Uno de los primeros embajadores de la mencía por el mundo, la marca Dominio de Tares Cepas Viejas sirvió como introducción a esta variedad del Bierzo para muchos consumidores españoles y extranjeros. Desde su creación en el año 2000 por un grupo de inversores amantes del vino, la bodega se ha interesado también por la prieto picudo, otra variedad propia de la provincia de León con la creación del proyecto Dominio Dostares en la comarca de Los Oteros en 2005. Durante un breve periodo también fueron propietarios de la bodega de Rías Baixas Lusco.
Domino de Tares se abastece de casi 30 pequeños proveedores con la mayoría de sus viñedos situados en Valtuille de Abajo y Villadecanes, en el llamado Bierzo Bajo, y cuenta con 30 hectáreas de viñedos propios en la zona más alta de San Román de Bembibre en el entorno de la bodega (Bierzo Alto) y en Quilós cerca de Cacabelos. Dada la alta presencia de viña vieja en la zona, se trabaja con cepas que van de los 40 a los 90 años. El enólogo Rafael Somonte está al frente de los vinos desde 2014. Su trabajo actual se está centrando en reducir el aporte de la barrica y conseguir que la uva se exprese con las mínimas interferencias posibles en los vinos.
La gama arranca con la mencía joven con cuatro meses de barrica Baltos (9 € en España, unas 75.000 botellas) elaborada con cepas de 40 años, un lujo bastante habitual en Bierzo y que da una profundidad especial a los vinos de la región. Sigue su buque insignia Dominio de Tares Cepas Viejas (16 €, unas 270.000 botellas), en el que las viñas superan los 60 años y la crianza en roble oscila entre los nueve y los 12 meses. Los viñedos más viejos (unos 80 años) se reservan a Bembibre (6.000 botellas, 29 €), una combinación de distintos pagos en ladera con inclinaciones de hasta el 22% y suelos pizarrosos y P3 (55 €, 1.500 botellas), elaborado con cepas de 110 años de pie franco de la llamada viña de San Carlos.
Existen también dos blancos. La Sonrisa de Tares (12 € en España, 30.000 botellas), un godello trabajado cinco meses sobre lías en depósito de acero inoxidable que arranca en la cosecha 2015 y el más consistente Dominio de Tares Godello Cepas Viejas (19 €, unas 6.000 botellas) que desde la añada 2023 se comercializa como Vino de Villa de Bembibre. La fermentación arranca en depósito y se traslada a barricas de roble francés de 500 litros donde se cría con lías finas durante seis meses. El objetivo es buscar la tipicidad de las zonas altas combinando la buena maduración de la parte alta de la ladera con predominio de suelos de pizarra y guijarros con la parte inferior arcillosa que aporta frescura.
Un elemento que caracteriza a la bodega es el hecho de trabajar con levaduras naturales desde 2007, tanto en blancos como en tintos.