Noticia actualizada el 12 de agosto de 2017
El pleno del Consejo Regulador de Rioja aprobó ayer la implantación de las categorías de vinos de 'zona' y 'villa' a partir de la cosecha 2017, una decisión que ha propiciado la paralización de las gestiones para establecer la nueva DOP Arabako Mahastiak / Viñedos de Álava, anunciada por 40 bodegas alavesas en verano del año pasado.
Para la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA), impulsora de la nueva DOP, la decisión del Consejo es un “acuerdo histórico", que incorpora dos nuevas categorías “acordes a los tiempos y que los actuales mercados demandan y entienden”.
El acuerdo, votado a favor por todos los integrantes del Pleno, con la única abstención de las cooperativas navarras de UAGN, permitirá la incorporación de hasta un 15% del volumen de uva de viñedos en localizaciones limítrofes de Rioja siempre que haya “una vinculación prolongada del viñedo, que obedecerá a un proyecto permanente y evitará especulaciones”, según el consejo. Así, una bodega ubicada en Samaniego (Rioja Alavesa) podrá utilizar por ejemplo uva del pueblo vecino de Ábalos (Rioja Alta) para su vino de villa, pero no podrá utilizar uva de Labastida o San Asensio.
Lo que esta nueva categorización no contempla es que las bodegas tengan libertad para elaborar vinos de distintos pueblos, como ocurre en Borgoña o Alsacia, sino que tendrán que ser vinos elaborados y embotellados en el mismo municipio donde se ubica la bodega.
Para muchos viticultores como Arturo de Miguel, de Bodegas Artuke en Baños de Ebro, centrados en elaborar vinos de terruño, esta nueva categoría es una oportunidad perdida para dar importancia al viñedo frente a la bodega. "Al final estamos en las mismas. Se certifica el origen del embotellado en lugar del origen de las uvas", se lamenta. "Un 32% de nuestras viñas están en Ábalos y San Vicente de la Sonsierra. Antiguamente sí que se tenía el viñedo en el pueblo, pero hoy en día, con los métodos de transporte modernos, la mayoría buscamos viñedos de calidad; la cercanía a la bodega es secundario".
Rafael Vivanco, cuya bodega posee 300 hectáreas de viñedo repartidas por toda la DOCa Rioja, está de acuerdo con que se podía haber ido más lejos pero es pragmático y valora que se haya conseguido poner de acuerdo a tanta gente. "Lo correcto habría sido partir del viñedo y dejar la bodega en segundo plano y limitar los vinos de pueblo a viñas en propiedad para que realmente sea necesaria una inversión y un esfuerzo", asegura el bodeguero de Briones. "Al final se ha optado por contentar a todos. En Rioja hay tantos intereses contrapuestos que siempre es bueno que se avance, aunque sea poco a poco. Yo creo que esta nueva categoría ayudará a mostrar la diversidad de Rioja".
Desde el Consejo Regulador se remiten a que Rioja "siempre ha contemplado que los vinos procedentes de unidades geográficas menores se obtengan, elaboren y embotellen en la propia unidad. Es una cuestión de trazabilidad y también de identidad, algo que seguro entenderán los consumidores", asegura su director general José Luis Lapuente. "Si se considera que el concepto identitario que representa el embotellado en el origen no es relevante, nos lo tendrá que decir el mercado, de quien esperamos una respuesta constructiva".
Los vinos de zona y de villa -aprobados en plena temporada estival y en vísperas del puente de agosto- se suman a la nueva categoría de vinos procedentes de Viñedos Singulares aprobada el pasado junio. De esta forma, Rioja da por escuchadas las peticiones de muchos elaboradores, principalmente de Rioja Alavesa y Rioja Alta, de reconocer la identidad y el origen de los vinos y supera el rechazo inicial de las cooperativas, que votaron en contra de esta medida en el pleno de hace dos meses.
Otra de las novedades será visible en las etiquetas, ya que se podrá aumentar el tamaño del nombre los pueblos o de las zonas. Hasta ahora el tamaño se limitaba como máximo a dos tercios del que tenía “Rioja”. A partir de la cosecha 2017 se podrán representar en igualdad de condiciones, con el único requisito de que no destaquen más que el nombre de la Denominación. Asimismo, se ha aprobado que la zona de Rioja Baja pase a llamarse Rioja Oriental para lo cual el Consejo explorará en los próximos meses su viabilidad legal y comercial.
Para Inés Baigorri, presidenta de ABRA, el acuerdo surge “tras la presión de saber que la nueva DOP Viñedos de Alava se iba a publicar en el boletín oficial” y se congratula de haber propiciado el acuerdo. “Estas nuevas categorías amplían la riqueza de modelos de trabajo y permiten dar visibilidad al origen y a nuestros pueblos. Es, sin duda, un gran paso adelante que esperamos que se materialice; el propio Fernando Salamero [presidente del Consejo Regulador] nos ha agradecido nuestros esfuerzos”, explica Baigorri. Los 40 viticultores de ABRA, que ahora podrán etiquetar sus vinos como Rioja Alavesa, se han comprometido a dar un margen de dos años para la implantación de las nuevas categorías.
Las nuevas indicaciones geográficas serán complementarias a las categorías establecidas -Joven, Crianza, Reserva, Gran Reserva- que permiten el ensamblaje de uva de distintas procedencias dentro de la DOCa Rioja.