SWL.

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Vall Llach

Carrer Pont, 9, 43739, Porrera, Tarragona, España

www.vallllach.com
Vall Llach

¿Pueden dos abstemios crear una bodega que se convierta en referencia clave de su región? La improbable historia de Celler Vall Llach no se puede entender sin la figura de su principal instigador: el cantautor catalán Lluís Llach, muy conocido por su música comprometida en los últimos años del franquismo. Cuando a la muerte de su madre en 1983, hereda su casa y fincas de Porrera en un Priorat entonces empobrecido y remoto, decide instalarse en este pequeño municipio en el que los viticultores luchaban por sobrevivir. De hecho, la zona nunca fue la misma tras la filoxera y en los 80 sufría la llamada “crisis de la avellana turca” que afectó duramente a otro de sus productos tradicionales.

Política social

Decidido a mejorar la vida de sus vecinos y aumentar los precios de la uva, Llach pidió ayuda a su amigo Enric Costa, notario en Vic, y a los “cinco magníficos” (Barbier, Pérez, Palacios, Pastrana y Glorian) que ya habían iniciado sus elaboraciones en Gratallops. José Luis Pérez (Mas Martinet) respondió a su llamada para hacer lo propio en Porrera remodelando la cooperativa del pueblo y lanzando Cims de Porrera.

En los años siguientes Lluís fue adquiriendo viñas. De hecho, no era raro que los viticultores le quisieran vender sus parcelas ante las dificultades que suponía trabajar en los terrenos particularmente escarpados de Porrera. El resultado fue una bodega propia para vinificar sus uvas junto a su también abstemio amigo Enric Costa. Celler Vall Llach se estrena con la añada 1998.

En lugar de crear nuevas y cómodas instalaciones se sigue buscando aportar riqueza al pueblo y rehabilitan dos edificios emblemáticos: Cal BaldrichLa Final. Situada en la plaza principal, esta última era la mayor y más antigua construcción privada dedicada a la elaboración de vino. En 2021, el temporal de nieve Filomena provocó el derrumbe del tejado y la pérdida de gran parte del vino en proceso de elaboración y producto terminado. Tras la tragedia, la reconstrucción permitió crear unas instalaciones más eficientes y sostenible.

Albert Costa, el hijo de Enric, se puso al frente de la bodega  tras el fallecimiento de su padre en 2013 y en la actualidad es el principal propietario, aunque Lluís Llach mantiene una participación en el negocio. Costa, de hecho, valora enormemente su papel en el desarrollo del negocio. “Si los ‘cinco magníficos’ hicieron la revolución enológica del Priorat, Lluis Llach hizo la revolución social”, recuerda.

Evolución en los vinos

Albert estudió agrónomos en Barcelona y enología en Tarragona, y complementó su formación vinícola trabajando en Australia y California. Su llegada supuso también un cambio en el estilo de los vinos. Frente a los altos niveles de maduración y elevados grados alcohólicos de antaño, se buscan ahora vinos más equilibrados y menos contundentes. En la mayor parte de los vinos, el ingrediente estrella son las cariñenas viejas de Porrera, de las que la bodega tiene en cantidad y calidad. Costa también ha convertido el viñedo a ecológico y está utilizando botellas más ligeras en sus presentaciones.

La gran joya es Mas de la Rosa, un viñedo emblemático plantado entre 1910 y 1930 con un 70% de pendiente. Antiguamente se destinaba a Vall-Llach, pero no había duda de que debía dar origen al vino top de la bodega. Reconocido por el Incavi como vino de finca, pasó a ser una vino de vinya classificada tras la aprobación de la nueva clasificación de viñas y parajes en Priorat y uno de los primeros en obtener el distintivo de gran vinya classificada. Es una cariñena imprescindible en la región, plena de fuerza y energía. Se elaboran menos de 2.000 botellas y el precio gira en torno a los 275 € la botella.

Porrera Vi de Vila (menos de 5.000 botellas, 55 €), el vino de municipio de Vall Llach, se concibió desde el principio como un vino de gama alta elaborado a partir de viñas viejas. La cariñena suele llevar la voz cantante, complementada con la garnacha. 

El antiguo Idus de Vall Llach que se elaboraba con uvas de proveedores para distinguirlo de las viñas en propiedad ha desaparecido para dar lugar a Priorat de Vall Llach (39 €) un vino regional que recoge uva de viñas viejas de viticultores de Porrera, Torroja del Priorat y Escaladei y que se subtitula como Vi de Pageses y Pagesos. Aquí la cariñena alcanza el 90% de la mezcla.

La única concesión a la garnacha es el nuevo vino de paraje Mas d'en Caçador (90 €), que se estrena en la cosecha 2022 con un perfil etéreo y delicado y menos de 1.000 botellas de producción.

Al tinto de entrada de gama Embruix de Vall Llach (65.000 botellas, 21 €) se destinan las viñas jóvenes de cariñena y garnacha y las variedades internacionales (cabernet, merlot y syrah) que aún cultiva la bodega.

La gama de blancos también ha crecido en los últimos años adaptándose a los tiempos. El monovarietal de viognier Aigua de Llum (47 €) está ahora acompañado por un vino de municipio de garnacha blanca, Porrera Vi de Vila Blanco (10.000 botellas, 28 €) y otro de paraje, Horta Colomer (menos de 1.000 botellas, 45 €), elaborado a partes iguales con cariñena blanca y gris.

Vall Llach está abierta al enoturismo con visitas a la bodega previa reserva