El francés Bertrand Sourdais fue, durante toda la década de los 2000, el director técnico de los vinos de Dominio de Atauta, la bodega que descubrió el remoto y extraordinario paisaje de cepas viejísimas oculto en el extremo oriental de la Ribera del Duero, dentro de la provincia de Soria.
Antídoto arranca en la cosecha 2011 en colaboración con el ingeniero agrónomo David Hernando (el que fuera director técnico de la bodega hermana de Atauta, Atalayas de Golbán) para seguir profundizando en el conocimiento del viñedo soriano. Trabajan con la friolera de 600 parcelas (por la práctica ausencia de concentración parcelaria la fragmentación en enorme) repartidas en 10 pueblos, cada uno con sus particulares características de suelos.
Son siempre viñas viejas de tinto fino (tempranillo) y albillo sometidas a una viticultura ecológica con extracciones moderadas.
Para el tinto Antídoto de entrada de gama (15 €, 120.000 botellas) se buscan suelos con arena y guijarro en la margen izquierda del Duero, donde se consiguen taninos más amables. Los hollejos se retiran antes de que acabe la fermentación y el vino se cría en barricas de 600 litros para que la madera pase desapercibida. El objetivo es conseguir un tinto agradable y fácil de beber.
La Hormiga de Antídoto (12.000 botellas, 26 €), en cambio, viene de los suelos de arcillas rojas y con alta proporción de hierro, influenciados por el Sistema Ibérico y característicos de la margen derecha del río.
Antídoto ha sido pionera en una nueva corriente de rosados en Ribera apoyados en la mezcla tradicional de uvas tintas y blancas (tempranillo y albillo) del clarete, pero aplicando la sofisticación de los champagnes elaborados mediante prensado directo. Las uvas proceden de la parte meridional del valle donde hay más presencia de uvas blancas asociadas a suelos calcáreos. La gama arranca con Roselito (10 €, 30.000) y continúa con Le Rosé de Antídoto (unos 54 € y 2.400 botellas), una apuesta en firme por conseguir que un rosado pueda ser un gran vino de terruño. Procede de la parcela La Casilla situada a 1.000 metros de altitud con un suelo de entre 30 y 50 cm. de arena sobre roca calcárea y fermenta y se cría en barricas (en este caso nuevas) de 600 litros.
Bertrand Sourdais es también el propietario de Domaine de Pallus, en su Chinon (Francia) natal y tiene un segundo proyecto en la Ribera llamado Dominio de Es.