Nekeas nace a finales de los ochenta por iniciativa de Francisco San Martín, profesional del vino que había participado en la fundación de Príncipe de Viana, y que reúne a ocho familias del valle de Nekeas (subzona de Valdizarbe) para formar una cooperativa que desde los inicios se distingue por su eficiente gestión y orientación exportadora (el 70% del vino se vende fuera de España). Eran los tiempos del boom del vino navarro, liderado por las recomendaciones técnicas de Evena, la Estación de Viticultura y Enología de Navarra, y con un gran desarrollo de nuevas plantaciones.
En Nekeas, de hecho, se plantaron 150 hectáreas en solo dos años y los primeros vinos salieron al mercado en la cosecha 1993. Ahora cultivan un total de 250 hectáreas que cubren todas sus necesidades y producen en torno a un millón de botellas. También elaboran aceite. Desde los inicios la dirección técnica ha estado en manos de Concha Vecino, quien defiende la singularidad de esta zona septentrional en la que el viñedo puede llegar a acercarse a los 700 metros de altitud.
La bodega tiene un excelente posicionamiento en el mercado norteamericano gracias a su alianza con el importador Jorge Ordóñez. Fue él quien sugirió elaborar un tinto de garnachas viejas, El Chaparral de Vega Sindoa, que triunfó casi de inmediato en Estados Unidos -la primera añada fue 1997. El vino procede de unas 40 parcelas no mecanizables que sobrevivieron al abandono generalizado del campo en los años 60 y a la sustitución de la vid por un cultivo menos exigente como el cereal. La marca Vega Sindoa (50.000 botellas, 13 €) se creó específicamente para América del Norte porque allí Nekeas sonaba a griego.
El éxito llevó a plantar más garnacha a principios de los 2000 con clones de vivero, pero pronto vieron que no conseguían el mismo perfil y reinjertaron con su propio material vegetal. Con estas viñas, que ahora tienen unos 20 años, se elabora el tinto Cepa x Cepa (unas 40.000 botellas, 7 €) que es una excelente introducción al perfil de las garnachas de esta subzona navarra y una de las mejores relaciones calidad-precio de la región.
La garnacha representa alrededor del 30% de la superficie cultivada por la bodega. Hasta hace bien poco la tempranillo era la variedad dominante. Hay también una elevada proporción de cabernet y merlot, variedades internacionales que Vecino defiende como parte de los intercambios del Camino de Santiago -presume de tener una cepa de cabernet centenaria- y cuyo nivel de adaptación a la región, especialmente en el caso de la cabernet, es comparable a la de la garnacha. La última apuesta de la casa es la garnacha blanca y también miran con buenos ojos a la oneca, una variedad blanca ancestral recuperada por Evena cuya plantación acaba de autorizarse en la DO.
La gama de blancos incluye un joven de viura y chardonnay, el monovarietal de chardonnay Cuvée Allier (11 €) que fermenta y envejece brevemente en barrica y la interesante y fresca garnacha blanca 25 Vendimias (14 €).
Si el Nekeas básico es un tinto de tempranillo y merlot, El Camino de Nekeas mezcla garnacha, syrah y tempranillo con tres meses de crianza en barrica, y Los Olivos de Nekeas apuesta por un ensamblaje de corte bordelés a base de merlot y cabernet que llega a los 15-18 meses de envejecimiento en madera.
