Equipo Navazos es el innovador proyecto que Eduardo Ojeda y Jesús Barquín lanzaron conjuntamente en 2005 con el objetivo de sacar a la luz grandes vinos tradicionales andaluces guardados y olvidados durante años en muchas bodegas de la zona.
Ninguno de los dos fundadores se dedica en exclusiva al proyecto sino que ambos desempeñan sus respectivos trabajos: Ojeda como director técnico del Grupo Estévez, que engloba marcas como La Guita, Valdespino y Real Tesoro, y Barquín como abogado y profesor de criminología en la Universidad de Granada.
Se conocieron en Fenavin, un par de años antes de lanzar Equipo Navazos. “Jesús fue a una cata que yo daba allí y empezó a preguntarme sobre cosas de las que ahora se habla más pero en aquellos años no. Seguimos hablando fuera de la cata y me dijo que estaba preparando un artículo con Álvaro Girón sobre amontillados”, recuerda Ojeda. “Jesús sabe más de vinos del extranjero que nadie. Fue su idea equiparar los vinos de jerez con otros grandes del mundo”.
El conocimiento de Barquín no solo se limitaba a los vinos extranjeros, sino que, junto con Girón, eran estudiosos de los vinos tradicionales de Andalucía y durante sus vacaciones —siempre en el Marco— aprovechaban para visitar todas las bodegas de la zona. Fue en una visita a Sánchez Ayala, en los tiempos en que esta bodega sanluqueña era proveedora de La Guita, cuando surgió la idea de comprar una de las 65 botas de amontillado que llevaba parada años. Ojeda cuenta la conversación entre Jesús y el capataz:
B: '¿Tú nos venderías una bota de este amontillado?
C: Claro, ¡te la regalo!
B: No, no ¿cuánto es?
C: Cuesta cinco
B: Pues toma 10. ¿Y me la llenas por cuánto?
C: Por dos
B: Pues toma cuatro.
Sin objetivos comerciales, la idea inicial era compartir esa bota entre un grupo de unos 30-40 amigos, la mayoría profesionales del vino o aficionados con grandes conocimientos, repartidos entre España, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos. Decidieron llamarle La Bota de Amontillado, en honor al relato corto de Edgar Allan Poe y a esa bota le siguieron otras, seleccionadas por su especial finura y carácter, hasta que debido al interés que despertó la iniciativa decidieron establecer una sociedad, registrar el nombre Equipo Navazos y vender sus vinos al público a precios que en aquel momento eran mucho más elevados que la media en vinos generosos.
“Es una vía de escape y hemos hecho lo que hemos querido, eso sí, siempre bajo la estricta legalidad y con el sello del consejo, pero sin estar supeditados a una marca”, explica Ojeda. “No es un negocio en el que estemos obligados a vender o a hacer lo que el cliente quiere, sino que ha sido una especie de rebeldía dentro del establishment”.
Gracias a su profundo conocimiento de los vinos tradicionales de Andalucía, Barquín, que acaba de publicar un libro junto con Peter Liem sobre los vinos de Andalucía, y Ojeda fueron los primeros innovadores del Marco en el siglo XXI al recuperar estilos antiguos como los blancos de crianza biológica sin encabezar (Navazos Niepoort, desde 2008 y La Bota de Florpower MMX), trayendo a la luz vinos olvidados como su primera Bota o retando convenciones y sacando al mercado vinos con menos edad en momentos en los que todo el mundo alababa la vejez. “Al principio Equipo Navazos quería enseñar vinazos, tesoros olvidados en la bodega. Ahora no, ahora queremos mostrar cosas muy buenas pero que no tienen por qué ser viejas. Trabajamos con la intuición y siempre buscando marcar tendencia”, afirma Ojeda, que resume así la filosofía de Equipo Navazos: “No competir con las bodegas y que se sienta feliz quien te venda el vino”.
Equipo Navazos también fueron pioneros en colaborar con bodegas de fuera del Marco de Jerez como la citada casa portuguesa Niepoort, Colet (desde 2006, espumosos con un aporte de vinos sureños en el licor de expedición) o Pérez Barquero (en su serie La Bota De), aunque no es algo que busquen activamente sino que prefieren centrarse en embotellados especiales en los que vean una historia que contar. “Ha habido momentos que lo hemos pasado mal porque la duda la tenías ahí”, añade Ojeda. “Me he jugado mi nombre, pero como en la vida misma, no te puedes quedar en la barrera. Hay que salir a torear e intentar que el toro no te coja. Hay que arriesgarse e intentar no fallar”.
Siempre en ediciones limitadas de unas pocas miles de botellas como máximo, con mínima filtración y con la fecha de la saca en la etiqueta, el número de embotellados de La Bota De se acerca ya casi al centenar e incluye vinos de bodegas como Fernando de Castilla, Pérez Barquero y por supuesto, Valdespino y La Guita. Embotellan todos los estilos de vino de la zona además de brandy y espirituosos como ginebra, whisky o ron. Muchas Botas De son re-ediciones o nuevas sacas como el Fino de Macharnudo Alto o la Manzanilla Navazos, ya por su novena edición, o el vino blanco Florpower, con el que muestran la crianza bajo velo de flor a graduación natural, ya en su quinta añada.
Además de con bodegas, Equipo Navazos también tiene una iniciativa conjunta con la distribuidora Coalla, con quien elaboran Ovni, una gama de dos vinos blancos secos sin encabezar—uno con pedro ximénez y otro con palomino fino— pensados para un consumo desenfadado e inmediato. En el Reino Unido, la colaboración es con Paul Shinnie de Rhône to Rioja, para quien hacen la manzanilla I Think, con la idea de que este estilo de vino llegue a un público más amplio. En Estados Unidos colaboran con el francés Nicolas Palazzi, con quien embotellan la preciada serie Navazos Palazzi de espirituosos.
Digna de destacar es la página web de Equipo Navazos, en la que aparecen todos los vinos que se han elaborado hasta el momento con información clara y precisa tanto en castellano como en inglés del origen de los vinos, la fecha de saca, el grado alcohólico, el número de botellas producidas y las características del vino.