El proyecto de Vintae en Ribera del Duero arranca en 2005 con una elaboración comercial que se apoya en la franja central de la DO con especial atención por los municipios de Olmedillo y Moradillo de Roa, ambos en la provincia de Burgos.
La personalidad de los viñedos de Moradillo, ubicados en el páramo de Corcos a altitudes cercanas a los 1.000 metros, sirvió de inspiración para profundizar en zonas elevadas y particularmente frescas de la región. A partir de 2016, el equipo de Vintae comienza a explorar el viñedo soriano, en el extremo oriental de la denominación. De esta provincia valoran la sanidad del viñedo, reforzada por la mayor altitud y la climatología más fría, y la personalidad de los suelos. Si la abundancia de arena y gravas en superficie facilitan un buen drenaje, la capa inferior de arcilla retiene el agua y la roca caliza aporta cierto carácter. Aproximadamente un tercio de las uvas del proyecto proceden de viñedos cultivados en Soria.
Con la experiencia de los años y gracias a un mejor conocimiento de la materia prima, se han dejado atrás elaboraciones con indicativos de crianza tradicionales (crianza, reserva…) para buscar una identidad más cercana al paisaje a la vez que se ha reducido el peso de la madera con la introducción de barricas de 500 litros y tinos de madera para la crianza.
El nuevo tinto central de la bodega, que se estrena en la cosecha 2020, es Bardos Viñedos de Altura (algo más de 100.000 botellas, 14 €). Se elabora a partir de cepas viejas de la provincia de Soria cultivadas entre las localidades de Alcubilla de Avellaneda y Villálvaro, y con envejecimiento de 12 meses en recipientes de roble de distinta capacidad.
Hay además dos vinos de pueblo que revelan los dos grandes focos de atención de Vintae en la región: Selección de Viñedos de Moradillo de Roa, en Burgos, y Selección de Viñedos de Villálvaro, en Soria, municipios en los que se concentran las 40 hectáreas que la bodega tiene en propiedad en Ribera del Duero. El primero procede de viñas de entre 80 y 90 años cultivadas a 960 metros de altitud en los suelos de canto rodado sobre arcilla del páramo de Corcos. El de Villálvaro mezcla cepas que van desde los 80 años hasta ejemplares prefiloxéricos de 140 años. El paisaje aquí es un mosaico de parcelas muy pequeñas y de propiedad fragmentada; suelos muy pobres de arena y algo de cascajo, pero con un sustrato arcillo-ferroso que aporta frescura. Los dos vinos envejecen en tinos de 5.000 litros y se comercializan en el entorno de los 36 €.
La producción total de la bodega se sitúa ligeramente por debajo de las 300.000 botellas. Con la marca Bardos se produce también un verdejo (7,5 €) de Rueda con cuatro meses de crianza sobre lías a partir de uvas de Rueda y La Seca.
Los vinos pueden adquirirse en la tienda online de la bodega