La bodega se estrenó con dos vinos en la cosecha 2013 y una producción en el entorno de las 50.000 botellas. Se trata de un proyecto familiar iniciado por los hijos de un inmigrante, Ramón, que a su regreso a España adquirió tierras en la zona de Castrelo do Miño. Cuentan con siete hectáreas plantadas en las clásicas laderas sobre el valle del Miño y compran también a otros viticultores. La bodega se alza entre las viñas ofreciendo una vista espectacular del valle.
Bajo la marca Ramón do Casar elaboran dos blancos: un coupage de treixadura, albariño y godello (12,45 €) y un monovarietal de treixadura (14,5 €). Muy destacables las etiquetas, realizadas a partir de fotografías de los años cincuenta de Alberto Martí tomadas en el puerto de A Coruña. Una muestra las despedidas a los gallegos que emigran; otra, los estamentos sociales en la Galicia de la época. Detrás, dos cartas: la del emigrante Ramón que anuncia haber llegado sin contratiempos a Venezuela; y la contestación de su esposa desde Galicia.
Posteriormente se han añadido a la gama Nobre (unos 19 € en España), un monovarietal de treixadura trabajada en roble, y Lento (42 €), una interpretación diferente de la variedad a partir de una vendimia tardía.
El estilo de los vinos es limpio, con fruta bien definida y elaboraciones cuidadas.
