Castro Ventosa es la bodega de la familia de Raúl Pérez, el elaborador que ha marcado nuevos caminos para la mencía tanto en Bierzo como en la Ribeira Sacra. Saben que son viticultores y productores de vino en Valtuille de Abajo desde al menos 1752, cuando un antepasado suyo dejó encargado en su testamento que todo aquel que fuera a velarlo recibiera un vaso de vino.
Como muchos otros productores de la región fueron bodega granelista hasta que en 1989 comenzaron a embotellar bajo el nombre Herederos de Rosaura López, en honor a la abuela que fue la gran impulsora del negocio del vino. En 1991 adoptaron el nombre de actual que hace referencia al yacimiento romano del Castro de la Ventosa, situado en lo alto de una colina rodeada de viñas y el punto de partida habitual para explicar los diferentes terruños donde cultivan la viña.
En cierto modo, Valtuille de Abajo es el corazón la viticultura en el Bierzo, tanto por su alta concentración de viñedo como por el hecho de que muchas bodegas de la región compran uvas en esta pedanía de Villafranca del Bierzo. Con un gran patrimonio de viñedo viejo, Castro Ventosa es propietaria de 85 hectáreas, la mayor parte de ellas de más de 50 años.
Tras la vuelta a la bodega familiar en 2010, Raúl ha trasladado a los vinos familiares gran parte de su particular filosofía de elaboración que incluye vendimias relativamente tempranas, el trabajo con raspón en largos encubados y un estilo de vino que, en general, no busca el color ni la concentración sino la expresión de la variedad y de los distintos suelos de la zona. Desde 2017 el día a día lo lleva su sobrino César Márquez, aunque él sigue interviniendo en todos los ensamblajes. Ahora, el objetivo de César es profundizar en un estilo elegante y expresivo y elaborar más cantidad de vino con crianza.
La bodega puede llegar a elaborar unas 300.000 botellas al año en una buena cosecha, de las que casi 250.000 son de vino sin barrica. La mencía joven El Castro de Valtuille (por debajo de los 6 € en España) ofrece una gran relación calidad-precio y constituye una excelente puerta de entrada no solo a la variedad sino a una concepción aérea y frutal de la misma. Normalmente es el único vino de la bodega que se despalilla por completo. El Castro de Valtuille Barrica (en torno a los 14-15 € en España, 20.000 botellas) se sirve viñedos más viejos y en torno al 50% de raspón, mientras que Valtuille Cepas Centenarias (unos 34 €, 2.500-3.000 botellas) es un 100% raspón procedente de cinco parcelas diferentes que fermenta en abierto y puede tener hasta dos meses de encubado.
La gama de vinos parcelarios o de paraje con producciones limitadas por debajo de 2.000 botellas incluye Valtuille Villegas que se distingue por sus suelos arenosos y del que sólo se hacen dos barricas, Valtuille La Cova de la Raposa y Valtuille El Rapolao, uno de los viñedos más frescos del lugar.
Las aportaciones más recientes de César Márquez son un Valtuille de municipio (15 € en España, unas 5.000 botellas) que se ha elaborado por primera vez en la cosecha 2018 y que saldrá oficialmente como “vino de villa” desde la cosecha 2019 y un parcelario de La Vitoriana que está en preparación.
La gama se completa con los blancos de godello El Castro de Valtuille (unos 14-15 €) y Valtuille (unos 46 € en España) éste último procedente también de una viña de suelos arenosos y producción de unos pocos centenares de botellas.