Fundada en 1987 y situada en Cacabelos, la bodega de la familia Luna ofrece en la actualidad algunos de los tintos de mejor relación calidad-precio del Bierzo, elaborados todos ellos con la variedad autóctona de la zona, la mencía. Tanto su tinto joven como el Finca con 12 meses en roble son capaces de proyectar una expresión de la variedad y del terruño que difícilmente se encuentra en vinos que no van mucho más allá de los 10 €. La clave está en una elaboración cuidada y en la elevada edad de las cepas con las que se elaboran: viñedos de más de 50 años en el caso del joven y de más de 60 años para Finca.
En los últimos años, Luna Beberide ha ido reestructurando su viñedo de 80 hectáreas repartido entre los municipios de Cacabelos y Villafranca del Bierzo para quitar peso a las variedades foráneas y centrarse en las autóctonas mencía y godello.
El tinto Art (en el entorno de los 20 € en el mercado español) se elabora a partir de las viñas más viejas de la bodega y con una alta proporción de suelos de pizarra que se refleja en notas terrosas, oscuras y un perfil algo más lleno.
Desde la cosecha 2018, Finca y Art llevan el nombre del paraje Valdetruchas en la etiqueta de acuerdo con la nueva clasificación establecia poe la DO Bierzo. Paixar, que se elabora con viñas de Dragonte, una pedanía de Corullón, aparecerá como vino de paraje La Sierra a partir de la añada 2019.
El proyecto de Paixar nació en la cosecha 2000 fruto de la colaboración con la familia García (Mauro, San román, Garmón), pero actualmente esta únicamente en manos de Luna Beberide. El vino procede de múltiples pequeñas parcelas con diferencias de altitud que van de los 700 a los 900 metros, algunas de ellas situadas entre castaños, en zonas realmente de montaña y cuyo fruto, en ocasiones, hay que disputárselo a los jabalíes. De hecho, “paixares” es un término local para referirse a las tierras altas de la región.
