Un perfecto ejemplo de lo que ha sido y es la Rioja Alavesa (la subzona de la denominación que pertenece al País Vasco). Ostatu es una bodega familiar que hunde sus raíces en generaciones dedicadas al cultivo de la vid. En 1970, Doroteo Sáenz de Samaniego da el paso al embotellado dentro del perfil de vinos de cosechero (el beaujolais español, podría decirse) tan propios de esta zona. Con la entrada en el siglo XXI, cuatro de sus seis hijos toman las riendas para profundizar en los tintos de crianza, aunque su joven de maceración carbónica sigue siendo una de las referencias más destacadas entre las de su tipo.
La bodega cuenta con unas 36 hectáreas de viñedo repartidas en distintos municipios de Rioja Alavesa, fundamentalmente Samaniego, Leza y Laguardia, en los que se cultivan las variedades clásicas de Rioja con especial atención por la tinta tempranillo, pero también graciano, mazuelo o garnacha que les dan mucho juego a la hora de buscar más frescura. También colaboran con tres viticultores de Samaniego hasta sumar un total de 70 hectáreas que se traducen en una producción anual en torno a las 350.000 botellas.
Dentro de su gama de vinos, destaca la excelente relación calidad-precio de su tinto joven de maceración carbónica (unos 6 €, 150.000 botellas), muy fresco, frutal, limpio y de paso agradable; y de su fresco, frutal y vivaz Crianza (unos 10 €, 80.000 botellas), cuya personalidad distintiva tiene mucho que ver con la inclusión de un 20-30% de vino de maceración carbónica en el ensamblaje.
La llamada línea de “vinos singulares” incluye el blanco fermentado en barrica Lore de Ostatu y cuatro tintos. Lore (13 €) se elabora con un viñedo de Laguardia de orientación norte ubicado en la zona de Valcavada y plantado casi todo con viura y bastante Malvasía. Selección de Ostatu (unos 13,5 €) procede de viñas de más de 50 años; Laderas de Ostatu (unos 25 €) es un tinto de su parcela más alta, El Portillo, en el que las notas minerales se suman a la fruta vibrante característica de esta bodega; Gloria de Ostatu (unos 42 €) se elabora con Revillas, el viñedo más viejo de la familia con suelos en los que manda la arcilla; es el tinto que más desarrollo exige en botella. Por último Escobal (13 €), el primer vino ecológico de la bodega, procede de una parcela con más presencia caliza que trajo un cambio en el concepto de cultivo para la familia. De hecho, están realizando la transición al cultivo orgánico en todos sus viñedos y animando a sus proveedores a hacer lo propio.
En 2013 se reservaron unas pocas barricas de su blanco fermentado en barrica que salieron al mercado como Ostatu Gran Reserva Blanco (26 €). Con anterioridad ya existía un tinto Gran Reserva que se comercializa al mismo precio.
La bodega, edificada en torno a una antigua venta de caminos (“ostatu” quiere decir fonda en euskera) es muy visible, ya que está situada al pie de la pintoresca carretera que discurre a los pies de la Sierra de Cantabria. Ofrece numerosas actividades de cata y eventos para empresas y cuenta con una especie de círculo de amigos articulado en torno al llamado Txoko Ostatu (los “txokos” son las famosas sociedades gastronómicas vascas de carácter privado que reúnen a un grupo amigos en torno a una buena mesa). El wine bar cuenta con un pequeño y agradable patio ideal para relajarse un rato mientras se está en ruta por Rioja Alavesa.
La bodega dispone también de su propia tienda on line
