Ubicado en un pequeño y discreto local con vistas a la ría y al renovado mercado de La Ribera en Bilbao, el restaurante Mina se erige desde 2006 sobre una galería de acceso a la antigua mina de hierro de San Luis.
Ese pasado industrial, que ha forjado el paisaje y carácter de la capital vizcaína, se transforma en un espacio de ambiente íntimo y acogedor en el interior, con media docena de mesas de madera clara, sin mantel ni aderezos, y una barra con ocho taburetes desde los que se puede ver en directo cómo nacen las creaciones culinarias de Álvaro Garrido y su equipo.
Es una cocina de mercado con ingredientes frescos y de calidad como la ostra Guillardeau o el bonito del Golfo de Bizkaia que sirve acompañado de jugos, infusiones y fondos de sabores definidos como la berenjena confitada al té rojo y gamba, o bien con sabores ácidos y ligeramente especiados como el mejillón con coco, citronella y tomate picante o el delicioso salmonete ahumado al romero con emulsión de vainas y guindillas.
Todos estos platos y otros, hasta un total de 14 que cambian a diario en función de los productos del mercado, conforman el menú degustación completo (110 €) de Garrido, que también se presta a adaptarlo a las intolerancias alimentarias de los comensales. También se puede optar por otras dos alternativas más cortas a precios más que razonables para un restaurante con estrella Michelin desde 2013: el menú 10 platos (85 €) y el menú ligero (74 €) servido por un personal de sala amable y profesional que explica los platos con naturalidad.
La carta de vinos, con más de cien referencias, cuenta con una buena representación de España —incluida Jerez— y de otras regiones vinícolas del mundo —especialmente Champagne y Borgoña— y se priman los elaboradores comprometidos con el terruño. Es obra de Álex Hernández, sumiller con experiencia en El Portal del Echaurren, Ricard Camarena o Atrio, entre otros restaurantes estrellados, y un apasionado del vino. De trato cercano y humilde, Hernández también ofrece un maridaje de siete vinos por copas (55 €) servidos en cristalería de calidad y se presta al juego de servir botellas que sorprendan y acompañen los sabores y contrastes de la cocina de Garrido.
Como preludio a la comida o para tomar una copa después de la cena no es mala idea sentarse en la terraza del bar Tximpun, también propiedad de Mina. A pocos metros más adelante, en el Muelle Marzana, el Tximpun ofrece vinos de pequeños productores, cervezas artesanas y cócteles en un ambiente hipster y relajado donde también se puede tomar algo de picoteo fino —sus gildas y el paté de campaña con confitura de higos tienen buena fama— con vistas a la ría y al puente de San Antón. Y.O.A.