Bodega Manuel Formigo Ribeiro | Spanish Wine Lover

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BODEGAS

Criado en una familia con larga tradición vitícola en el Ribeiro (su padre Agustín Formigo Raña fue fundador de Señorío de Beade), en 2006 Manuel Formigo creó su propio proyecto de colleiteiro, una categoría reservada para aquellos productores que elaboran vinos de sus propios viñedos sin sobrepasar los 60.000 litros de producción anual. Destaca su interés por la recuperación de variedades minoritarias.

Apoya su trabajo en seis hectáreas repartidas en siete fincas diferentes ubicadas en el municipio de Beade, en la margen derecha del Avia con orientaciones en general bastante favorables que reciben el sol durante todo el día y asentadas en su mayoría en suelos graníticos de descomposición arenosa conocidos localmente como sábrego.

La finca más importante, donde en 2013 se edificó la actual bodega, es Miñoteira: 2,5 hectáreas de socalcos (bancales) en orientación norte-sur y donde se encuentran cepas de treixadura de cerca de 40 años plantadas por el padre a finales de los setenta cuando se inicia la recuperación de variedades autóctonas en la zona y que se sitúan entre las más viejas del lugar. Otra finca reseñable es Pousos. Son 0,8 hectáreas plantadas hace cinco años con variedades tintas como caíño, tintilla, ferrol, sousón o brancellao a las que ahora se ha añadido una plantación de caíño blanco.

Como es habitual en Ribeiro, la mayoría de los vinos se apoyan en ensamblajes de variedades construidos en torno a la uva mayoritaria, la treixadura. Todos los vinos se trabajan en acero inoxidable con levaduras seleccionadas neutras y sin trabajo de lías. Para Formigo, “lo más importante es saber cuándo vendimiar cada variedad”. Luego prensa hasta 0,2 bares de presión y tras la fermentación realiza los trasiegos oportunos. Los vinos se embotellan desde febrero-marzo y hasta junio-julio. Los últimos son los de la gama alta que salen algo más tarde al mercado, hacia el mes de agosto.

La gama arranca con Formigo (7 €, 25.000 botellas), que se elabora con el mosto prensa de las uvas destinadas a otros vinos más el palomino que aún cultiva la familia. Más representativo es el Finca Teira (11 €, 15.000 botellas), un ensamblaje de treixadura (no suele superar el 75%) con godello y torrontés y que en el futuro llevará caíño blanco, que ofrece un perfecto acercamiento a la geografía del valle del Avia. Manuel Formigo considera que, por su acidez relativamente baja, la treixadura es una variedad que funciona mejor acompañada de otras uvas.

Procedente de la finca Miñoteira, Teira X (4.000 botellas, 15 €) es uno de los vinos más interesantes de la bodega que combina la treixadura más vieja de la familia con loureira, albariño y alvilla (una variedad única que no tiene nada que ver con los albillos de Castilla y León). En esta cuvée, loureira y albilla se trabajan por separado mientras que la parte central del vino, treixadura y albariño, se hace en co-fermentación. Formigo considera que la albariño, que no tiene ninguna dificultad para madurar en Ribeiro, es un fantástico ingrediente de frescura en la zona.

También es muy interesante la línea de variedades minoritarias que arrancó en la cosecha 2014 con Cholo (unas 2.000 botellas, 15 €), un monovarietal de loureira que explora la personalidad de la variedad con el ciclo más largo de la zona (“es la primera en brotar y la última en madurar, pero rara vez pasa de 12% vol.). La segunda experiencia centrada en la alvilla ha sido Tino (700 botellas, unos 19 €).

La bodega también elabora el tinto Finca Teira (11 €, 4.000 botellas) con uvas de las fincas Pousos y Miñoteira. Se trata de un coupage de un 70% de caíño longo y un 30% de sousón y brancellao. El 35% de la producción se destina a la exportación con Estados Unidos y Canadá como principales mercados.

VINOS CATADOS DE ESTA BODEGA

Finca Teira 2017 Blanco