En esta segunda parte, charlamos con los protagonistas de dos proyectos de apadrinamiento gestados en Labastida, uno a cargo de Bodegas Tierra y otro impulsado por Telmo Rodríguez en Remelluri.

Lanzarse a la aventura de hacer vino es una tarea que requiere esfuerzo, pasión y, por supuesto, dinero. Incluso teniendo viña, no es fácil arrancar en un sector que el productor riojano Abel Mendoza describe como “la industria de la felicidad”.

Son menos de 15 hectáreas las que se cultivan sobre el malpaís que vomitó el volcán San Antonio en 1677, pero los vinos de malvasía que salen de esta tierra negra mecida por la brisa del mar tienen una opulencia y una personalidad arrolladora.

La grandeza histórica de los vinos de Montilla-Moriles reside en los pedro ximénez de crianza biológica y oxidativa pero probablemente el futuro de esta región cordobesa pase también por los nuevos vinos blancos de terruño.

La creación de una asociación de productores de Soria y el interés creciente de otros actores de Ribera del Duero por sus viñedos viejos de perfil fresco están poniendo de relieve las virtudes de la provincia más recóndita y oriental de la DO.

Moncalvillo Meadery, el nuevo proyecto de la familia Echapresto (Venta Moncalvillo, La Rioja), junto al enólogo Sergio Sáenz, equipara esta bebida elaborada a base de miel y agua con el vino. Ambos se sirven intercalados en su restaurante estrellado.

Así reivindicó ayer el terruño el experto y formador Juancho Asenjo mientras impartía la primera cata de “vinos de pueblo” que se celebra en Rioja y que estuvo auspiciada por la Asociación de Bodegas Familiares de la denominación.

La unión de paisaje, arquitectura, vino y gastronomía convierte la visita a regiones vinícolas en una experiencia única. Pedro Ballesteros MW encuentra este equilibrio mágico en un convento en Ronda donde se elaboran los vinos de Descalzos Viejos.

El movimiento a favor del terruño en España parece imparable. El Primer Encuentro de Viticulturas celebrado en Remelluri (Rioja Alavesa) reunió a productores y profesionales en torno a mesas redondas, catas y una inolvidable comida campestre.

Frente a la cerrazón de muchas denominaciones de origen en España, casi 150 miembros del sector entre productores, periodistas o comerciantes han firmado un manifiesto a favor del terruño.

El valle con carácter más diferenciado dentro de la aún muy desconocida DO Arlanza ha llamado la atención de algunos jóvenes e inquietos elaboradores. Así son sus viñas y sus vinos.