Fundada como bodega familiar en 1968, esta firma situada en Laguardia se renovó en 1999 con la entrada de nuevos socios, entre ellos el ingeniero agrónomo, experto en roble Alejandro Simó que ha ejercido de gerente y director técnico y continúa al frente del proyecto tras la reciente adquisición de la empresa por parte de Muriel Wines.
La bodega cuenta con 52 hectáreas de viñedo propio, la mayor parte en Laguardia, pero también en los municipios cercanos de Labastida, Elvillar y Torremontalbo. En ellas practican una viticultura sostenible, aunque sin certificación orgánica. Sus tres parcelas más características están situadas a diferentes altitudes en Laguardia y en la actualidad se elaboran vinos específicos de todas ellas.
La joya de la corona es Finca La Reñana. Plantada en 1946, la viña ocupa una especie de elevación en lo que Simó califica como la zona “más atlántica” del municipio. Es su viñedo más alto y se asienta en suelos arcillo-arenosos. De aquí sale un blanco firme y elegante fermentado y criado en barrica y con buena capacidad de desarrollo en botella (17,95 € en la web de la bodega). Es fundamentalmente viura (90%) con algo de malvasía. Su alter ego tinto (20,75 €) es prácticamente un monovarietal de tempranillo con porcentajes de graciano y mazuelo que no superan el 5%. Aunque siempre se ha elaborado con uvas de esta finca, el vino nació como Luis Alegre Selección Especial; en 2013 incorporó el nombre del viñedo y desde la cosecha 2014 ya solo figura el pago en una etiqueta muy limpia que incorpora una cinta roja en alusión al anillo del mismo color que se utiliza para generar confusión sexual en la viña. El objetivo es evitar la generación de larvas de mariposa que a menudo son un vector de entrada para el oídio y el mildiu. Para Simó, éste es el vino más longevo de la bodega.
Parcela Nº 5 (17,95 €) es un monovarietal de tempranillo del viñedo del mismo nombre, situado en el Parque Natural de las Lagunas de Laguardia y que se caracteriza por sus suelos calizos con alta influencia salina. El vino tiene un marcado carácter balsámico.
Los Pontac deben su nombre a Armand de Pontac, quien fuera propietario de Château Haut-Brion en la segunda mitad del siglo XVII y un personaje particularmente alabado por Simó por poner en práctica técnicas de calidad en la crianza como el rellenado o el trasiego. Proceden de la finca Portiles, una parcela plantada en 1921 que se distingue por la presencia de hierro en el suelo y que da un perfil de vinos más carnosos y mediterráneos. Si Pontac se sitúa en el entorno de los 31 €, Pontac de Portiles no se elabora en todos los años y supera los 80 €.
El resto de la gama incluye prácticamente toda la tipología de vinos riojanos: un tinto de maceración carbónica (6,10 €), el Debastado (8,15 €) que también se elabora con racimos enteros pero solo se queda con el corazón del mosto, un blanco de viura sobre lías (6,10 €), un rosado (6,10 €) de tempranillo (60%) y viura (40%), el tinto con nueve meses de barrica Koden (6,80 €), un crianza (9,70 €) y un reserva (11,50 €). En todos los tintos la tempranillo es la variedad mayoritaria y representa por lo menos un 90% del coupage.
Luis Alegre recibe visitas de forma habitual, cuenta con un restaurante propio y una terraza con vistas a la Sierra de Cantabria donde se pueden degustar sus vinos.
