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Pazo Torre Penelas

36657 , Torre, Pontevedra, España

www.torres.es
Pazo Torre Penelas

Aunque Familia Torres está presente en Rías Baixas desde 2012 elaborando el albariño Pazo das Bruxas, en 2017 adquirió una finca histórica en el municipio de Portas (Pontevedra), dentro de la subzona del valle del Salnés, con el objetivo de elaborar un blanco de finca de gama alta.

Dentro de la característica estructura minifundista del viñedo gallego, Pazo Torre Penelas constituye una gran excepción, ya que se trata de una propiedad del siglo XIV con seis hectáreas de viñedo delimitadas por muros. El pazo que se alza en su interior cuenta con todos los elementos clásicos de este tipo de construcciones como el hórreo, el palomar o una capilla; y ahora también con una pequeña bodega para elaborar un único vino blanco. Catalogado como patrimonio histórico, perteneció en su día a la familia del conquistador Ponce de León.

El mar queda a apenas ocho kilómetros de distancia, de manera que la influencia atlántica es determinante. La edad de la viña, plantada en su totalidad con albariño, va de los 45 a los 25 años. En los suelos domina la arena, pero el perfil es muy cambiante. La parte más elevada, de tres hectáreas, la llamada Viña Alta, tiene menos arena y suelos poco profundos con la roca granítica muy presente, lo que genera estrés hídrico y más grado. Ligeramente más fresca, Palomar es una zona de transición con unos 40 a 20 centímetros de arena que se traduce en buenos índices de alcohol y acidez, mientras que Capilla y El Hórreo se caracterizan por sus suelos más profundos, aunque, al estar plantados con distintos clones de albariño, ofrecen perfiles aromáticos diferentes. El primer vino que se ha elaborado en la casa procede de una selección de uvas de estas tres últimas parcelas.

Gran parte de la originalidad del proyecto reside en la apuesta por fermentar y criar el vino en huevos de granito, la roca dominante en la región y el material que se usó históricamente para elaborar los vinos locales ya fuera en antiguos lagares integrados en el paisaje o los que se construyeron después dentro de los propios pazos.

Construir modernos recipientes de granito ha sido más complicado. La medida, de 675 litros, ha estado determinada por el propio tamaño de la bodega. Y la forma ovoide busca potenciar el movimiento de las lías. Por el trabajo realizado hasta ahora, se ha comprobado que la porosidad es similar a la del roble, pero que, a diferencia de la madera, se mantiene intacta en el tiempo. Quizás, el rasgo más evidente que aporta el vino en cata es una salinidad más marcada y también el dominio de las notas herbales sobre las frutales. Blanco Granito (42 €) se ha estrenado en el mercado con la cosecha 2019.