Armando Guerra, una de las personas que más ha contribuido en los últimos tiempos a la difusión de la cultura de los vinos del Marco de Jerez, se muda al Barrio Alto de Sanlúcar para trabajar en Bodegas Barbadillo, donde se encargará de la división de alta gama de producción e innovación.
En este nuevo departamento, creado a medida para el propietario de la Taberna der Guerrita y con el director general de la bodega como su único jefe, Armando Guerra tendrá libertad para hacer sacas especiales, buscar botas perdidas y especiales de entre las más de 65.000 que se almacenan en los diferentes cascos de Barbadillo y “poner en valor los grandes vinos que tiene la bodega y que ahora tienen poca difusión”.
Los términos de su contrato, que lo lleva negociando un año, estipulan que Armando seguirá teniendo libertad para organizar sus famosas catas de verano, por las que desfila lo más granado del panorama vinícola español, con nombres como Pedro Ballesteros MW, Antonio Flores, Luis Gutiérrez, Ramiro Ibáñez, Envínate o Dani Landi, entre muchos otros. Asimismo, contratará a una persona para llevar el día a día de la tienda pero la taberna seguirá funcionando como hasta ahora, asegura Armando.
Su fichaje por Barbadillo, productor de la manzanilla Solear en Rama, le impedirá implicarse en nuevas colaboraciones con elaboradores locales, pero Armando deja claro que la Taberna der Guerrita seguirá distribuyendo todos los vinos que llevaba hasta ahora.
“Suplo esa renuncia a participar en proyectos nuevos con lo que voy a hacer ahora. Barbadillo tiene buena imagen y un gran potencial, así que estoy muy ilusionado con esta nueva etapa”, asegura Guerra.