Ubicada en Coruña del Conde (Burgos), al norte del Duero y en una zona que queda fuera de los límites de la DO Ribera, el nombre de la bodega hace referencia a Clunia Sulpicia. Esta antigua ciudad romana, situada en el cercano Alto de Castro dentro de la vía norte que unía Tarragona con Astorga, jugó un papel clave en la romanización del norte de España y quedan vestigios de su foro, tiendas, casas, así como del antiguo anfiteatro.
Esta zona cercana a la frontera con la provincia de Soria se distingue por su gran altitud, entre los 900 y 1.000 metros. Esto determina una importante amplitud térmica de hasta 20 y 22 ºC entre el día y la noche que permite alcanzar altas maduraciones al tiempo que se consiguen buenos índices de acidez y se preservan los aromas gracias al frío nocturno. Su vendimia más temprana hasta la fecha fue en 2023, después de la fiesta del Pilar (12 de octubre). En 2008, una de las más frías que han vivido, vendimiaron en noviembre.
Las 30 hectáreas de viña adscritas al proyecto se empezaron a plantar a finales de los años noventa. Las variedades que mejor funcionan son las locales tempranillo y albillo, y las foráneas malbec o syrah. Las plantaciones de cabernet sauvignon y cabernet franc se han ido reinjertando porque tenían muchos problemas para madurar. Las ubicaciones de las viñas son muy específicas para intentar evitar las heladas y las zonas más frías, ya que pueden llegar a registrarse hasta dos grados de diferencia entre unas zonas y otras. Las cotas más altas están reservadas a la malbec y la albillo.
Todo el viñedo está conducido en espaldera y se trabaja sin riego. La vendimia es manual. El clima y el terreno moderan naturalmente los rendimientos que se sitúan entre los 3.000 y 5.000 kilos por hectárea. Basta pensar que el frío que se registra en el periodo de floración suele producir corrimiento. Los racimos de tempranillo y syrah en esta zona son naturalmente pequeños.
Los suelos son en su mayoría arcillo-arenosos, con arcillas rojas o más blancas y en ciertas zonas combinadas con una alta presencia de roca caliza. La arcilla juega un papel importante a la hora de retener la humedad.
La producción ronda las 50.000 botellas, aunque la bodega está diseñada para alcanzar las 100.000. Todos los vinos, de corte varietal y muy marcados por la altitud, están en un segmento de precio medio-alto. En general combinan buenas maduraciones en nariz, con paladares tensionados y bien delineados por la acidez, con sensaciones más frescas de lo habitual en la denominación vecina de Ribera del Duero, pese a que sus graduaciones alcohólicas sean similares. Con frecuencia proceden de fincas concretas.
El tinto de mayor disponibilidad es Clunia Syrah (unas 25.000 botellas, 15 € en España), que ofrece una excelente relación calidad-precio. Hay dos tempranillos: uno más asequible de la finca El Gerbal con 12 meses de crianza en roble francés que se comercializa como Clunia (15 €) y el top Finca El Rincón (40 €, entre 3.500 y 5.000 botellas), más mineral, que sale de una de esas viñas ricas en piedra caliza y se somete a 18 meses de crianza. La bodega también es conocida por su poderoso y casi explosivo Clunia Malbec (unas 10.000 botellas, 25 €), que ofrece una interesante expresión de esta variedad ampliamente cultivada en Argentina en zonas de similar altitud. Hay además un Clunia Pinot Noir (21 €, menos de 2.000 botellas) que cierra la gama de tintos.
Desde la cosecha 2017, la bodega elabora un blanco con albillo que se beneficia de la altitud extra de la zona (entre 5.000 y 10.000 botellas en función de la añada, 15 €). Lo trabajan en madera criándolo unos cinco meses en barricas de 500 litros que van girando para hacer un bâtonnage muy suave con el que consiguen algo de volumen sin perder acidez. La variedad se cultiva a 1.000 metros de altitud en un viñedo fronterizo con Soria sobre arcillas muy blancas con un alto porcentaje de carbonato cálcico. En el vino aparecen con frecuencia notas sápidas y salinas.
Clunia forma parte del grupo Príncipe de Viana que incluye la bodega del mismo nombre en Navarra, así como Albret en esta misma denominación de origen y Rioja Vega en Rioja. La dirección enológica corre a cargo del enólogo chileno Pablo Pávez.
