiezos del albariño en este mercado.

Para finalizar su serie sobre los principales importadores de vinos españoles en Estados Unidos, Lucas Payá les ha preguntado sobre el futuro: ¿qué aguarda a nuestras etiquetas en el mercado más competitivo del mundo?

Para el público americano más joven, los millennials, los vinos españoles ofrecen un abanico de nuevas experiencias. La amplia y asequible oferta que llega desde la península les permite explorar y experimentar sin apenas rasgarse el bolsillo.

Tras su crónica sobre los principales importadores especializados en vino español en Estados Unidos, Lucas Payá se fija en el crecimiento de nuestras etiquetas entre las grandes empresas del sector.

Pasamos revista a los principales nombres que han trabajado para conseguir que los vinos españoles aumenten su presencia en el mayor mercado vinícola del mundo: desde los pioneros a las iniciativas más jóvenes y aventureras.

Estados Unidos ha recibido con los brazos abiertos a una de nuestras bebidas más tradicionales, aunque la consumen muy a su manera. Os contamos las razones de este giro sin concesiones a la ortodoxia y algunas recetas para hacer en casa.

Si hace 10 años el vino español fue “el último grito” en la costa oeste, ahora los aficionados están profundizando en la categoría y hay muchas cosas que les encantan.

Tarde o temprano, todas las modas vuelven. Y, sin duda, la de los cócteles con jerez que fue tan popular en Estados Unidos hace un siglo, ha regresado para quedarse.

Tras su paso por El Bulli, el sumiller Lucas Payá se mudó a Washington, donde ahora reside. Allí ha descubierto una ciudad bonita y tranquila con gran cantidad de aficionados al vino y una actividad vibrante en torno al vino.

Hasta no hace mucho los restaurantes españoles en Estados Unidos se limitaban a tener un pequeño surtido de tapas y platos típicos regados con sangría. Y las pocas tiendas que ofrecían vinos españoles, se centraban en Rioja.