Cuarta generación de una las grandes sagas del vino bordelés, François Lurton elabora vinos en España, Francia, Argentina y Chile.
Aunque es un gran desconocido en España, François Lurton lleva trabajando en Rueda desde 1992, a donde llegó junto a su hermano Jacques con el objetivo de elaborar sauvignon blanc para los supermercados británicos Sainsbury’s. Enseguida descubrieron las virtudes de la variedad local verdejo y los viejos viñedos de tempranillo en Toro y decidieron iniciar su propio proyecto en ambas zonas, con el que siguen elaborando vinos principalmente para exportación, bajo la marca Hermanos Lurton. (La bodega y el viñedo de la filial El Albar Lurton se vendieron a Torres en 2014).
Convencido del potencial para elaborar vinos de calidad en Toro y Rueda, François Lurton se asoció con los enólogos Dany y Michel Rolland, amigos personales desde los años 80, para crear Bodegas Burdigala (hoy Campo Elíseo) en el año 2000. En la actualidad, François se ha hecho con la totalidad del negocio y cuenta con la ayuda de su sobrina Mathilde Lurton como directora del proyecto y del enólogo Germán Nieto.
En Toro cuentan con unas instalaciones funcionales pero hablan con orgullo de la bodega de La Seca, en el corazón de Rueda. Ubicada en una casa señorial rehabilitada del siglo XVIII, cuenta con una red de galerías subterráneas de 500 m² en las que ahora se crían los vinos en barricas, toneles, ánforas y foudres de hormigón a temperaturas constantes todo el año. La recepción de la uva, el prensado y la decantación de los mostos en depósitos de acero inoxidable se hacen en una instalación nueva construida frente a la casona, a la que se trasladan los mostos por gravedad.
Lurton, que aboga decididamente por la zonificación de la DO Rueda, trabaja con viñedos propios de entre 25 y 40 años en una zona conocida como Camino del Puerto, que va desde La Seca hacia el río. También compra uvas para elaborar parte de su Cuvée Alegre, (50.000 botellas, 12.70 €) su segundo vino en el que fermenta la variedad verdejo en distintos recipientes (inoxidable, cemento y madera) para conseguir complejidad, y para el 100% de su Cuvée Alegre Rosado (5.000 botellas, 11,50 €), elaborado con tempranillo fermentado con sus lías en huevos de cemento y barricas. Campo Elíseo (10.000 botellas, 24,90 €) es su vino principal, criado en barricas nuevas durante un año sin maloláctica y en el que se busca el frescor y el volumen en boca para una buena guarda.
En Toro, Campo Elíseo cuenta con 20 hectáreas de viñedo propio certificado en ecológico desde 2015 (en Rueda lo han hecho en 2020), más otras 15 de viticultores locales. Parte es viñedo viejo y, a menudo, como es habitual en la zona, de plantación directa o incluso parcelas prefiloxéricas. La filosofía es vendimiar sin verdor para que los vinos puedan someterse a maceraciones relativamente largas de entre 20 y 30 días.
El gran desafío en esta zona seca y calurosa es hacer vinos más ligeros y fáciles de beber, por lo que Lurton cuenta con una plantación experimental con alta densidad de cepas por hectárea para conseguir uvas que maduren antes y con menos alcohol y, por tanto, vinos más acordes con las tendencias de consumo actual. La irrigación también forma parte del juego para evitar que las plantas se cierren en agosto por falta de agua y acaben concentrando sus azúcares dando como resultado vinos tánicos y de acidez baja.
Los vinos de Toro comparten marca y diseño de etiqueta con los de Rueda y solo cambia el nombre de la denominación. Cuvée Alegre (30.000 botellas, 19,50 €) es un 100% tinta de toro de diferentes parcelas que se crían por separado en barricas durante 10 meses mientras que Campo Elíseo (8.000 botellas, 38,90 €), más voluptuoso y profundo, nace de viñas con una edad media de 50 años y se cría en barricas nuevas entre 16 y 18 meses. Ninguno de estos dos vinos llevan sulfitos, excepto para la expedición, y tanto los vinos de Toro como los de Rueda fermentan con levaduras autóctonas.
En la bodega de La Seca se ofrecen experiencias enoturísticas que van desde varios tipos de visita a la bodega y las viñas con cata de los vinos de ambas zonas hasta un viaje en globo con almuerzo en el viñedo.