Situada en Padrenda, en el Valle del Salnés, Bodegas Zárate fue pionera en la elaboración de albariño de calidad en los años cincuenta. Ernesto Zárate fundó la Fiesta del Albariño de Cambados y tras ganar durante tres años el primer premio de la competición (1954, 1955 y 1956) decidió retirarse hasta que no hubiese otra bodega que igualara sus triunfos. A día de hoy todavía no ha habido ningún productor de la zona que haya conseguido otras tres victorias consecutivas.
Eulogio Pomares es la séptima generación de la familia que continúa con la tradición vitícola de la finca. Al frente de la bodega desde la cosecha del 2000, Pomares se formó en Burdeos antes de incorporarse al negocio familiar, ubicado en una bella casona de piedra construida en el siglo XVI y rodeada de viñas.
Su gran preocupación son sus 10 hectáreas de viñedo dividido en 14 parcelas, con una edad media de 35 años, aunque tienen plantas centenarias cuyas uvas van a parar a los vinos más escasos de la bodega. Las cepas de albariño, más algunas de loureiro, espadeiro y caíño, están plantadas en suelos de granito en Sisán y Padrenda y se han ido reconvirtiendo gradualmente hacia prácticas sostenibles y biodinámicas.
En Zárate sólo se utilizan tratamientos de fitoterapia y de azufre y cobre, nada de insecticidas, ni laborean sus parcelas desde 1994, lo que ha hecho florecer las leguminosas y la flora autóctona devolviendo al suelo su equilibrio natural. Con las cepas de pie franco más antiguas, Pomares lleva a cabo una selección masal para hacer nuevas plantaciones.
En la bodega el planteamiento es similar, con poca intervención y el objetivo de conseguir vinos longevos que expresen el terruño del que proceden.
La gama de albariños comienza con Zárate (60.000 botellas, 10,45 €), un blanco fresco y afrutado que permanece sobre sus lías durante tres meses y que proviene de 11 parcelas con una edad media de 35 años. Zárate Balado (2.700 botellas, 20 €), con una crianza sobre lías de seis meses, nace de dos parcelas replantadas en 1950 sobre pie franco y rodeadas por un muro de granito (en gallego, “balo” es muro). Zárate El Palomar (2.660 botellas, 22 €) es un blanco de guarda que fermenta en foudre y procede de una de las fincas más antiguas documentadas de Rías Baixas, plantada en pie franco junto a la bodega. Zárate Tras da Viña (2.400 botellas, 18 €) es otro gran vino de la casa. Permanece sobre lías durante 30 meses sin batônnage y no hace fermentación maloláctica. Tiene su origen en una parcela de suelos de xabre (arenisca) y replantada en 1970 con yemas de la finca El Palomar. Es un vino que demuestra la capacidad de la uva albariño para la guarda.
Aunque las producciones son muy pequeñas, los tintos también son parte importante de la identidad de Zárate, que se ha preocupado de su recuperación en una zona en la que en otros tiempos las uvas tintas eran las más plantadas y consumidas. Elaboran unas 600 botellas de Zárate Espadeiro y Loureiro (unos 21 €) y unas 1.200 de Zárate Caíño (21 €). Los tres vinos envejecen durante 12 meses en barrica de 500 litros de roble francés de tercer año donde realizan la fermentación maloláctica. Son vinos con una acidez marcada pero elegantes y frescos, que merecen la pena por su originalidad.
Las variedades tintas también le sirven a Pomares para elaborar su rosado Fontecón (1.000 botellas, 20,50 €) en el que mezcla un 60% de caíño tinto con 20% de espadeiro y otro tanto de albariño procedente de la finca Fontecón, en Padrenda. Tras el sangrado, el caíño y el albariño, ambos despalillados, fermentan con sus lías en un depósito de acero inoxidable durante tres meses mientras que el espadeiro se prensa con racimos enteros y se mantiene en barrica francesa tres meses con sus lías antes de ensamblarse con las otras dos variedades.
Siguiendo con la tradición gallega, Zárate elabora también tres aguardientes a base de orujo de uva albariño (18,50 €, 0.50l) de los viñedos familiares. Se destilan en alambiques de cobre tradicionales de 400 litros, fabricados en Os Peares (Ourense) por Manolete, el último artesano del cobre que continúa trabajando en Galicia.
En 2012 Eulogio Pomares lanzó Fento Wines, su propio proyecto de négociant, separado de Zárate. Bajo este paraguas elabora seis vinos —Fento Blanco, Fento Tinto, La Liebre y La Tortuga, Bico da Ran, Xabre y La Galaxia— que provienen de una finca de su mujer Rebeca, que también trabaja en Zárate, y de viñedos de pequeños viticultores, principalmente de la zona de Tea, al sur de Rías Baixas y de Ribeira Sacra, en el caso de Xabre.
La innata inquietud de Eulogio Pomares le ha llevado a lanzar su línea de vinos más personales, todos fuera de DO, con dos categorías diferenciadas y producciones limitadas: los parcelarios y lo que él llama Grandes Vinos Desiguales. Dentro de los parcelarios están Penapedre, de un viñedo plurivarietal de más de 150 años en Esperón (Ribeira Sacra), Carralcoba Tinto, un caíño de 70 años de Cástrelos criado en foudres de castaño y Carralcoba Blanco, un albariño de la misma viña que el tinto plantado en acodo. Sus Vinos Desiguales son tres albariños: Crianza Oxidativa, elaborado con uvas vendimiadas en diciembre y con 36 meses de crianza; Maceración con Pieles, un vino naranja macerado dos semanas con los hollejos y 60 Meses, con cinco años de botella.
