Los orígenes de esta bodega se remontan al boom elaborador que vivió Rioja en la segunda mitad del siglo XIX gracias a la llegada de los négociants franceses que huyendo de la filoxera buscaban vinos con los que poder abastecerse. Francisco Javier Solano y Eulate, marqués de la Solana y propietario de una gran cantidad de viñedo en Villabuena de Álava, siguió los consejos del enólogo francés Jean Pinaud y comenzó a elaborar al estilo del Médoc.
La bodega sigue en manos de la familia. Su bisnieto Juan Pablo de Simón se trasladó a vivir a Rioja en los años 80 para reactivar la bodega. Desde entonces se ha ampliando la gama de vinos, mejorado su calidad y cambiando el nombre de la firma para que oficialmente se llame como siempre se la había conocido en su muy vitícola municipio: la bodega “de la marquesa”. La quinta generación, representada en los tres hijos de Juan Pablo (Pablo, María y Jaime), se encuentra plenamente incorporada al negocio.
La bodega elabora unas 400.000 botellas procedentes de las 70 hectáreas de viñedo situadas en su entorno. La mayoría están de Villabuena, pero también tienen parcelas en Baños de Ebro y Ábalos. Además gestionan otras 20 hectáreas de amigos jubilados y empleados de la bodega. Su marca más conocida, Valserrano, lleva el nombre de una de las zonas en las que tienen viña, pero la finca más grande es El Ribazo. Con 12 hectáreas y situada en Villabuena, casi todo es viñedo en vaso de unos 35 años cultivado en el suelo característicamente arcilloso del municipio. Desde la cosecha 2011 elaboran aquí un tempranillo profundo, sabroso y con abundante fruta que lleva el nombre de la finca y se comercializa en el entorno de los 26 €.
Otro de sus fincas más representativas es El Monte. Situada a más altitud, la maduración sin embargo es más temprana por sus suelos arenosos. El viñedo está enmarcado por un pinar que plantó la abuela de Juan Pablo para hacer cajas para el vino y cuya madera nunca se llegó a utilizar. Ahora está protegido porque es la única plantación de pino piñonero en la provincia de Álava. De las parcelas más viejas sale el top Finca Monteviejo (37 €), un tinto elegante y jugoso que constituye siempre un agradable descubrimiento. Tanto éste como El Ribazo se comercializan como genéricos.
Se mantiene, no obstante, su gama tradicional de Crianza, Reserva y Gran Reserva bajo la marca Valserrano. El estilo fácil, limpio, frutal y sincero del Crianza (11 €, en el entorno de las 250.000 botellas) es una de las mejores tarjetas de presentación de la bodega. Es un tempranillo con 10% de mazuelo. En el Reserva (18 €) y el Gran Reserva (30 €) el acompañamiento es de graciano (10%) y los vinos reflejan, especialmente en las mejores añadas, el esfuerzo realizado en viñedo y bodega. Quizás no son tan conocidos como los de otras bodegas de Rioja Alavesa, pero son serios, consistentes y bien trabajados.
Hay también dos blancos, uno fermentado en barrica (12,5 €) y un Gran Reserva (37 €) de 25 meses de crianza en barrica en clave más estructurada y que resulta muy apto para jugar con su evolución en botella.
Tras Contino, Bodegas de la Marquesa fue una de las pioneras en trabajar la graciano por separado. Su línea de monovarietales no se elabora todos los años e incluye también un mazuelo. En el pasado se trabajaba también la garnacha, pero se ha abandonado su producción. Estos vinos tienen producciones inferiores a las 5.000 botellas y se comercializan en el entorno de los 22 €. Pero quizás el vino más personal de la bodega es Nico (46 €), un tempranillo que responde a una selección personal del actual director técnico, Jaime de Simón, para celebrar el nacimiento de su primer hijo y la llegada, por tanto, del primer miembro de la sexta generación de la familia.
Todos los vinos pueden adquirirse online en la tienda de la bodega.
