Fundada en 1939 como Bodega Cooperativa San Francisco Javier, es más conocida como Bodega de Sada, por el nombre del pequeño municipio de la Baja Montaña de Navarra en el que se ubica. Con larga tradición en el cultivo, Sada es, de hecho, el centro vitivinícola de la merindad de Sangüesa, que se sitúa geográficamente al noroeste de San Martín de Unx.
La altitud media de la viña se sitúa en torno a los 500 metros, cultivada en laderas de suelos calizos y glacis planos con abundante cascajo. Es destacable la riqueza de las orientaciones y la fresca influencia de los Pirineos en una de las zonas más septentrionales para el cultivo en Navarra.
Con unas 175 hectáreas, la garnacha es la variedad dominante, con un cierto patrimonio de viñas viejas, pero también se cultivan unas 100 de tempranillo cuyas uvas se venden a terceros, así como algo de cabernet sauvignon y merlot. La garnacha roya es una especialidad interesante gracias a la terquedad de uno de los viticultores de la cooperativa que se negó a arrancar la parcela pese a que la uva se pagara peor y que se elabora ahora mismo como vino blanco.
En elaboración, se trabaja con las levaduras que vienen del campo y se utilizan bastante los depósitos de hormigón para afinar los vinos.
Junto al exótico blanco de garnacha roya, el rosado Palacio de Sada (6 € en España), del que se pueden llegar a elaborar casi medio millón de botellas, es una de sus marcas más conocidas y un excelente ejemplo de los rosados navarros de garnacha elaborados mediante la técnica del sangrado. En el mismo rango de precio hay un Palacio de Sada Tinto (30.000 botellas) elaborado también con garnacha y una crianza de unos tres meses de barrica. El Cuvée Especial (25.000 botellas, 9 €) que se elabora desde la cosecha 2016 es una mezcla con base de garnacha y aportaciones de cabernet sauvignon y merlot.
