Bodega César Márquez | Spanish Wine Lover

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BODEGAS

Estrella ascendente en Bierzo, César Márquez compagina el trabajo en la bodega familiar de Castro Ventosa con su propio proyecto personal en el que se sirve de los nuevos indicativos de vinos de villa y paraje recientemente aprobados por la DO.

Márquez nació y se crió rodeado de vino. Tras estudiar enología en Requena, pasó siete años trabajando con su tío, el conocido productor Raúl Pérez, primero en Castro Ventosa y luego ayudándole en la creación de La Vizcaína, pero en 2017 volvió a la bodega familiar para hacerse cargo del día a día.

Su proyecto personal arranca en la cosecha 2015 tras restaurar en su pueblo de Valtuille de Abajo un edificio con mucho encanto que data de principios del siglo XIX y que había servido ya como bodega. Ha priorizado la gama de vinos sobre la compra de viñedo. Posee algo menos de una hectárea repartida en varias parcelas de herencia familiar y otro tanto en San Juan de Paluezas, un municipio que se distingue por sus suelos blanquecinos y calcáreos, una tipología bastante poco habitual en Bierzo, y de donde le gustaría que saliera un futuro vino de viña calificada.

Márquez elabora unas 30.000 botellas al año. La gama de vinos arranca con el fresco y bebible Parajes (15,50 € en España, unas 18.000 botellas), un tinto regional y de entrada de gama que produce desde la cosecha 2016 a partir de uvas de parcelas que le gustan en distintas zonas, que no encajan en otros vinos o procedentes de los descartes de sus parajes. El tinto que naciera con la marca Las Firmas se transformó en la cosecha 2019 en el Vino de Villa Valtuille de Abajo (19,50 €, por encima de las 3.000 botellas). La base son uvas de parajes arenosos de Valtuille de Abajo como Villegas, El Llano o El Val más otras partidas de El Rapolao y La Vega.

Para los parajes, y con excepción de El Rapolao (31,90 € 1.200 botellas), para el que compra uvas en una parcela con exposición norte, ha buscado alejarse de Valtuille y explorar otros suelos y municipios. Pico Ferreira (32 €, 1.200 botellas) es su vino de frescura y elegancia elaborado con uvas del paraje Zagalín en Corullón. Allí trabaja en una pronunciada pendiente con orientación noreste y suelos de pizarra que alcanza los 710 metros. Sufreiral (32 €, 1.200 botellas) sale de la ladera al otro lado de la montaña, que pertenece al municipio de Toral de los Vados. De orografía más amable y menor altitud (620 metros), aquí manda la caliza que da más mineralidad que fruta y marca la textura y el final de boca. Es, probablemente, su vino más terruñista.

Por último, La Salvación (25 €, algo más de 3.000 botellas) es un blanco de godello fermentado y criado un año en barrica sin bâtonnage. Lo elabora a partir de viñas muy viejas cultivadas en zonas frescas de Villafranca, Valtuille y Arganza que le permiten combinar volumen con una excelente acidez.

Todos los tintos incluyen porcentajes variables de raspón en su elaboración. Ha pasado por distintas fases en su uso, pero en la actualidad su prioridad es vendimiar en cuanto consigue la sensación de fruta crujiente para trabajar con graduaciones que no superen los 13,5% vol. y aportar el raspón necesario para equilibrar la estructura y conseguir una complejidad extra.

Aunque la bodega siempre está abierta para los amigos, no realiza visitas de enoturismo y de momento tampoco tiene página web. La mejor promoción de su trabajo son sus propios vinos, que ya se cuentan entre los más destacados de la región.

VINOS CATADOS DE ESTA BODEGA

La Salvación 2020 Blanco

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