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Pujanza

Carretera de Elvillar s/n, 01300 Laguardia (Álava)

www.bodegaspujanza.com
Pujanza

Esta bodega es el proyecto personal de Carlos San Pedro, uno de los enólogos más destacados de Rioja y un claro representante de la modernidad en la región. Miembro de una conocida saga de hombres del vino de Laguardia (Rioja Alavesa), empezó a trabajar en solitario con uno de los viñedos familiares plantados por su padre, La Viña Grande (o Finca Valdepoleo), de 15 hectáreas, situada a algo más de 600 metros de altitud bajo la sombra protectora de la Sierra de Cantabria. 1998 fue la primera añada en el mercado aunque no contó con bodega propia hasta tres años más tarde.

De esta primera viña nació el tinto básico de la bodega, Pujanza (100.000 botellas, 14,50 €), un 100% tempranillo frutal e inmediato (antes se llamaba Hado) elaborado ahora a partir de 23 parcelas que varían en función de las características de la añada y que se cría en barricas de 225 litros de roble francés durante 12 meses.

De La Viña Grande, a partir de la cosecha 2011 San Pedro lanza Finca Valdepoleo (40.000 botellas, 23 €), que se centra en las siete parcelas dentro de la viña originaria y se presenta en botella borgoña.

Existen además cuatro vinos parcelarios. El más importante es Pujanza Norte (11.000 botellas, 52 €), que procede de una de las viñas más altas de Laguardia (720 metros), una parcela larga y estrecha donde la roca caliza aflora cerca de la superficie y siempre está azotada por el viento (de ahí el nombre). Su padre le regaló el terreno el día de su 18 cumpleaños y Carlos plantó la viña con sus propias manos. Este tempranillo 100% se cría 12 meses en roble francés y otros 12 en hormigón y tiene un perfil fragante y tensionado.

Cisma (1.000 botellas, 160 €) es una rareza que viene de La Valcavada, un pequeña parcela plantada en pie franco y sin injertar por su abuelo hace más de 80 años. El estilo es más borgoñón y el precio notablemente más elevado. Más anecdótico aún es el blanco de viura Pujanza Añadas Frías (2.700 botellas, 52 €), de la parcela San Juan de Anteportalatina, caracterizada por su altura (600 metros) y un suelo de alta influencia calcárea. Como su propio nombre sugiere, sólo se elabora en las cosechas más frescas. El cambio climático no ayuda mucho y de ahí que las únicas añadas en el mercado son, de momento, 2007, 2010, 2013, 2016, 2019, 2021 y 2023. En los años que no puede elaborarse, la bodega vinifica las uvas, pero las comercializa con el nombre de la parcela, S.J. Anteportalatina, a un precio inferior (48 €).

Desde la añada 2016 se elabora La Paul (10.000 botellas, 37 €), un 100% Tempranillo que proviene de la parcela del mismo nombre, una ladera con suelos arcillosos orientada al este justo al borde de Laguardia. Tiene un perfil más mediterráneo y redondo que otros vinos, con taninos pulidos.

En general, los vinos de Carlos San Pedro son un buen ejemplo de modernidad en Rioja. Sólo se utiliza roble francés y el acento está en la fruta, la expresión y la amplitud en boca, pero sin perder de vista la acidez como hilo conductor, lo que contribuye a que sean en general muy bebibles y equilibrados.

Como contrapunto, en 2020 Pujanza lanzó Voelos, una línea de vinos de perfil clásico y amables en boca con los distintivos de envejecimiento tradicionales de Crianza y Reserva. Son dos tintos de precios contenidos (10-13 €) y en botella bordelesa que mezclan uvas de la Sonsierra descartadas para los Pujanza.