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Teodoro Ruiz Monge

Calle Primera Travesía, Plaza San Roque, 9, 26338, San Vicente de la Sonsierra, La Rioja, España

www.bodegateodororuizmonge.com
Teodoro Ruiz Monge

Pionero en etiquetar sus vinos de cosechero con marca propia en Rioja allá por 1973, Teodoro Ruiz Monge es una bodega de larga tradición familiar asentada en San Vicente de la Sonsierra desde 1870.

La fundó el bisabuelo pero hoy en día la gestionan Teodoro Ruiz e Isabel Bañares, junto con su hijo José Luis, Itu, que ha introducido nuevos vinos pero manteniendo siempre la maceración carbónica como seña de identidad en todas sus elaboraciones. Itu, a quien el apodo le viene de Iturralde, el apellido de su abuela materna, tiene claro el mensaje que quieren transmitir. “Hay que desterrar esa idea de que los tintos de maceración carbónica solo pueden ser vinos de consumo rápido; yo busco vinos longevos pero que inviten a beber, con buena fruta, poca madera y mucho terruño”.

Itu y su familia cuentan con 10 hectáreas propias en vaso en los alrededores del pueblo, con las que elaboran los vinos de la casa. Trabajan además otras 24 hectáreas de su primo Álvaro, cuyas uvas venden a otras bodegas. En el campo injertan las viñas con material propio y no usan herbicidas pero Itu sí admite que tratan cuando lo consideran necesario, aunque siempre intentado que sea de la forma más sostenible posible.

La edad media del viñedo de Ruiz Monge ronda los 50 años. Predomina el tempranillo, pero también tienen garnacha, graciano y turruntés, una variedad autóctona aunque minoritaria con la que han elaborado en 2020 su primer blanco, llamado Zortún (8 €, 1.000 botellas), que proviene de una parcela en Peciña plantada hace unos 20 años. Además del turruntés, Zortún lleva un 5% de viura. El vino, que se trabaja con sus lías, fermenta mitad en barrica de roble francés y mitad en depósito de hormigón.

La elaboración de los vinos se sigue haciendo en los lagares tradicionales de piedra, pisando las uvas con los pies, con extracción de los mostos por gravedad en los depósitos de hormigón y con levaduras propias. El de año, que se llama Monge Ruiz, es el vino principal de la casa (4 €, 25.000 botellas) y mezcla tempranillo (85%) más algo de garnacha (10%) y viura (5%). Es un vino de cosechero tradicional, honesto y sabroso, cuya única pretensión es que destaque la fruta.

Esa misma mezcla tradicional de uvas se emplea en Zurbano (7 €, 11.000 botellas), que incluye fruta de distintas parcelas en suelos arcillo-calcáreos. Se cría 12 meses en barricas de roble francés (75%) y americano (2%) pero la idea de Itu es pasarlo a tinas a partir de la añada 2021 para preservar mejor la fruta.

Isabel Bañares (14 €, 1.300 botellas) es un parcelario que Itu hace en homenaje a su madre y en el que predomina la fruta madura con taninos suaves. Se cría en barricas de roble francés (80%) y americano (20%) y, como la mayoría de los vinos de esta casa, mezcla el tempranillo, garnacha y viura, en este caso de una viña de 40 años.

La Pacha (15 €, 800-1.000 botellas, según la añada) es un homenaje a su abuela María Jesús, a quien en el pueblo se le conocía como La Pacha. Proviene de una parcela prefiloxérica en La Cóncova y era el origen de un montón de historias que la abuela le contaba a Itu de niño. Aquí se embotellan todas la variedades que hay en la viña: tempranillo, garnacha, viura, mazuelo, turruntés y malvasía. La añada 2020 se cría en barrica de 500 litros (frente a 225 en la añada anterior) consiguiendo un tinto fresco y fluido con buen paso de boca.

Su tinto de más reciente creación es Desniete, elaborado por primera vez en la añada 2019 (13 €, 1.300 botellas). Es un monovarietal de garnacha también de La Cóncova, una zona entre Rivas de Tereso y San Vicente. En esta ocasión, Itu homenajea en la etiqueta a sus perros, Laia y Turbo, con quienes adora dar largos por el monte. Como en La Pacha, con el cambio a barrica de 500 litros en la añada 2020 consigue un vino más fresco y con definición de fruta roja y crujiente sin que la madera interfiera en absoluto.

Todos los vinos de Ruiz Monge llevan la tirilla verde ya que no se distingue entre crianza, reserva o gran reserva.

Además de la bodega de elaboración en el centro del pueblo, Ruiz Monge cuenta con otra bodega más utilitaria, que hace las veces de almacén, y en la que también cría los blancos y los vinos parcelarios. Para las visitas enoturísticas disponen de la cueva La Primicia, comprada por la familia a la Iglesia y datada del siglo XIV. Está en los bajos del histórico castillo de San Vicente, desde el que se divisan unas hermosas vistas panorámicas de la región, y era una antigua bodega en la que se pagaban los diezmos y primicias. En ese espacio en la roca, ahora restaurado, guardan un puñado de barricas para que la gente pruebe sus habilidades de cata pero Itu también tiene un pequeño botellero en el que va guardando su colección de añadas.

Para 2022 su idea es centrarse en abrir mercado en el extranjero sin descuidar la venta a particulares, que supone un 50% del vino de año, así como a restaurantes y vinotecas. “Lo que tengo claro es que no queremos crecer más allá de lo que mis padres y yo, con la ayuda de mi primo, podamos hacer”, confiesa el bodeguero riojano.