El más joven de una saga de elaboradores riojanos cuya cara más conocida es su mediático hermano Álvaro, Rafael Palacios se ha convertido en uno de los mejores elaboradores de vinos blancos en España. En la bodega familiar de Rioja ya firmaba un blanco notable, Plácet, pero encontró su camino recuperando algunos de los viñedos más extremos de la denominación orensana de Valdeorras donde empezó a trabajar en 2004.
A la búsqueda de frescura se centra en la zona de O Bolo, un paisaje de barrancos, bancales y escarpadas laderas en el estrecho valle formado por el río Bibei que marca la frontera con la DO Ribeira Sacra.
Palacios ha conseguido reunir más de 20 hectáreas de godello y algo de treixadura en este remoto paraje orensano. Sus viñedos van desde los 500 metros de altitud hasta los 720 metros. Los suelos son en su mayoría graníticos con arena en superficie y los viñedos se cultivan en bancales, fundamentales para sujetar la arena. La mayoría son pequeñas parcelas que se iban fragmentando progresivamente como parte de una herencia otorgada mediante sorteo (“sorte” en gallego), lo que ha dado nombre a su vino principal.
Tras dejar de elaborar su blanco más asequible Bolo debido a la subida de los precios de la uva tras la llegada de nuevos inversores a la zona, la gama actual se inicia con Louro (13 € en España, unas 90.000 botellas). Este vino que incluye un 8% de Treixadura en el coupage y fermenta y se cría en foudre,tiene una fruta dulce más inmediata y ofrece gran relación calidad-precio.
As Sortes (32 €, en torno a las 25.000 botellas) fue el primer vino de la bodega; sigue siendo su marca más representativa y uno de los ejemplos más claros del alto nivel cualitativo que puede alcanzar la godello, así como de su capacidad de evolución en botella. El vino fermenta y se cría en barricas de 500 litros.
En 2009 y con una producción muy corta se elaboró por primera vez Sorte O Soro (120 €, por debajo de 3.000 botellas), un vino de parcela de gran expresión y muy perfilado por la acidez que volvió a salir en 2011 y se volverá a elaborar en 2014. Existe también una rareza dulce, un godello de vendimia tardía llamado Sorte dos Santos que no está oficialmente en el mercado, pero que Rafael ha dado a probar en distintas catas celebradas fuera y dentro de España.
La nueva incorporación que se estrena en la cosecha 2016 es Sorte Antiga, el primer blanco elaborado con pieles que procede del viñedo más antiguo de la bodega, un parcela centenaria de apenas 0,23 hectáreas con muy poco suelo y cepas que crecen casi directamente de la roca (“un granito duro no degradado”). El trabajo es tan sutil que nadie adivinaría el concepto de vino naranja que hay detrás, al menos en nariz.